El sindicalismo independiente del país colmó el Zócalo capitalino para anunciar que el paro de labores de hoy es apenas el inicio de una larga jornada opositora a la política de este gobierno y, frente a Palacio Nacional, dejó una advertencia: "Señor presidente Fox, sus reformas no pasarán". Decenas de miles de trabajadores refrendaron que, si es necesario, su movimiento llegará a la huelga nacional y que la próxima semana empezarán una segunda etapa de protesta todavía más enérgica.
Los dirigentes de los sindicatos del Instituto Mexicano del Seguro Social, Luz y Fuerza del Centro, Teléfonos de México, Universidad Nacional Autónoma de México y de tranviarios, entre otros, aclararon que con la suspensión de actividades de este día no dejarán sin servicios básicos al país y mucho menos desprotegerán a los derechohabientes. Y aun cuando miles de trabajadores cerquen este miércoles la Cámara de Diputados, tampoco impedirán el paso del mandatario, los legisladores e invitados al Informe presidencial. Por eso se desmarcaron de eventuales "sabotajes" y acciones que puedan realizar "esquiroles". El mandatario ''se va quedando solo''
En la víspera del cuarto Informe de gobierno del presidente Vicente Fox, las organizaciones afiliadas a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Frente Sindical Mexicano (FSM), Promotora Nacional contra el Neoliberalismo, El Barzón y diversos grupos sociales y políticos, como el PRD y el PT, marcharon de Paseo de la Reforma y el Monumento a la Revolución rumbo a la Plaza de la Constitución en una movilización de repudio a la reciente reforma a la ley del IMSS y la política económica y "antilaboral" de este gobierno. Los organizadores afirmaron que respondieron a la convocatoria más de cien mil trabajadores, mientras que la policía capitalina reportó alrededor de 50 mil asistentes.
"Se va quedando solo el Presidente", "el vacío moral empieza a rondar en todas sus decisiones. La corrupción se multiplica, el descrédito va en aumento", señaló en el templete instalado en el Zócalo el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Roberto Vega Galina, quien advirtió que hoy más que nunca la organización que él encabeza está obligada a la unidad.
Están soplando vientos de traición que hay que detener. La calumnia y el infundio quieren ganar terreno y es momento de decirles basta, planteaba el dirigente sindical ante los trabajadores ahí reunidos, mientras en la plaza se escuchó un rumor creciente que terminó en grito colectivo, escuchado por el líder desde el día que se aprobó la reforma: "¡renuncia al PRI!"
Vega Galina volvió a dejar sin respuesta este reclamo; en cambio, dijo: "Es tiempo de que la moral de nuestra organización se eleve. Es tiempo de cuidar cada una de nuestras decisiones y evitar toda provocación. A nuestros enemigos no podemos darles el gusto de vernos cometer errores, decisiones irreflexivas o actos de desesperación".
La lectura de su mensaje fue atropellada, quizá consciente de que bajo la responsabilidad de su comité recae la primera falta colectiva que efectuarán miles de trabajadores del IMSS, suspensión de labores que representa la primera en su tipo en toda la historia del instituto. Los dirigentes locales del SNTSS refieren que en 1943 hubo un movimiento que derivó en apenas un paro de una hora, así que hoy es el día para medir la fuerza real de su organización gremial. El paro de hoy
Los sindicalistas confiaron en que sí habrá Un día sin IMSS. Del lado del gobierno federal parece que el único gesto de llamar a la conciliación le tocó al titular del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, quien el lunes pasado se limitó a hacer una breve llamada telefónica a Vega Galina para pedirle "que reflexione". En realidad, relató Vega, fue un enlace rápido. ''Yo estaba a punto de subirme a un avión y en unos cuantos segundos terminó el consejo''.
Serán los líderes seccionales en quienes recaiga la efectividad del paro y estos ya organizaron a su gente. Todos ellos coinciden en dos puntos: que no se pondrá en riesgo la atención urgente o especializada y mucho menos se descuidará áreas prioritarias en la atención diaria, como ginecobstetricia, oncología, endrocrinología, ortopedia y las cirugías programadas, como se difundió ayer en varios medios de comunicación.
En la sección sindical 33, área en la que se ubican importantes unidades como La Raza y otros hospitales generales de zona, se atenderán todos los servicios, a excepción de la consulta externa, actividades administrativas y atención especializada de primer nivel. "Los compañeros están organizados de tal manera que habrá guardias suficientes" señaló Laura Narváez, secretaria general de esta sección.
En la 34, su dirigente, Oscar Gayoso, dijo que 90 por ciento de las guarderías de esta zona pararán; sólo en una, la 10 (en calzada de Tlalpan), "no hubo respuesta a la convocatoria", porque ahí hubo pleito entre los representantes sindicales. Explicó que de las 19 clínicas que comprenden esta sección, 12 participarán en el paro, es decir, 60 por ciento, y en el Centro Médico Nacional Siglo XXI no se interrumpirán las consultas programadas en áreas como quimioterapia, tomografía, pediatría y quirófanos.
Los servicios serán cubiertos con el personal necesario, pero 90 por ciento de las áreas administrativas no laborarán.
En la sección 37, que comprende clínicas como la 58, la 194 y la 220, la suspensión se efectuará en la atención de consulta externa de las unidades de medicina familiar. Según explicó su dirigente, Alfonso Santos, "no se va a exponer a los trabajadores", pero ya se tiene un amplio consenso entre ellos respecto de que es necesaria esta falta para que la institución entienda que necesita a los profesionistas y que no puede funcionar sin ellos, por lo que "o los respeta o el conflicto se agravará más", planteó.
Todos coincidieron en que el instituto ha emprendido una campaña de intimidación hacia los trabajadores y los "ha amenazado" con llevar a las unidades médicas notarios públicos que den fe de quienes no acudan a laborar y, en su caso, llegar a la rescisión contractual. No obstante, sostuvo, se ha cuidado especialmente los roles de guardia y no permitir faltas en aquellos empleados que ya tengan acumuladas dos ausencias.
El instituto ha repartido miles de volantes para que los trabajadores no acudan a la movilización. Hay esquiroles, apuntaron los líderes sindicales, y se trata de fincar responsabilidades a los trabajadores respecto a las faltas. Se les preguntó: "¿No temen que les achaquen un muertito?" Aclararon: "nacimientos y muertes ocurren todos los días en las unidades médicas, y los empleados de guardia tendrán iguales carencias de material, medicamentos y equipo que a diario".
En Telmex, confirmó el dirigente del sindicato de esta empresa, Francisco Hernández Juárez, el paro en servicios iniciará a las 14 horas. No habrá atención en planta exterior, comercial, servicios al cliente, mantenimiento a edificios y administrativo; no habrá suspensión de servicio telefónico porque éste es automático. Precisó que la comisión de telefonistas llegará a San Lázaro a las 16 horas y permanecerá hasta las 21.
Rosendo Flores Flores, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), detalló que suspenderán actividades casi 32 mil empleados cuya ausencia no pone en riesgo el servicio de energía eléctrica en el centro del país.
El SME fue uno los contingentes más nutridos en la marcha. Ocupó gran parte del Zócalo, por lo que la descubierta del sindicato del IMSS tuvo que esperar parada más de media hora a que el SME avanzara hacia la plaza para poder entrar por un pequeño espacio a un costado de la Catedral. Ante los suyos, que encendieron los ánimos con su tradicional puño en alto y la consigna "¡duro, duro, duro!", Flores explicó tres puntos para combatir el neoliberalismo. La idea, dijo como si fuera la continuación del mitin perredista del domingo pasado en favor del jefe de Gobierno capitalino, es construir un proyecto de nación alternativo, a partir de la restitución de la legalidad constitucional, en especial la enmienda a la ley del IMSS.
"Quienes violan la ley son Fox y sus secuaces, con el ilegal e inconstitucional desafuero político que pretenden contra López Obrador, sin importarles llevarse entre las patas los derechos democráticos de millones de ciudadanos." El segundo principio es partir de un diagnóstico objetivo de los grandes problemas nacionales y plantear soluciones en un marco de libertad, justicia y democracia. Por último, dijo, formular un proyecto de nación que nos permita organizar de mejor manera la resistencia y la unidad de los oprimidos para fortalecer la lucha para rescatar a México de las garras del neoliberalismo.
Hernández Juárez arengó a miles de trabajadores cuando citó el monto de las jubilaciones que perciben los funcionarios del IMSS. "¡Con qué autoridad Santiago Levy se permite cuestionar a los trabajadores, si él gana 10 veces más que el médico más preparado de la institución! ¡Con qué autoridad el gobierno federal cuestiona los salarios de los trabajadores, si tiene funcionarios con los sueldos más altos del mundo!
"Son cínicos; pretenden que el país sea viable en la medida en que los trabajadores se paguen su propia jubilación después de 37 años de servicio y el gobierno se limite a administrar nuestro dinero, para que en el momento menos pensado se lo roben, como el fondo del régimen de jubilaciones." Advirtió que quienes promueven las reformas se saldrán con la suya si los trabajadores "no damos el paso definitivo: la huelga nacional."
Este miércoles, precisó, termina la primera jornada de lucha. El lunes próximo, los dirigentes de la UNT y del FSM harán un balance y plantearán "una jornada aún más intensiva, para hacer frente al gobierno. No van a pasar por encima de nosotros y vamos a pelear con todo lo que tenemos".
Habían pasado casi cuatro horas desde que partió el contingente de los trabajadores del IMSS desde Paseo de la Reforma y seguían entrando agremiados de esta organización sindical al Zócalo. El ambiente no era como en otras ocasiones de fiesta, más bien de enojo. Lo de menos era innovar en las mantas y las consignas. No había para dónde hacerse. "Fox, hoy, hoy, hoy, no provoques al pueblo" o "Ni un voto al PRI-PAN", se leía en los carteles.
Asistieron los atencos con machetes en alto, los partidos comunistas y estudiantes. Acudieron organizaciones como sobrecargos, pilotos, empleados del Monte de Piedad, el Frente del Pueblo y Unios, entre muchos otros.
En el Zócalo destacó una enorme manta que rezaba: "El error más grande de este gobierno, querer medir fuerzas con el pueblo". Ayer, cuando concluyó la marcha, empezó la nueva jornada de movilización.