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Ecuador A propósito de la última movilización indígena
Ni pesimismo, ni divisionismo
Edgar Isch *
Quincenaro Tintají /
Quito Segunda Quincena de Junio de 2004 Desde los grandes medios de
comunicación, se viene creando muchas dudas sobre la fortaleza del movimiento
popular en general, y del movimiento indígena en particular. Como siempre, se
empezó ocultando las movilizaciones en provincias, sacando tomas interesadas de
grupos menores y callando las acciones de gran participación, así como enfocando
la atención casi exclusivamente en el llamado al levantamiento indígena, para
más tarde revelar posiciones divergentes y hablar de crisis, división o
terminación de anhelos populares. Ello ha estado matizado con el falso supuesto
de que quién decide la caída o permanencia de un gobierno son los
socialcristianos y la embajada yanqui, sin importar el accionar social.
Si bien es cierto que no existió un levantamiento en los términos de una acción
de grandes proporciones, cercanas a una presencia insurreccional de los pueblos
del Ecuador, no es menos cierto que importantes sectores se movilizaron y que,
en casos como el de las organizaciones del Frente Popular, vienen manteniendo un
proceso continuo de reuniones y acciones que hablan de su vitalidad. En el caso
de la CONAIE, la presencia en provincias de la Sierra no fue poca, pero es
cierto que se evidencia un punto de inflexión que en nada anula ni su historia
ni su rol en los momentos actuales. Salir de ese momento, con más fortaleza, no
dependerá de declaraciones mediante las cuales algunas personalidades, muchas
mestizas, pretenden resolver sus propios problemas de representatividad
endilgándolos al movimiento, sino que será el resultado de un amplio debate
anunciado por los propios dirigentes de la CONAIE para realizar desde dentro un
balance de lo actuado en los últimos años, redefinir su direccionalidad y asumir
los avances y problemas de manera que permitan recuperar el alto posicionamiento
del movimiento indígena dentro de la lucha emancipadora de los pueblos y los
trabajadores del Ecuador.
Un momento de inflexión en un movimiento social no es algo nuevo. La historia de
la lucha por la emancipación de la humanidad está llena de zigzags y
dificultades, pero la tendencia a la creciente participación popular y de las
nacionalidades en la definición de los destinos del país es innegable más allá
de la coyuntura. Claro, siempre hay los que desean aprovechar el momento para
iniciar el retroceso y acomodarse a la sombra del poder. De allí que ataques a
los "etnicistas" van acompañados de propuestas que aislarían al movimiento
indígena o que hablen de "emepedización" cuando quieren sostener que los
indígenas deben dejar de lado posiciones radicales, pasen a la pasividad y el
conformismo.
Quienes así hablan, vale la pena recordarlo, son frecuentemente los mismos que
en otro momento sostenían que la CONAIE y Pachakutik debían abrirse campo en la
Costa hablando con Yoice Ginnatta y compañía.
Todo lo que afecte la unidad de los sectores populares favorece a los "dueños
del país". Todo lo que signifique incrementar los acercamientos entre las
fuerzas populares, favorecerá a los pobres y a los pueblos del Ecuador. No hay
otra alternativa, de nada sirve buscar "terceras vías" que siempre acaban en el
patio trasero de los oligarcas. La unidad de las organizaciones entre sí y con
sus bases será la garantía para poder avanzar en un proyecto común expresado en
el Programa de Gobierno firmado a inicios de año y en las luchas que cada día
nos encuentran cobijados bajo intereses comunes de las mayorías.
La realidad de las organizaciones populares, su historia y la manera como en la
lucha han salido de monentos de quiebre anteriores, no nos permite caer en el
pesimismo promovido por la prensa de los oligarcas ni caer en divisionismos. El
debate sincero y sobre temas políticos claves como el poder y la unidad, nos
permitirán ir más rápido sobre una senda que tenemos todos marcada y que se
resume en soberanía, interculturalidad, trabajo, participación alternativa y fin
del mercantilismo que condena a la dictadura del mercado incluso a los derechos
básicos y la vida natural.
* Ex Ministro de Medio Ambiente de Ecuador