Latinoam�rica
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Venezuela, mas cerca de la ratificacion de chavez
Miguel �ngel Ferrari
miguelferrari@arnet.com.ar
En ocho d�as, los ciudadanos de Venezuela concurrir�n a las urnas para
ratificar o revocar la presencia de Hugo Ch�vez Fr�as en la primera
magistratura.
Esta consulta solo es posible en Venezuela. No hay otro pa�s de Am�rica �y
probablemente del mundo� donde la Constituci�n contemple la revocatoria de
mandato, al promediar el tiempo establecido para el ejercicio de la funci�n para
la cual un representante ha sido elegido. Este ejemplo de democracia
participativa, que nos hace recordar aquellas palabras del general Jos� Artigas,
cuando en 1811 le dijo a su pueblo reunido en asamblea: "mi autoridad emana de
vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana", est� inscripto en la nueva
Constituci�n Bolivariana elaborada en la Convenci�n Constituyente convocada por
el presidente Ch�vez a poco de asumir la presidencia y ratificada en 1999
mediante la realizaci�n de un refer�ndum.
Este es el mecanismo constitucional al que recurri� la oposici�n venezolana para
tratar de obtener la separaci�n del presidente Ch�vez de su cargo.
Es bueno recordar que �ste no fue el primer recurso al que apel�. Ocurre que la
oposici�n, comandada por los integrantes de los dos partidos tradicionales de
Venezuela (la Alianza Democr�tica y el COPEI), caracterizados por su profunda
corrupci�n y adhesi�n a los principios del neoliberalismo; por la c�pula de la
no menos corrupta Central de los Trabajadores de Venezuela (CTV), donde la
burocracia sindical se halla incrustada desde d�cadas, contribuyendo a la
profundizaci�n de la explotaci�n y �finalmente� la exclusi�n de grandes masas de
la poblaci�n; la jerarqu�a de la Iglesia Cat�lica de Venezuela y la otrora
todopoderosa Embajada de los Estados Unidos... ocurre que esta oposici�n
dec�amos... estaba muy apurada en desplazar a Ch�vez del gobierno. No ten�a
tiempo que perder, como para esperar que el presidente cumpla la mitad de su
mandato, tal como lo establece la Constituci�n. Y, no ten�a tiempo, porque el
presidente hab�a comenzado a poner en pr�ctica los preceptos constitucionales
que establecen �entre otras tantas cosas� una justa distribuci�n de las
riquezas, una reforma agraria que tienda a dividir los latifundios en beneficio
de quienes trabajan la tierra, el respeto por las condiciones de trabajo y la
calidad de vida de los ciudadanos, la propiedad nacional de los fundamentales
recursos econ�micos del pa�s �particularmente el petr�leo, del cual es el quinto
productor mundial y el tercer proveedor de los Estados Unidos�, la defensa de la
soberan�a nacional en el m�s amplio sentido de la palabra, para solo citar
algunas de las cl�usulas de esa Carta Magna.
Cuando el gobierno de Ch�vez se dispuso a aplicar la Constituci�n tal como la
hab�a refrendado su pueblo, los sectores del privilegio �que primero trataron de
comprarlo con todo tipo de ofrecimientos� siguiendo la tradici�n de las
democracias formales, vac�as de contenido popular, comenzaron las actividades
golpistas.
As� fue en abril de 2002, cuando ayudados por militares antidemocr�ticos y
tutelados por la Embajada estadounidense se apropiaron del poder, secuestraron
al presidente Ch�vez y asumieron la presidencia, a trav�s de la tragic�mica
figura del titular de la asociaci�n de los empresarios venezolanos, Pedro
Carmona. Lo primero que hizo este dictadorzuelo por 48 horas fue suprimir la
Constituci�n Bolivariana y todas las instituciones contempladas en esa Carta.
Este golpe dur� muy poco, el pueblo venezolano le torci� el brazo a los
pinochetistas vern�culos y a sus protectores instalados en Washington y en
Madrid, en tiempos del vasallo gobierno de Aznar. La contribuci�n que la mayor�a
de los habitantes de Venezuela realizaron con este acto al conjunto de Am�rica
latina, hasta el d�a de hoy todav�a no se puede mensurar. Derrotar a la
oligarqu�a de su pa�s y al imperio que la respaldaba, se ha constituido en un
imborrable ejemplo a imitar en todo el continente, si alg�n d�a ello llegara a
ocurrir en alguno de nuestros pa�ses.
El presidente Ch�vez volvi� a ocupar el Palacio Miraflores, mucho m�s
fortalecido luego de la destituci�n de los militares golpistas. Pero las clases
dominantes, poseedoras de la inmensa mayor�a de los medios de comunicaci�n de
masas, no permanecieron pasivas. Los privilegios se defienden a sangre y fuego.
Y fue as� que retomaron las actividades antidemocr�ticas con sabotajes, lockouts
patronales y supuestas huelgas sindicales, promovidas por los bur�cratas de la
CTV, especialmente en la petrolera PDVSA, donde los huelguistas no eran los
trabajadores sino los centenares de jefes y gerentes acostumbrados a manejar la
empresa estatal como si fuera privada, generalmente en beneficio de uno de sus
principales clientes: los Estados Unidos de Norteam�rica.
Mientras paralizaban al pa�s, sumiendo en el caos a la producci�n y al
transporte del petr�leo (el principal rubro del pa�s) solicitaban que el
presidente abandonara el cargo de inmediato. Una vez m�s se limpiaban con la
Constituci�n, que ahora utilizan para tratar de revocar el mandato presidencial.
El sabotaje patronal fue, como todos sabemos, desarticulado. La actividad
econ�mica retom� su ritmo. El crecimiento de la econom�a de Venezuela �despu�s
de la ca�da� se constituy� en uno de los m�s importantes de Am�rica latina. El
gobierno garantiz� el respeto a las instituciones. Se recogieron las firmas para
solicitar el refer�ndum revocatorio, muchas eran falsas, pero finalmente el
Tribunal Electoral, luego de escrutar y separar las aut�nticas de las
adulteradas, concedi� la realizaci�n de la consulta, que tendr� lugar el domingo
15 de agosto.
No obstante ello, las clases privilegiadas que siempre antepusieron sus
intereses a los de la sociedad en su conjunto, mientras transitaban los caminos
civilizados establecidos en la norma jur�dica, no dejaban de actuar en el
terreno de la sedici�n. Artefactos explosivos detonaron en las embajadas de
Espa�a y Colombia, felizmente sin v�ctimas; paramilitares colombianos ingresaron
a territorio venezolano atra�dos por nefastos personajes de la oposici�n con el
prop�sito de realizar actos terroristas, de los cuales el principal consist�a en
asesinar al presidente de la Rep�blica; se comprob� que estos delincuentes
provenientes de Colombia se hallaban relacionados con algunos oficiales en
actividad de Venezuela; hace quince d�as fueron robados 67 kilogramos del
potente explosivo C-4 en una base de la marina de guerra; en tanto que, de un
puesto militar cercano a Caracas, fueron hurtados 14 fusiles de asalto, una
subametralladora y otros pertrechos. A mediados de julio, la polic�a hall� casi
dos toneladas de explosivos en una hacienda del centro del pa�s.
En este marco de violencia y mentiras de los grandes medios de comunicaci�n, se
est� desarrollando la etapa preelectoral. El economista y pol�tico colombiano
H�ctor Mondrag�n ha denunciado que se est�n realizando entrenamientos de grupos
paramilitares venezolanos en la regi�n de la frontera con Colombia para
controlar una posible insurrecci�n popular en caso de que la oposici�n no
respete un resultado electoral favorable a Ch�vez. "Si eso acontece �se�ala
Mondrag�n� ser� la colombianizaci�n de Venezuela. Ser�n conformadas las
Autodefensas Unidas de Venezuela, que est�n siendo entrenadas por paramilitares
colombianos y van a dar inicio a una serie de actos de violencia y pr�cticas
terroristas en el pa�s".
Estas acciones y la pr�dica de la violencia, a medida que los sondeos de opini�n
se vuelcan a favor de Ch�vez, se tornan cada vez m�s desembozadas. El caso
paradigm�tico lo proporcion� el ex presidente venezolano Carlos Andr�s P�rez,
radicado en Miami, luego de permanecer en prisi�n en su pa�s a causa de actos de
corrupci�n durante su gesti�n, cuando manifest� �el domingo 25 de julio� al
peri�dico opositor El Nacional: "No soy partidario de la violencia, pero es tal
el hundimiento que ha causado Ch�vez que no queda otro camino". Al tiempo que
consider� que un derrocamiento de Ch�vez "es indispensable para pensar en otro
pa�s". Por si sus palabras no fueron lo suficientemente interpretadas agreg� "yo
estoy trabajando para sacar a Ch�vez. La v�a violenta permitir� sacarlo. Es la
�nica que tenemos".
Nunca viene mal recordar que, durante el �ltimo mandato de Carlos Andr�s P�rez,
fruto de la aplicaci�n de las pol�ticas neoliberales que �entre otras cosas�
provocaron un desmedido aumento de los bienes de consumo b�sicos, ocurri� un
levantamiento conocido como "El Caracazo", en el que m�s de 3.500 personas
fueron asesinadas por la Fuerzas Armadas, que actuaban bajo las �rdenes del
Poder Ejecutivo.
Como se ver�, los "dem�cratas" como Carlos Andr�s P�rez se est�n poniendo un
poco nerviosos. Es probable que estos problemas neurol�gicos est�n relacionados
con las cifras que proporcionan las encuestas de opini�n .
La oposici�n, de acuerdo al texto constitucional y a las leyes que lo
reglamentan, deber� sumar tres millones 800 mil sufragios para lograr el
alejamiento de Ch�vez. Un sondeo realizado por la firma North American Research
divulgada a principios de julio, se�ala que el presidente venezolano ganar�a el
refer�ndum con el 57 por ciento de los votos.
Por su parte, el diario La Naci�n de Buenos Aires del jueves pasado (que no
oculta sus simpat�as por la oposici�n) se�ala que "los analistas indican que, en
medio de un escenario confuso, el presidente parece estar ganando terreno frente
a la oposici�n", para agregar luego "las diferencias que exist�an en favor de la
oposici�n ya no existen. La tendencia es a una recuperaci�n de las fuerzas de
Ch�vez y a un retroceso de la oposici�n", reproduciendo declaraciones del
director de la encuestadora privada Datan�lisis. Con un margen de error estimado
del 5 por ciento, otras dos encuestas �difundidas en los �ltimos d�as� revelaron
una clara ventaja en favor de Ch�vez. Los sondeos le daban al presidente entre
once y 25 puntos por encima de la oposici�n.
El temor del gobierno de los Estados Unidos radica en que si Ch�vez gana el
refer�ndum, lo animar�a a extender su pol�tica "populista" por el resto de
Am�rica. Generalmente lo que le produce preocupaci�n a Washington, nos produce
alegr�a a los latinoamericanos. �Vaya a saber uno por qu�!
Note: "Con los ojos del sur", columna de opini�n emitida el s�bado 3 de agosto
de 2004, en el programa "Hip�tesis", LT8 Radio Rosario, Argentina.