Latinoamérica
|
Victoria del sindicalismo de clase en las elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores
Raúl Blanchet
El Siglo
El reciente proceso eleccionario de la CUT superó muchas expectativas. Pero,
sobre todo, terminó por sepultar los vaticinios que hace algunos años hablaban
de que el organismo se reducía cada vez más.
Además, debió derrotar los intentos de ex integrantes de su directiva por
desgajar sindicatos afiliados y llevarlos lejos de la multisindical. Un
escenario difícil, del que sale la Central más decidida a jugar un rol superior
en la vida nacional.
Las elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), realizadas
el pasado 26 de agosto, arrojaron dos sorprendentes resultados: la masiva
participación de afiliados, que sobrepasó al medio millón de personas y, además,
el fracaso rotundo de los intentos por fragmentar a la multisindical, impulsados
por el Colectivo Sindical Siglo XXI, que desembocó en la constitución de la
UNETE, sin que se produjera una fuga masiva de sindicatos y socios de la CUT.
Pese a los intentos por socavar las bases de la CUT, ninguna organización se
retiró de ella y ningún dirigente dejó de votar, aseveró Arturo Martínez.
Las cinco listas participantes presentaron 103 candidatos al Consejo Directivo
Nacional de la CUT, en representación de 520.000 afiliados, cifra que supera
auspiciosamente, los 400.000 contabilizados hasta hace dos años.
Por otra parte, la presencia de una lista de la Concertación despachó una
potente señal de rechazo a quienes intentaron promover la deserción masiva de
socios de la CUT mediante la conformación de UNETE.
La CUT no sólo confirmó que es el organismo sindical más representativo de los
trabajadores chilenos, sino que afianzó el rumbo determinado por el Congreso
Refundacional, en que estableció un programa para convertirse en una entidad de
importante peso político y social en la vida del país.
Los resultados
De acuerdo a los resultados obtenidos en los 47 lugares de votación que operaron
el 26 de agosto, el Colegio Electoral Nacional (CEN) contabilizó un total de
678.062 votos –ponderados según reglamento- y que otorgaron la primera mayoría
al actual presidente de la Central, Arturo Martínez, cuya lista superó en
estrecha llegada a la encabezada por el secretario general, José Ortiz, por un
margen de 3,35%.
La lista D (PS), encabezada por Martínez, obtuvo finalmente 252.575 votos, con
el 37,25% y sumó 17 consejeros nacionales; la lista A (PC), encabezada por Ortiz
logró 229.891 votos, con el 33,9% y 15 consejeros nacionales; la lista B (Fuerza
Social), encabezada por Miguel Soto, alcanzó 60.754 votos, equivalentes al
8,96%, y 4 consejeros nacionales; la lista C (DC-PRSD), encabezada por María
Rozas, recibió 102.657 votos, con el 15,14% y 7 consejeros nacionales; y la
lista E (PS), encabezada por Roberto Alarcón, alcanzó a 32.183 votos, con el
4,75% y 2 consejeros nacionales.
De esta manera, los 45 integrantes del Consejo Directivo Nacional, serán: Por la
lista A: José Ortiz (39.029 votos), Jorge González (18.825 votos), Jorge Araya
(13.739 votos), Jaime Gajardo (13.699), Guillermo Salinas(19.425), Angela Rifo
(14.157) Danilo Jorquera (9.938), Guillermo Scherping (8.631), Marcos Canales
(8.457), Gloria Blanco (7.031), Moisés Labraña (10.361), Eduardo Paredes
(10.921), Julio Arancibia (9.404), Sergio Sepúlveda (9.988) y Ricardo Maldonado
(10.457).
Por la lista B: Miguel Soto (14.834 votos), Etiel Moraga (9.492), Juan Díaz
(4.864), Jorge Pavez (13.988).
Lista C: María Rozas (16.062), Jorge Consales (12.721), Nolberto Díaz (10.228),
Guillermo Lamaitre (6.047), Héctor Fernández (5.711), Juan Díaz (4.551) y José
Ortega (5.293).
Lista D: Arturo Martínez (94.570), Héctor Sandoval (7.156), Cijifredo Vera
(8.570), Hernán Bravo (6.126), Manuel Muñoz (6.330), Ana Bell (13.077), Juan
Arcos (6.999), Laura San Marín (7.555), Silvia Aguilar (5.261), José Sandoval
(5.010), Víctor Ulloa (11.291), Ana María Muñoz (7.324), Jessica Camusett
(9.040), Rafael García (6.653), José Manuel Díaz (8.446), Francisco López
(6.527) y José Galaz (4.408).
Lista E: Roberto Alarcón (7.472) y Hugo Rojas (5.914).
Sorpresas y proclamaciones
El Consejo Directivo Nacional deberá constituirse dentro de los próximos días
para iniciar sus funciones y determinar la composición del Comité Ejecutivo
Nacional de la Central, al que las listas tienen derecho a designar un
integrante por cada tres de sus candidatos electos.
El presidente será, sin discusión, el actual timonel, Arturo Martínez, que fuera
proclamado como tal por José Ortiz y Héctor Fernández al día siguiente de la
votación, cuando se había escrutado sobre el 40% de los votos.
Según informaciones del periódico Chile Justo, perteneciente a la CUT, Ortiz
manifestó el reconocimiento de la lista A al triunfo de Martínez y su lista, al
mismo tiempo que informó de la renuncia de su lista a competir por la
presidencia de la Central. Cabe señalar que el estrecho margen que separó a
ambas listas se dio en el marco de una reñida disputa voto a voto.
Además de reconocer el triunfo de Martínez, José Ortiz señaló que entregaban al
timonel de la CUT la responsabilidad de constituir un Comité Ejecutivo que dé
cuenta de las sensibilidades, de manera que la Central resulte fortalecida.
El dirigente del cobre Héctor Fernández felicitó a Martínez por el triunfo y
expresó el convencimiento de que merece formar una mesa directiva de consenso
como le resulte más conveniente, que posibilite la realización del proyecto que
llevó adelante exitosamente con la directiva anterior.
La apretada disputa entre las dos listas más votadas estuvo a punto de hacer
fallar los pronósticos más avezados, cuando la votación de la lista C, del
Partido Comunista, se alzó por sobre todas las expectativas, sorprendiendo
incluso a sus integrantes con votaciones como la alcanzada en Concepción, donde
obtuvo más de 24.000 sufragios, contra los casi 10.000 de la lista encabezada
por el actual timonel de la CUT, Arturo Martínez.
Resulta significativo que los representantes del Partido Comunista en el Consejo
Directivo Nacional hayan pasado de 8 a 15 consejeros, toda vez que originalmente
contaban con 11, hasta que tres de ellos (Miguel Soto, Etiel Moraga y Jorge
Pavez) pasaron a integrar la organización Fuerza Social, alejándose de la
colectividad mucho antes de las elecciones.
Los nombres elegidos por las cinco listas participantes: A, La CUT eje de la
unidad del pueblo; B Convergencia sindical; C, Para volver a creer la justicia
social es posible; D Autonomía para el sindicalismo que necesitamos; y E,
Socialistas por una CUT democrática y clasista, dan cuenta de que el espíritu
imperante en la contienda electoral fue en todo momento en pos de la unidad, la
autonomía, para alcanzar mayores avances democráticos internos, estar junto al
pueblo y bregar por mayor justicia social.
Arturo Martínez, presidente de la CUT
Arturo Martínez manifestó estar feliz por la altura de miras y responsabilidad
con que actuaron las listas durante todo el proceso eleccionario, que lo instala
al frente de la CUT por otros cuatro años.
Enfatizó que la CUT ya no se enfrascó en una competencia torpe por cargos más o
menos, lo que revela el grado de madurez alcanzado por los dirigentes.
Anunció que el período que viene será la continuación de lo que se venía
realizando para fortalecer a la Central, para lo que se propone durante los
próximos cuatro años contar con un millón de trabajadores afiliados y activos en
sus organizaciones sindicales, que es la única forma en que los trabajadores
pueden defender sus derechos.
Martínez enfatizó su disposición a que el movimiento sindical chileno sea parte
del movimiento sindical internacional y del proceso de integración que
experimenta Latinoamérica y a construir un bloque sindical de los países de
América del Sur, para lo que se realizará una cumbre sindical en el marco de la
APEC. En el encuentro sindical se debería "repensar" la agenda social de los
trabajadores, precisó el dirigente.
El gran desafío –subrayó- es hacer que la CUT sea reconocida por el conjunto de
la sociedad y que no sea un organismo exclusivo de los trabajadores, sino del
pueblo, de modo que se haga cargo de los problemas más angustiantes –cesantía,
pobreza, y exclusión- que viven los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El sindicalista reiteró entre los objetivos de la CUT la aspiración a ganarse el
cariño del pueblo y su apoyo para alcanzar una alianza política y social que
impulse la conquista definitiva de un país justo.
Reiteró la disposición de la CUT a dialogar con el gobierno, en la medida que
sea un esfuerzo franco de la autoridad, en donde no se trate de imponer más
flexibilidad a los trabajadores. Anunció que será una CUT que no esquivará el
diálogo, pero tampoco la movilización cuando se requiera.
Martínez declaró que se debe rayar la cancha de nuevo, porque el actual trazado
fue hecho por la dictadura de Augusto Pinochet, proceso en el que no
participaron los trabajadores. Por eso, llamó al gobierno, parlamento y
empresarios a realizar un nuevo trazado de la cancha para dialogar.
Arturo Martínez sostuvo que antes de fin de año debe ser reformada la justicia
laboral, iniciada la reforma al sistema de pensiones y comenzado el debate sobre
la ley de despidos.
José Ortiz, segunda mayoría individual
Hacia una amplia unidad del pueblo
El secretario general de la CUT, José Ortiz, manifestó estar satisfecho con la
alta participación de trabajadores en el proceso electoral y la enorme muestra
de unidad dada por el organismo, respecto a lo cual subrayó la participación de
gremios que supuestamente se habían separado de la Central. Destacó que incluso
votaron dirigentes que efectivamente se alejaron de la CUT, pero que con este
gesto mostraron que seguían siendo parte de la multigremial, tal como sus bases
los habían mandatado.
De acuerdo a informaciones del periódico Chile Justo, Ortiz señaló que se
enfrentan tiempos que no dan lugar al egoísmo, por lo que se debe preservar las
mejores tradiciones del movimiento sindical para desarrollar el proceso unitario
que tanto ha costado pero que se encuentra maduro.
El sindicalista calificó el proceso electoral como uno de los más participativos
en la historia de la CUT, pese a que reconoció insatisfacción personal respecto
al sistema de votación, no obstante -agregó- que nada empaña la jornada que
significó un importante salto para la organización.
Al examinar el proceso electoral, Ortiz valoró la disposición de los dirigentes
que esperaron hasta cinco horas para votar, lo que mostró una enorme disposición
para expresar su voluntad. Sin embargo, fustigó los errores que registró el
procedimiento eleccionario, los que llevaron a esos importantes retrasos, así
como señaló errores en el proceder del Colegio Electoral, los que pudieron ser
superados sin provocar las graves dificultades que pudieron haber producido.
Destacó la masiva participación que ascendió a más del 70% del universo
electoral –según el dirigente-, y el gran respaldo obtenido por la lista que
encabezó.
Consideró que se trató de un respaldo a lo realizado, reconocido por los
trabajadores, no obstante la existencia de insuficiencias y errores que deben
ser superados. Pero por sobre todo, constató el reconocimiento al vínculo con
los trabajadores, que les permite ser escuchados allí donde llegan, lo que
consideró un importante logro para la Central, pues los dirigentes pasan y el
movimiento sindical permanece, en este caso, encarnado en la CUT.
Resaltó el fracaso de quienes intentaron quebrar la Central, ante el compromiso
y voluntad de los trabajadores organizados con su organismo sindical. Así quedó
demostrado con la participación en las urnas de dirigentes que supuestamente ya
no estaban en la CUT, al igual que sus respectivos sindicatos, lo que fortaleció
a la multisindical.
José Ortiz aseveró que el aumento de las visitas a sindicatos y a diversos
lugares del país, motivado por la campaña electoral, permitió a muchos
dirigentes percatarse de cuán útil resulta el organismo y cuánto se requiere que
la CUT mantenga una estrecha vinculación con diferentes sectores de la sociedad
y muy especialmente con los trabajadores, por lo que se debe seguir trabajando
en esa dirección.
Es el camino para impulsar el proyecto de convertir a la Central en el eje de la
unidad del pueblo, pues los trabajadores no pueden luchar solos contra el
sistema, por lo que deben unirse con otros sectores para transformar la sociedad
en una más fraternal y solidaria, concluyó el sindicalista, segunda mayoría
nacional individual en los comicios.