De cómo Israel inventó la historia del "niño suicida"
Mundo árabe
Líderes palestinos acusaron el pasado 26 de marzo a Israel de fabricar una historia acerca de un niño de 14 años que, según fuentes israelíes, pretendía "autoinmolarse" en un ataque contra sus tropas.
El 25 de marzo, el Ejército israelí afirmó que había detenido a Husam Abdul, de Nablús, en un puesto de control situado al norte de Cisjordania con un cinturón con explosivos, y lo mostró a cámaras de televisión de varios países del mundo como ejemplo del "fanatismo" de los palestinos, que estarían enviando a niños a semejantes misiones. Los israelíes afirmaron también que algunos palestinos no identificados habían ofrecido al niño 100 shekels si realizaba un ataque suicida contra sus tropas.
Poco después, Yaqub Shahin, director general del Ministerio Palestino de Información, señaló, tras consultar con la familia del niño, que todo había sido un montaje de los israelíes y un típico ejemplo de intoxicación informativa. En una entrevista con la cadena de televisión Al Yazira, Shabin acusó a Israel de intentar justificar los asesinatos cometidos contra niños durante la intifada, mediante historias inventadas como ésta, que dan la falsa impresión de que los niños palestinos son potenciales atacantes suicidas. "Los militares israelíes tratan de que el mundo no sienta horror ante los crímenes contra niños que cometen diariamente", señaló Shahin. Por su parte, el diputado árabe-israelí Muhammad Baraka también mostró su incredulidad con respecto a la historia difundida por el Ejército israelí.
Hay que recordar que existen precedentes de otras historias falsas difundidas por el Ejército israelí en este mismo tema. Hace varias semanas otro niño, Muhammad Kuraan, también de Nablús, ocupó los titulares de la prensa internacional cuando los militares israelíes afirmaron haberlo capturado cuando se dirigía a realizar un atentado suicida contra un objetivo israelí. Sin embargo, cuando volvió a casa, Kuraan declaró que "los soldados israelíes me dijeron que si no decía lo que ellos querían, me matarían".
Un corresponsal de Al Yazira intentó conectar con un portavoz del Ejército israelí en Tel Aviv para que clarificara algunos puntos oscuros que se desprendían de la historia israelí. Uno de ellos era cómo alguien podría haber convencido al niño de que lanzara un ataque suicida a cambio de 100 shekels que cobraría cuando hubiera muerto. El periodista también preguntó al Ejército israelí por qué se encontraban las cámaras de televisión israelíes en aquel punto de control más de dos horas antes de que el niño fuera "capturado". Cabe señalar que el Ejército israelí no pudo o quiso dar una respuesta a ninguna de ambas cuestiones.
Asesinato de niños palestinos
Según los grupos de derechos humanos internacionales que trabajan en los Territorios Ocupados, el Ejército israelí ha matado a centenares de niños palestinos desde el estallido de la segunda Intifada hace ahora tres años y medio. Una portavoz del Observatorio de Palestina para los Derechos Humanos manifestó que el Ejército israelí y los colonos judíos han asesinado en ese tiempo a 263 niños, de edades comprendidas entre los pocos meses y los 14 años, y a otros 236 menores, de edades comprendidas entre los 15 y los 18 años.
El número total de palestinos muertos por Israel durante la actual Intifada es de 2.670. La cifra de heridos y de personas que se han convertido en minusválidas por las acciones del Ejército israelí asciende a varios miles más. Los grupos de derechos humanos han señalado que los soldados israelíes han matado deliberadamente a los niños como muestra el hecho de que la mayoría de los disparos que éstos últimos han recibido hayan sido dirigidos a la cabeza o pecho. Estos niños han sido tiroteados cuando lanzaban piedras a los soldados israelíes o cuando simplemente caminaban por la calle o se dirigían a la escuela.
A todo esto hay que sumar los serios daños psicológicos producidos por los ataques aéreos israelíes entre la población infantil palestina. Según la agencia Reuters, numerosos niños en la Franja de Gaza poseen síntomas del Desorden de Estrés Postraumático, tales como pesadillas, pérdida de apetito y depresión. Los aviones y helicópteros israelíes sobrevuelan de forma habitual las ciudades de Gaza y muchos niños relacionan este sonido con el ruido de las explosiones de cohetes y bombas, lo cual contribuye a hacer aumentar su angustia.
A esto hay que añadir el dolor causado por la muerte de familiares o amigos. En casi todas las familias palestinas hay, al menos, una persona que ha muerto en algún ataque del Ejército israelí. Hay que señalar, por último, que los continuos bloqueos de las ciudades palestinas han incrementado las dificultades para conseguir alimentos de todo tipo, incluyendo leche y otros productos habitualmente destinados a la población infantil.