Nuestro Planeta
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10 de febrero de 2004
Júcar, geografía de un río en coma
Juan García Mollà
correo@juangarciamolla.comSi no cambiamos la actual tendencia, el río, antaño llamado furioso o Xúquer, desaparecerá dentro de poco para convertirse en una cloaca al aire libre, como son los otros dos ríos que discurren por territorio valenciano, el Vinalopó y el Segura. Un recorrido por él, nos servirá para valorar ese gran tesoro al alcance de todos los valencianos. El río Júcar se acerca a nuestras tierras ya desangrado por los nuevos regadíos creados en tierras manchegas. Estas transformaciones se han realizado en aras de corregir desigualdades económicas del interior con la costa, pero como siempre sucede las desigualdades no se intentan corregir mediante una mejor redistribución o planificación, sino mediante crecimientos "insostenibles". Antes de entrar en la provincia de Valencia sus aguas se embalsan en el pantano "El Molinar", paraje impresionante de los cañones del Júcar y en cuyas paredes se encuentra la población de Villa de Ves y su ermita colgada sobre el río. Esta presa se utiliza para llevar el caudal del río al "Salto de Basta" en Cofrentes, ya tierras valencianas. Este tramo del río sólo se puede recorrer a pie, partiendo desde la base de la presa del Molinar se puede seguir un pequeño recorrido hasta la antigua central eléctrica abandonada por encontrarse en una zona inundable. A partir de la central no hay camino ni senda, por lo que si queremos admirar los primeros metros valencianos del Xúquer lo haríamos con buen tiempo y ropa y calzado adecuados para andar dentro del cauce pues la abundante vegetación de las laderas hace muy complicado avanzar hasta llegar a Jalance.
En este cañón es fácil ver cabras hispánicas, águilas y multitud de otras aves, y con suerte nos podemos topar con un gato montés. La nutria, la trucha y otros habitantes del río desaparecieron por que Iberdrola cortó totalmente el paso del agua secando el río desde la presa del Molinar hasta las inmediaciones de Jalance. Sólo cuando medió denuncia penal, la empresa hidroeléctrica volvió a proveer al río de caudal, pero el daño ya estaba causado. La empresa se escudó en que no estaba asignado caudal ecológico a este tramo del río (lo que era verdad) y en consecuencia procedieron a utilizar toda el agua para su aprovechamiento dejando el cauce seco. El Xúquer tras pasar debajo de Jalance se vuelve a calmar a la altura de la central nuclear de Cofrentes que utiliza su agua para refrigerar el reactor. La presa que lo detiene ya no es la antigua del embalse de "Embarcaderos" sino la de "Cortes II" que a pesar de encontrarse muchos kilómetros río abajo tiene mas altura que la primera. Además, el embalse de "Embarcaderos" se encuentra casi lleno de sedimentos que aportan el Xúquer y sobre todo el río Cabriel que se une al Xúquer bajo Cofrentes. El embalse "Cortes II" tiene unas aguas limpias y estabilidad en su nivel de agua, lo que le convierte en lugar privilegiado para la pesca deportiva, en el mismo se puede pescar el lucio, black-bass, la carpa, el barbo y últimamente las especies introducidas de forma ilegal del lucio-perca y el alburno. Sin embargo, la riqueza natural de este embalse esta siendo dañada por la sobre-pesca, ya que no se ha adoptado por los pescadores valenciano la cultura de "captura y suelta" que permite no agotar los recursos. Estas aguas son navegables para embarcaciones a motor, y eso se aprecia en sus orillas cuando en zonas totalmente inaccesibles se encuentran basuras. El embalse nos proporciona unos paisajes sorprendentes por su belleza, al sur la imponente Muela de Cortes, y al Norte en una península el Castillo de Chirel, a cuyos píes podemos visitar la Cueva Hermosa. Contrastando con el resto de elementos paisajísticos podemos ver desde cualquier punto las inmensas tuberías que suben desde el valle hasta la cima de la Muela para desembocar en la "Balsa de Cortes", el embalse totalmente artificial más grande de Europa (o eso dicen). La utilidad de este complejo es aprovechar el sobrante de energía de la cercana central nuclear en las horas nocturnas para bombear el agua desde el embalse hasta la balsa, soltando agua cuando existe demanda energética. Esta infraestructura se va a intentar aprovechar para el trasvase Júcar-Vinalopó, añadiendo otra obra más al ya muy dañado "Macizo del Caroig" Sin solución de continuidad el Xúquer después de "Cortes II" vuelve a remansar sus aguas en el embalse de "El Naranjero". Para acceder a él habrá que ir desde Dos Aguas hasta casi Millares, tomando una pequeña pista asfaltada que facilita unas vistas impresionantes del cañón del Xúquer , eso sí, casi sin arbolado por los múltiples incendios que ha sufrido la zona. "El Narajero" también dispone de aguas limpias donde se puede practicar la pesca deportiva, pero siendo casi imprescindible la utilización de una embarcación a remo o con motor eléctrico ya que el pantano se encuentra totalmente encajonado en el valle, sin que existan apenas orillas practicables. Poco después de la presa del "Naranjero" en un barranco de la vertiente norte del río esta el vertedero de Dos Aguas, donde va a parar todos los desechos del área metropolitana de Valencia. En Millares dicen: "Igual que sube la basura, un día bajará toda de golpe". El río en este tramo, tras la entrada en funcionamiento de la "Central de Millares" tiene un caudal ecológico muy escaso que dificulta la vida de las especies propia de un tramo de montaña como este. El Xúquer, tras recorrer penosamente este tramo encuentra su último obstáculo importante: el embalse de Tous. A pesar que su presa es la puerta a la comarca de "La Ribera", Tous tiene unos paisajes muy agrestes y desolados, al paraje sólo se puede acceder por una única carretera que llevaba hasta al antiguo pueblo de Tous, totalmente inundado, excepto la torre de su iglesia que, cuando el nivel de aguas es bajo, asoma desde el fondo del pantano. A partir de esa carretera sólo se puede utilizar embarcación sin motor a combustión, aunque no es raro ver a quien incumple la normativa. Navegar por sus orillas castigadas por los incendios e internarse por los cañones hasta Millares es toda una experiencia de soledad a sólo unos kilómetros de la "civilización". Desde la canoa es muy fácil ver a familias enteras de cabras hispánicas o jabalíes, así como gran variedad de aves, tanto de montaña como acuáticas. Tras la presa de Tous el Xúquer deja la montaña y llega a la llanura, primero se aprovecha sus recursos mediantes sucesivos azudes o pequeñas presas, entre ellos el " L'Assut d' Antella" presa que el Rey Jaime I el Conquistador mandó construir y del que nace la Acequia Real del Xúquer, con la consiguiente pérdida del caudal, que ya no recuperará. El Xúquer desde que entra a la provincia de Valencia no ha tenido un sólo tramo con su caudal íntegro. Ya en La Ribera, y pesar que ya se encuentra entre campos de cultivo, nuestro río mantiene sus aguas transparentes, aunque escasas, flanqueado por un espeso bosque fluvial. Descendiendo el río se observa que cuando algún agricultor ribereño acaba con esta vegetación el río arrastra las tierras de su parcela. Cada vez circulando por terreno más llano, su último y pequeño desnivel lo salva en Benimuslem, pero el río empieza a morir en Carcaixent y se convierte en una alcantarilla en Alzira, en pocos kilómetros sus aguas limpias se transforman en una masa maloliente con multitud de residuos flotantes,. El Xúquer ya sin corriente que favorezca la renovación de sus aguas, languidece hasta el azud de La Marquesa, donde son pocos los días en que el río logra superarlo, por lo que ya a 3 km del mar, el agua del río es ya agua salada. Los valencianos nos encontramos ante la agonía de una de nuestras más importantes bellezas naturales, un patrimonio que ciudadanos, autoridades e instituciones deben conservar antes de que sea demasiado tarde. De todos ellos depende que nuestros hijos y nietos puedan seguir viendo las cabras hispánicas y los jabalíes, puedan pescar y volver a entregar al río, lucios, carpas y barbos o navegar por las cristalinas aguas del Xúquer.