George Basem K
Comité Democrático Palestino - Chile

El respaldo incondicional de Bush al Plan Sharon y su respectiva declaración negando el derecho al retorno de los refugiados palestinos a sus hogares de donde fueron expulsados, alineó nuevamente a EEUU con los israelíes intrometiéndose indebidamente en este tema sensible, al señalar que los refugiados palestinos deberán instalarse en el eventual estado palestino y por ende no pueden volver a sus propios hogares. A su vez, apoyó a Sharon en su afán de mantener la ocupación militar y las colonias sionistas en partes de Cisjordania.

Nuevamente, Bush viola la legalidad internacional, las resoluciones de la ONU 194 (sobre el derecho de los refugiados palestinos a retornar a sus casas) y las del Consejo de Seguridad 242 y 338 que indican claramente que Israel debe retirarse de los territorios palestinos ocupados.

Esta posición de Bush, es muy parecida a la nefasta declaración de Balfoure de 1917, cuando el entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, prometió a los sionistas su apoyo para "crear un hogar nacional para los judíos en Palestina", declaración que dio origen al drama del pueblo palestino y a la gravísima situación que vive el Medio Oriente.

Bush, con esta declaración, - al igual del tristemente recordado "Mr. Balfoure" - entrega lo que no le pertenece, a los que no les corresponde. ¿Que pasa si hoy, alguien se le ocurre entregar Minnesota a Canadá?

El mundo entero reprueba lo sucedido. La Unión Europea (UE) afirmó que el plan israelí de retirada de la franja de Gaza debe inscribirse en el plan de paz que apoya la comunidad internacional. En un comunicado, los Quince advirtieron que "la Unión Europea no reconocerá ningún cambio de las fronteras de antes de 1967 salvo las aceptadas por las dos partes".

El Presidente de Francia, Jacques Chirac, también mostró una posición crítica respecto al apoyo brindado por Estados Unidos a los planes israelíes de mantener los asentamientos judíos en Cisjordania. "La modificación unilateral de las fronteras sería un peligroso precedente", dijo Chirac.

Por su parte, una portavoz del secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó que éste "reitera su posición de que los temas del estatus final deben ser determinados en negociaciones entre ambas partes, en base a las resoluciones del Consejo de Seguridad". Annan "cree firmemente que ellos (los israelíes) deben abstenerse de emprender cualquier acción que pueda perjudicar o adelantarse al resultado de tales conversaciones", agregó la portavoz.

Los periódicos estadounidenses criticaron la decisión de Bush, y afirmaron que este respaldo podría retrasar el proceso de paz.

El diario "The Washington Post" sostuvo que el apoyo del Mandatario norteamericano a Sharon tenía el sentido de buscar los votos de la poderosa comunidad judía en Estados Unidos con mira a las elecciones presidenciales de noviembre.

Mientras "The New York Times" dijo que el cambio de política es "desafortunado y afecta severamente la credibilidad de EE.UU.", y que comprometerá cualquier intento de jugar "un rol de intermediario".

Lamentablemente, en el mundo de hoy, la lógica de Bush y de Sharon funciona y dan resultados. Las armas mandan y la legalidad pierde toda validez. Con este raciocinio estos dos personajes pretenden convencer al mundo que éste es el camino hacia la paz y la libertad.

Fuente auxiliar: El Mercurio de Chile, días 15 y 16 de abril de 2004.