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Latinoam�rica

"Voy a coger para Venezuela"

Redacci�n Judicial
El Espectador

El fortalecimiento del paramilitarismo en Norte de Santander, y sus comprobados tent�culos en C�cuta, La Gabarra, Tib� y en general en la selv�tica zona del Catatumbo, constituyen el eje de la proyecci�n de este grupo armado ilegal hacia territorio venezolano, y el punto de partida de un esc�ndalo internacional que el presidente Hugo Ch�vez calific� como una conspiraci�n de ultraderecha para desestabilizar su gobierno y perpetrar acciones al margen de la ley en el vecino pa�s.
El viernes pasado, cinco d�as despu�s de la captura en una finca de las afueras de Caracas de m�s de un centenar de colombianos, al parecer paramilitares, el jefe de Estado venezolano denunci� que el complot en su contra estaba orquestado por tres reconocidos jefes paramilitares de Norte de Santander: Jos� Ernesto Ayala, conocido como Lucas; Rafael Antonio Oma�a, alias comandante Richard, y Jefferson Guti�rrez, o comandante Jefferson, quienes seg�n Ch�vez habr�an dirigido la infiltraci�n paramilitar desde territorio colombiano.
Coincidencialmente, el esc�ndalo por la presencia paramilitar en el vecino pa�s estall� en el mismo momento en que la Fiscal�a colombiana reconoci� que la ex directora seccional de Fiscal�as de C�cuta, Ana Mar�a Fl�rez Silva, formaba parte de una asociaci�n delictiva con sujetos dedicados al paramilitarismo, a quienes les informaba sobre las acciones de las autoridades en su contra. Aunque desde el pasado 4 de mayo el ente investigador orden� la captura de la ex funcionaria, s�lo horas despu�s de iniciado el esc�ndalo en Venezuela trascendi� que hab�a salido del pa�s con rumbo a Miami.
Sin embargo, de las pesquisas que realiz� la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscal�a para develar los nexos de Ana Mar�a Fl�rez con el paramilitarismo, se desprende informaci�n que, en parte, puede explicar c�mo desde Norte de Santander se estaban orquestando acciones ilegales en la frontera colombo-venezolana. En concreto, de las investigaciones contra Magally Janeth Moreno Vera, una ex funcionaria del CTI al servicio de la ex fiscal fugitiva, se puede inferir que los planes del paramilitarismo en esta regi�n del pa�s se estaban internacionalizando en Venezuela.
Extra�as conversaciones
El Espectador conoci� detalles de los procesos 1.695 de la Unidad de Derechos Humanos y 7.635 de la Unidad Delegada ante la Corte Suprema de Justicia. En ellos no s�lo se esclarece parte de las acciones ilegales del paramilitarismo en la regi�n, sino que las alusiones al vecino pa�s no pasan desapercibidas. "Voy a entregar aqu� la parte urbana y voy a coger para Venezuela", coment� un tal Reynaldo en di�logo con unos de los jefes de la organizaci�n en la capital nortesantandereana. Otras frases de conversaciones interceptadas por la Fiscal�a y la Dij�n de la Polic�a tambi�n constatan que las acciones ilegales de las autodefensas en Norte de Santander pasaban por territorio venezolano. (Ver recuadros anexos).
De igual modo, en el voluminoso expediente contra la ex investigadora Magally Moreno se esclarece la organizaci�n jer�rquica del paramilitarismo en Norte de Santander. Hay dos bloques: uno es el Bloque Frontera, comandado por un sujeto a quien se conoce como La Iguana y al que las autoridades han individualizado como Jorge Iv�n Laverde; el otro es el Bloque Cazadores, comandado por el sujeto apodado como Mauro. Desde Puerto Santander hacia abajo le pertenece a La Iguana, y de Puerto Santander hacia arriba le pertenece a Mauro. Y todo el departamento a alias Camilo.
Es decir, Camilo, cuya identidad tratan de establecer los organismos de inteligencia del Estado, es el m�ximo comandante en una regi�n donde desde finales de los a�os 90 se ha posicionado territorialmente el modelo implantado por las autodefensas. Durante muchos a�os las organizaciones guerrilleras, en especial del Ej�rcito de Liberaci�n Nacional, mantuvieron la hegemon�a en el departamento y, de hecho, sus incursiones hacia territorio venezolano causaron fricciones con otros gobiernos del vecino pa�s. Pero con el auge de la coca en el Catatumbo las cosas comenzaron a cambiar.
Entre mayo y agosto de 1999, los paramilitares perpetraron m�ltiples masacres en la regi�n de La Gabarra, �rea del Catatumbo. La investigaci�n de la Fiscal�a permiti� concluir el posicionamiento de las autodefensas en la regi�n, en un s�rdido episodio que tambi�n termin� por comprometer, por presunta omisi�n, a varios integrantes de la Polic�a y del Ej�rcito. Seg�n investigadores del fen�meno paramilitar en la regi�n, para el a�o 2000, de conformidad con el proyecto nacional orientado por el entonces jefe de las Auc, Carlos Casta�o Gil, la organizaci�n ilegal se hab�a consolidado en toda la zona de frontera.
Desde C�cuta
Este contexto explica la din�mica actual de la guerra en Norte de Santander y su influencia en territorio venezolano. Seg�n un investigador de la Fiscal�a, para nadie es un secreto que buena parte de la financiaci�n de este grupo armado en la regi�n �al igual que lo hacen decenas de contrabandistas� es el negocio de la gasolina. Y este trueque fronterizo quieren monopolizarlo en Colombia las autodefensas.
En tal sentido, m�s all� de las connotaciones pol�ticas o de conspiraci�n internacional que le quiso dar a la masiva captura de colombianos el domingo pasado el presidente Hugo Ch�vez, es evidente que las autodefensas delinquen masivamente en una frontera como la colombo-venezolana, donde lo cotidiano es que los habitantes de los dos pa�ses compartan un territorio de m�ltiples intereses, tanto legales como il�citos.
As� mismo, guarda una dosis de sustento la tesis de algunos investigadores del esc�ndalo, seg�n la cual la filtraci�n de paramilitares hacia Venezuela estaba sustentada en tres niveles de responsabilidad: la orientaci�n de jefes paramilitares �se�alados con nombres propios por el presidente Hugo Ch�vez�, el apoyo de un grupo de segundo nivel con individuos con alguna experiencia militar y, finalmente, el concurso de un grupo de sujetos reclutados la mayor�a en C�cuta, algunos mediante el enga�o, para ingresar al vecino pa�s.
Lo dem�s hace parte del estilo particular del presidente Ch�vez que, con sus alusiones al comandante del Ej�rcito, general Mart�n Orlando Carre�o Sandoval, o al presunto eje Miami-Colombia para derrocarlo, termin� por generar un esc�ndalo internacional con muchas explicaciones no pedidas. Como el comentario del embajador de Estados Unidos en Caracas, Charles Shapiro, quien afirm� que su gobierno no est� vinculado con la presencia de paramilitares en territorio venezolano.
Lo cierto es que Ch�vez reuni� el viernes a los corresponsales internacionales en Venezuela y asegur� que el comandante Lucas dec�a que le iba a cortar a Ch�vez la cabeza, "a fumarse un habano junto a ella y despu�s envi�rsela a Fidel Castro". Y en un tono m�s conciliatorio anunci� que contact� a la Unicef porque entre los m�s de 80 j�venes colombianos detenidos posiblemente hay menores de edad. "Pobres muchachos tra�dos a Venezuela enga�ados", puntualiz� el jefe de Estado.
Para limar asperezas
Por ahora, y a nivel de gobiernos, el tema parece saldado. La canciller colombiana, Carolina Barco, tras una visita rel�mpago a Caracas, afirm� serena: "Me voy convencida de que el presidente Ch�vez tiene la certeza de que nuestro gobierno no est� involucrado en estos incidentes".
Casi de inmediato trascendi� que los mandatarios de Colombia y Venezuela, �lvaro Uribe y Hugo Ch�vez, en una fecha y lugar a�n no determinados, se reunir�n para zanjar las dificultades bilaterales agravadas por la detenci�n de los supuestos paramilitares colombianos.
No obstante, al margen del tono sereno en que parecen reencauzarse las relaciones entre los dos gobiernos, otros interrogantes, a nivel del conflicto interno que vive Venezuela, quedan a�n sin explicaci�n frente a los hechos de los �ltimos d�as en las afueras de Caracas: �Qui�nes son los tres militares activos de Venezuela que fueron capturados tras los hechos del pasado domingo? �Por qu� se termin� allanando la hacienda cafetalera Carabobo, de propiedad del presidente de Venevisi�n y de Direct-Tv, el industrial Gustavo Cisneros?
As� mismo, la opini�n p�blica venezolana se sigue preguntando: �Es tan importante, como lo presenta Hugo Ch�vez, el papel en la presunta conspiraci�n del cubano Robert Alonso? �Con base en qu� argumentos el mandatario venezolano asegura que el jefe del Comando Sur de EU, general James T. Hill, sab�a y conoc�a el plan que se estaba preparando para derrocarlo? �De d�nde sac� las fichas de identificaci�n de quienes denunci� como los art�fices paramilitares de la conspiraci�n?
La oposici�n a Hugo Ch�vez sostiene que el esc�ndalo es un montaje del presidente venezolano para aplazar y congelar el proceso de referendo revocatorio de su mandato y que, adem�s, es una forma de ablandar la gesti�n de la Organizaci�n de Estados Americanos y el Centro Carter, observadores internacionales del mentado proceso de referendo.
Sin embargo, y m�s all� de las expresiones de la oposici�n a Ch�vez en Colombia y Venezuela, lo cierto es que para el gobierno Ch�vez el asunto reviste caracter�sticas de un amague de atentado contra la seguridad del Estado. Por eso ya van 117 detenidos, decenas de allanamientos y el anuncio oficial de que los capturados van a pasar entre 20 y 30 a�os en prisi�n.
Y, al margen de lo que pueda seguir sucediendo en Venezuela, la declaraci�n de sesi�n permanente del Consejo Nacional de Defensa, como respuesta al supuesto complot, deja en evidencia que, aparte del lenguaje diplom�tico, las alarmas siguen prendidas y pocos saben qu� pueda pasar despu�s de este primer encontronazo entre dos gobiernos que representan posiciones antag�nicas en la geopol�tica de Am�rica Latina.
Conceptos
Magnicidio
"No me queda la menor duda de que los grupos paramilitares en Colombia est�n organiz�ndose para realizar un magnicidio en Venezuela".
Hugo Ch�vez Fr�as
Presidente de Venezuela
Robo de armas
"Los detenidos en Venezuela pretend�an robar armamento para atacar al presidente Hugo Ch�vez. Ellos dijeron que les hab�an pagado en Colombia $500.000".
Carlos Rodolfo Santiago
Embajador de Venezuela en Colombia
Operaciones militares
"Los capturados iban a ser desplazados a otros sitios de Caracas y del pa�s, en donde recibir�an armamento para desarrollar operaciones militares contra el Gobierno".
Miguel Rodr�guez
Director de los Servicios de Inteligencia y Prevenci�n, Disip
Sin v�nculo con Fuerzas Armadas
"Los capturados no tienen v�nculo alguno con las Fuerzas Armadas. Rechazamos que Colombia est� metida en cualquier tipo de desestabilizaci�n en Venezuela".
Mar�a �ngela Holgu�n
Embajadora de Colombia en Venezuela
Ayuda de los vecinos
"Bien hace el gobierno de Venezuela en capturar a cualquier persona que est� delinquiendo en ese pa�s. Necesitamos que los gobiernos de los pa�ses vecinos nos ayuden capturando delincuentes de Colombia".
�lvaro Uribe V�lez
Presidente de Colombia
Versiones irreales
"S�lo enfermos que quieren perpetuarse en el poder pueden alentar versiones tan alejadas de toda realidad".
Salvatore Mancuso
Jefe militar de las Auc


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