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14 de mayo del 2004
Los cultivos transgénicos en el mundo
Isabel Bermejo
Los datos más difundidos sobre cultivos transgénicos son
los aportados por los informes anuales del Servicio Internacional para la
Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas, (ISAAA), un organismo privado
creado por instituciones y empresas para extender el uso de la manipulación
genética en países de desarrollo y la aceptación pública de esta tecnología.
El ISAAA está apoyado directamente por las grandes transnacionales
biotecnológicas, como Monsanto, Syngenta Bayer y Dupont, y uno de sus
principales objetivos es la transferencia de aplicaciones biotecnológicas del
sector privado del Norte a las instituciones del Sur. Cuenta con programas de
transferencia tecnológica en varios países africanos (Sudáfrica, Tanzania y
Uganda) y en Asia (Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailanda y Vietnam) y ha
iniciado proyectos en América Latina (Argentina, Brasil, Costa Rica y Méjico).
Ofrece becas para investigadores de instituciones públicas, y cuenta con apoyo
del Banco Mundial. Las cifras del ISAAA han sido cuestionadas por su sesgo
pro-transgénico, tanto por la interpretación de los datos recogidos, como por
lo que omite.
Según el informe del ISAAA correspondiente a 2003, el cultivo mundial de
transgénicos ha aumentado un 15% con respecto a 2002. Este aumento supone una
superficie de 67,7 millones de hectáreas repartidas en un total de 18 países,
y equivale al 25% de la superficie global de estos cultivos. Esta superficie,
sin embargo, equivale a menos del 2% del total de las tierras dedicadas a la
agricultura en el mundo.
Las variedades transgénicas se cultivan en sólo 18 países en todo el mundo, y
6 países producen el 99% del total mundial. Los principales productores son
EEUU (63%), Argentina (21%), Canadá (6%), Brasil (4%), China (4%) y Sudáfrica
(1%).
El 97% de la superficie dedicada a cultivos transgénicos en los países
empobrecidos se concentra en 3 países (Argentina, China y Brasil).
En China, donde en 2003 se registró un preocupante descenso de la producción
de cereal debido en gran medida a la ocupación de suelos agrícolas por la
urbanización, los cultivos GM ocupaban 2,8 millones de hectáreas, un
porcentaje mínimo de una superficie agrícola total de 126 millones de
hectáreas según datos del Ministerio de Agricultura chino. La práctica
totalidad del cultivo transgénico en este país es algodón, una producción poco
importante para el país. Recientemente, sin embargo, China ha autorizado
importaciones de soja y de colza transgénica procedente de EEUU y Canadá.
En el caso de Argentina, el segundo productor mundial de soja transgénica, la
superficie dedicada a este cultivo en el país se ha disparado con la
introducción de la soja resistente al Roundup de Monsanto a partir de 1997: de
37.700 hectáreas de soja cultivadas en 1971 a 11,6 millones de hectáreas. La
soja, destinada casi en su totalidad a la exportación para piensos destinados
a la ganadería intensiva de los países del Norte, está desplazando a los
cultivos tradicionales y a la ganadería extensiva del país. Según datos del
Grupo de Reflexión Rural de Argentina, la implantación de este cultivo ha
expulsado del campo a miles de pequeños campesinos (se habla de más de 150.000
familias desplazadas), agravando la crisis de pobreza y de inseguridad
alimentaria del país. El aumento del uso del glifosato, cuyas ventas han
aumentado disparatadamente en el país (de 14 millones de litros en 1997, a 150
millones de litros en 2003, según datos de W.
Pengue), está afectando al equilibrio natural y la vida microbiana del suelo,
originando problemas de descomposición de la materia orgánica y amenazando el
futuro productivo de muchas regiones. Monsanto suspendió en enero 2003 la
venta de semillas MG del país, dado que los campesinos guardan y venden
"ilegalmente" soja transgénica de su cosecha, sin pagar los derechos de
patente que la compañía cobra en otros países.
En Brasil los cultivos manipulados genéticamente (MG) no estaban permitidos
hasta el año pasado, pero la soja transgénica había entrado clandestinamente
desde Argentina y otros países, ocupando una superficie importante (3 millones
de hectáreas), sobre todo en regiones del sur del país. La necesidad de
legalizar una situación de hecho ha sido la excusa del gobierno -sometido a
fuertes presiones por la industria biotecnológica- para la decisión de
autorizar el cultivo de soja transgénica en 2003 (si bien de forma
provisional, de momento hasta 2005). El Estado de Paraná, sin embargo, ha
decretado recientemente una prohibición de la soja transgénica.
En Méjico, donde se cultivaron en 2002 unas 62.000 hectáreas de algodón Bt y
25.000 hectáreas de soja resistente a herbicidas, sigue vigente la moratoria
al cultivo del maíz transgénico. A raíz del tratado de libre comercio con
Estados Unidos y Canadá, a partir de 1994 empezó a entrar en el país maíz
barato, hecho que se supone ha provocado los casos de contaminación genética
de variedades locales denunciados en 2001. Se calcula que todos los años
entran en el país 5 millones de toneladas de maíz a bajo precio destinado a
piensos, procedente en su mayor parte (un 70%) de EEUU. Estas importaciones
están llevando a la ruina a las pequeñas explotaciones campesinas (1,3
millones de agricultores arruinados, según el Carnegie Endowment Report), y
desplazando al 60% de pequeños productores que producían maíz para consumo
familiar. La continuidad de la moratoria al cultivo de maíz transgénico está
siendo estudiada actualmente por el gobierno, siendo previsible su aprobación,
dado que varios de los informes encargados a expertos concluían que México no
necesita el maíz transgénico, que además tiene graves riesgos para la
biodiversidad y para la salud de una población cuya alimentación básica
depende en gran medida de este cereal. El propio UNEP ha recomendado una
moratoria al cultivo de maíz transgénico en Centroamérica (Honduras es el
único país en el que actualmente se siembra maíz MG en la región).
En Colombia se ha cultivado algodón Bt por segundo año consecutivo. Este
cultivo se introdujo a nivel comercial ilegalmente en la región del Caribe en
2002, sin haberse realizado las evaluaciones de bioseguridad preceptivas y
tras toda una serie de irregularidades, como la participación de Monsanto en
el órgano que debía realizar la evaluación de sus propios productos. Sin
embargo, en octubre 2003 un Tribunal Administrativo dio la razón a una Acción
Popular presentanta contra Monsanto, ordenando suspender la autorización dada
por el Ministerio para la importación y siembra del algodón transgénico.
En abril 2004 Venezuela ha decretado también una prohibición a la introducción
de cultivos transgénicos en el país.
En la India se autorizó el cultivo de algodón Bt en 2002, cultivándose en el
sur del país cerca de 40.000 hectáreas. En 2003-2004 la superficie de algodón
Bt se incrementó a 92.000 hectáreas, una superficie pequeña si se compara con
el total de 9 millones de hectáreas de algodón cultivado en todo el país. Los
resultados del algodón Bt han sido muy deficientes, sin embargo,
incrementándose los gastos de los agricultores debido al elevado precio de las
semillas y la disminución en los rendimientos, hasta un 35% en algunas
regiones.
En Indonesia se han autorizado también variedades de algodón insecticida Bt a
partir de 1999. Sin embargo, tras dos años de quejas por parte de los
agricultores sobre rendimientos muy bajos y costes elevados, y tras un
escándalo de soborno a un funcionario que ha salpicado a la compañía, a partir
de Diciembre 2002 Monsanto se retiró de la venta de semillas en el país.
En la Unión Europea, España ha sido el país pionero en la siembra de
variedades transgénicas, incorporando a la lista de variedades vegetales 2
variedades de maíz Bt en 1998, 5 variedades en 2003 y otras 7 en 2004. Los
datos del ISAAA para el 2003 recogen un aumento considerable de la superficie
sembrada en España, que ha pasado de 25.000 hectáreas en 2002 a 32.000
hectáreas durante el 2003, lo que supone un incremento del 33%. Esta
superficie apenas representa el 7% del total nacional, y se distribuye de la
siguiente forma: Cataluña 13%, Aragón 11%, Castilla la Mancha 9%, Madrid 9%,
Navarra 4%, Andalucía 3% y Extremadura 2%. Según los datos facilitados por el
Ministerio el aumento de la superficie de maíz Bt sembrada en España
corresponde fundamentalmente a las variedades portadores del evento Bt 176,
retirado del mercado en EEUU por sus riesgos de aparición de resistencia y por
el riesgo de que su elevada toxicidad afecte a especies de insectos protegidas
o beneficiosas.
En Alemania se autorizó la siembra de una pequeña superficie de maíz Bt el año
pasado, que se ha ampliado para el 2004. En el resto de los países de la UE
los cultivos se limitan a parcelas o fincas experimentales, o a zonas muy
restringidas. La retirada de su solicitud de autorización de un maíz
transgénico para cultivo comercial en el Reino Unido por parte de la empresa
Bayer, supone que en este país no se sembrarán este tipo de cultivos hasta al
menos 2008.
En algunos países del Este se están introduciendo también los cultivos
transgénicos, en algunos casos de forma ilegal o sin autorización y evaluación
previa, y con enormes presiones para su legalización. Rumania cultivaba en
2003 soja transgénica (170.000 acres) y Bulgaria tiene también algunos
cultivos transgénicos. En Croacia se ha detectado contaminación de los
alimentos por OMG a gran escala, sin el obligado etiquetado. Algunas regiones
del Este, por el contrario, quieren declararse territorio libre de
transgénicos. (Ver noticias en Genet: Red Europea de Regiones Libres de
Transgénicos).
En cuanto al tipo de cultivo, aunque las empresas biotecnológicas están
presionando para la introducción de variedades de trigo y de arroz tanto en
los países ricos (en Canadá y en Sudáfrica variedades de trigo transgénico, en
Europa y en algunos países del mundo empobrecido arroz resistente a herbicidas,
por ejemplo), la práctica totalidad de la superficie sembrada con transgénicos
en el mundo está ocupada por cuatro cultivos, en su mayor parte destinados a
la producción de piensos compuestos para la ganadería intensiva y a otros usos
industriales. Soja (61% del total de cultivos MG), maíz (23%) algodón (11%) y
colza (5%).
A nivel mundial los cultivos estrella siguen siendo aquellos que tienen
incorporada la resistencia a un herbicida, que ocupan el 73% de todos los
transgénicos cultivados, seguidos de las variedades Bt (18%) y de las
variedades con ambas características (8%).
Los datos de aumento de empleo de los herbicidas en estos cultivos son de un
5% en la soja transgénica, comparado a la soja convencional, y con un
incremento mayor, seguramente, en Argentina. Un estudio del Norwest Science
and Environmental Policy Center demuestra que el uso de herbicidas asociado a
los cultivos transgénicos en EEUU desde 1996 ha supuesto un aumento de 22
millones de Kg. en el uso de estos productos, afectando a los propios campos,
y a los cursos de agua y acuíferos subterráneos, así como a linderos y zonas
no cultivadas que son un refugio vital para la conservación de la vida
silvestre.
Por último, según datos de Corporate Watch, sólo 5 empresas monopolizan la
venta de semillas transgénicas. Se trata de las 5 mayores agroquímicas del
mundo: Syngenta, Bayer CropScience, Monsanto, Dupont (al que pertenece Pioneer
Hi-Breed) y Dow.
Monsanto controla la mayor parte de este nuevo mercado (en su informe anual
asegura que "sus variedeades cubren más del 90% de la superficie total
sembrada con cultivos transgénicos"), ingresando la nada despreciable cifra de
1.900 millones de dólares por la venta de semillas MG y 1.800 millones de
dólares por la venta del herbicida Roundup.
Syngenta declara que el 2% de sus ventas corresponde a las semillas
transgénicas, lo que representó unos 125 millones de dólares para el año 2002.
Bayer adquirió Aventis CropScience en junio de 2002 lo que le colocó entre los
líderes en biotecnología (en 1999, Aventis vendía el 7% del total de las
semillas transgénicas).
La introducción de DuPont en el mundo de la agricultura biotecnológica se ha
realizado a través de la compra de Pioneer Hi-Bred en 1999, cuyas ventas en
semillas transgénicas alcanzaban el 40% del total de sus ventas en semillas en
1998.
Igualmente Dow Agrosciences adquirió varias empresas semilleras, entre ellas
Mycogen con negocios en la biotecnología.
VENTAS DE PRODUCTOS QUÍMICOS Y DE SEMILLAS MG DE LAS 6 MAYORES EMPRESAS
AGROQUÍMICAS EN 2001
Compañía | Ingresos Agroquímica (en millones $$) | Ingresos ventas semillas biotech. (en millones $$) | Total Ingresos (en millones $$) |
Syngenta | $5.385 | $938 | $6.323 |
Bayer CropScience | $6.086 | $192 | $6.278 |
Monsanto | $3.505 | $1.707 | $5.212 |
DuPont | $1.922 | $1.920 | $3.842 |
BASF | $3.114 | $0 | $3.114 |
Dow | $2.627 | $215 | $2.842 |
Fuente: GRAIN
La información de este informe se ha extraído de diversos artículos y estudios
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