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Nuestro Planeta

Desaf�o al Determinismo

por Mae Van Ho Mae van Ho
<http://www.i-sis.org.uk
Traducci�n del portugu�s: Ing. Agr. Alberto J. Lapolla *

En contra del fundamentalismo gen�tico la ciencia busca teor�as que no cierren los ojos ante la relaci�n entre el genoma, la historia y la cultura.
Es impresionante como los fundamentalismos religioso y cient�fico se parecen. El fallecido Francis Crick gan� el premio Nobel juntamente con James Watson y Maurice Wilkins por trabajar en la estructura del ADN.
Reconocido como el nuevo Potentado de la biolog�a, public� el denominado Dogma Central, que decreta que la informaci�n gen�tica fluye linealmente del ADN hacia el ARN y desde �ste hacia las prote�nas, y nunca en direcci�n opuesta. Esa fue tambi�n otra manera de decir que los organismos vivos est�n determinados s�lo por su formaci�n gen�tica, negando que el Medio Ambiente tenga la m�s m�nima influencia en la estructura y funci�n de los genes.
El Dogma Central sirve como un guante (luva?) a la teor�a neodarwiniana de la Evoluci�n por Selecci�n natural, que afirma que el material gen�tico se transforma (muta) aleatoriamente y que los due�os de los mejores genes dejan mayor n�mero de hijos de la misma manera como son eliminados del mapa los individuos con los peores genes. La teor�a neodarwiniana es amada por los due�os del statu-quo porque ella da a los ricos y poderosos una cierta m�stica, como si fuesen los vencedores en al carrera en la lucha por la supervivencia de los mejor adaptados, como si poseyesen buenos genes (o buenas cr�as), en tanto los pobres y despose�dos s�lo pueden culpar (por su situaci�n) a sus malos genes .
La ca�da del Dogma.
Desde mediados de la d�cada de 1970, sino desde antes, los genetistas moleculares que realizan investigaciones sobre material gen�tico, vienen recogiendo evidencias que contradicen m�s y m�s el Dogma Central. Hay una cantidad inmensa de influencias cruzadas entre los genes y el ambiente en la vida de un organismo, influencias que no s�lo alteran las funciones de los genes, sino que tambi�n estructuran los genes y al Genoma. En el inicio de los a�os '80, emergi� una nueva Gen�tica; la del Fluir del Genoma (o de la Fluidez del Genoma). Sin embargo m�s all� de algunos herejes como Barry Commoner y yo, ninguno os� decir una palabra contra el Dogma Central o contra la teor�a Neo-Darwiniana de la evoluci�n. Las cosas parecen haber cambiado en los �ltimos dos a�os, gracias al buen sentido y al buen gerenciamiento del consorcio p�blico para el Secuenciamiento Gen�tico (Proyecto Genoma), que insisti� en que los genes secuenciados deber�an ser depositados en una �nica base de datos y que esta deber�a estar disponible libremente para todos los investigadores.
Los Bancos libres trajeron las evidencias. Esa base de datos no es muy �til para los negocios o para el descubrimiento de drogas, cosa que qued� clara con la ca�da una tras otra de las empresas de bioinform�tica que intentaron recoger y vender ese tipo de informaci�n. Pero, depositados en una base de datos y de acceso libre, esas informaciones se tornaron buenas para las investigaciones que exploran la pobreza de la ideolog�a del determinismo gen�tico, la misma ideolog�a que llev� a la construcci�n del Banco de Datos. Las evidencias contrarias al Dogma Central se apilan de tal manera, que los rumores de desaf�o al Dogma y de que una nueva teor�a es necesaria para ser colocada en lugar del Dogma Central, pueden ser o�dos hasta en las revistas cient�ficas tradicionales. Sin embargo a pesar de eso, el Dr. Ewan Birney -que inaugur� los estudios Francis Crick para la Real Sociedad Brit�nica en diciembre de 2003- realiz� un homenaje al Dogma Central con flechas apuntando de manera unidireccional del ADN hacia el ARN y de este hacia las prote�nas dejando de lado las muchas flechas que apuntan en sentido contrario.
�Cu�les son las �ltimas sorpresas deparadas por el fluyente y flexible genoma?

Un campo es el relativo a la importancia y expresi�n de la Epigen�tica, o sea, de las marcas qu�micas del ADN y de las prote�nas ligadas al ADN presentes en los cromosomas y que determinan los patrones de expresi�n de los genes o de cuales ser�n en definitiva los tramos le�dos del texto gen�tico. Esta afirmaci�n est� determinada de manera ostensible por la experiencia.
En la edici�n pasada de nuestra revista, Science in Society (
http://www.i-sis.org.uk/isisnews/sis20.php ) nosotros demostramos como la dieta de la madre y el estr�s pueden afectar los patrones de expresi�n gen�tica del embri�n y del feto, lo que determina el futuro de la salud de un individuo. En la actualidad los cient�ficos est�n encontrando genes que quedan marcados para toda la vida en cr�as de ratas, estando determinado esta marcaci�n estrictamente por el modo como sus madres cuidan de ellas en la primera semana de vida posterior al nacimiento. Esto no deja dudas respecto de que el ambiente da instrucciones sobre cuales ser�n los genes que estar�n involucrados (ligados).
Un Vac�o relevante (Lixo relevante?) Algunos pocos a�os atr�s, el 98% o m�s del genoma que no codificaba prote�nas era referido como ADN vac�o (lixo) ('genoma Basura'). Ya no m�s. El genoma tiene una estructura definida que se mantiene en base a su fluidez. Existe un alto grado de no-aleatoriedad en las partes del genoma que experimentan cambios. En tanto algunas partes son h�permutables, ciertas familias de secuencias est�n homogeneizadas para permanecer casi id�nticas, en tanto otras son ultraconservadoras, es decir que ellas permanecer�n totalmente sin cambios (mutaciones) por cientos de miles de a�os de evoluci�n. Y cuando algunas c�lulas permanecen acorraladas, metab�licamente hablando, pueden haber genes que se transformen, muten para sacarlas de esa situaci�n. Y lo m�s importante hay un enorme tesoro escondido en la parte aparentemente vac�a del genoma ('Genoma Basura'). Muchas secuencias que no codifican prote�nas, est�n sin embargo involucradas en la regulaci�n del desenvolvimiento y expresi�n de los genes.
Muchas de estas sorpresas est�n asociadas a descubrimientos que indican que la mayor parte de la acci�n no est� en las prote�nas, sino en las numerosas especies de interferencias del ARN en todos los niveles de lectura de informaci�n gen�tica: con el ADN, con otras especies de ARN o con las prote�nas.
Todo esto contradice al Dogma Central que postula un control mec�nico, lineal. En lugar de ello, camadas y m�s camadas de ca�ticas complejidades, sin coordenadas, en lo que parece en acuerdo com�n, en una incre�blemente elaborada y delicada danza de la vida, danza libre y espont�neamente realizando su existir.
No es que necesitemos de una nueva teor�a para sustituir al Dogma Central, sino que es algo m�s importante que eso. Nosotros precisamos de una nueva forma de conocer y concebir (sermos?) los organismos, algo que nos prevenga de -err�neamente- tomar a los seres vivos como m�quinas o herramientas. Ese es el cambio real.

Fuente: Planeta Porto Alegre <
http://www.planetaportoalegre.net/040908_1.htm>
Publicado en: Novedades de Biodiversidad en Am�rica Latina * Ingeniero Agr�nomo Genetista ex docente de la UNBA

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