A Peñas Coloradas lo desalojaron por completo sus 1.200 habitantes. Las razones: la llegada de la tropa oficial y la presión de las Farc.
El 'Plan Patriota', la más ambiciosa ofensiva militar que ha lanzado Colombia en su historia, comenzó a provocar esta semana 'movimientos telúricos' de mediana intensidad en el sur del país.
Los cerca de 1.200 habitantes del casco urbano y de la zona rural del caserío de Peñas Coloradas lo desalojaron por completo.

En deslizadoras y "motores" remontaron el río Caguán en un viaje de dos horas y media hasta Cartagena del Chairá.
De seis veredas cercanas -entre ellas Flandes, El Venado, Ánimas, Cumarales y Laguna Verde-, todas ribereñas del Caguán, también se embarcó gente con destino a ese municipio. Y unas cuantas decenas han llegado de Remolinos del Caguán, El Billar, Monterrey y Monserrate.
"El desplazamiento empezó a comienzos de la semana pasada. Para los lados de Peñas Colorados, que es un caserío, la gente se salió completamente", dice a EL TIEMPO Faiber Galindo, secretario de Asuntos Comunitarios de Cartagena del Chairá.
"De Peñas salieron por ahí unos 1.000 ó 1.200, aquí se quedaron de 700 a 800, las demás siguieron para otros municipios donde tienen familiares", anota.
El alcalde de Cartagena, Aldemar Fajardo, considera que si la tendencia se mantiene podrían llegar a tener 4.000 desplazados en las próximas semanas.
¿Por qué? La mayoría huyeron de sus pueblos tras la llegada de la Fuerza Pública, según lo han corroborado autoridades civiles y militares y un equipo periodístico de este diario destacado en la zona.
En la última semana de abril, militares -Brigada Móvil 22- y cuerpos especiales de policías aterrizaron en zona rural y urbana de Peñas Coloradas.
"La gente le dice a uno que se salieron por la militarización, que como el Ejército y la Policía se asentaron allá y como esa era zona de influencia de las Farc, optaron por salirse. Temen los enfrentamientos", explica el secretario Galindo.
Un oficial del Ejército, que ha estado en las últimas semanas en Peñas Coloradas, va más allá: "Nos contaron que hace dos meses la guerrilla los reunió y les dijo que cuando llegaran las tropas ellos tenían que irse del pueblo. La guerrilla tiene miedo que empiecen, como se dice, a 'darles dedo' "Llegamos, y a los dos o tres días comenzó a irse la gente. Primero los comerciantes, los que venden jabón, papel higiénico, fríjol y papa. Luego, los demás dijeron, qué hacemos en un pueblo donde no hay a quién comprarle.
Aunque no le voy a negar que la gente está totalmente prevenida con la Fuerza Pública. La guerrilla les dice que los vamos a torturar".
"Y un señor también me dijo que nos les habíamos tirado el negocio. Porque en Peñas Coloradas hay una gran población flotante que vive de la coca", concluye el oficial.
Para el comandante de Policía en Caquetá, coronel Gabriel Rodríguez Castro, todo es "un manejo que ha hecho la guerrilla a la comunidad campesina, diciéndoles que se deben alejar de sus casas y veredas, que las autoridades los van a atacar así tengan una sola mata de coca".
Y agregó que lo que en realidad quieren las Farc, en especial el frente 14 -al mando de 'Esponja'-, es detener las operaciones que se están realizando en la zona selvática. En Caquetá hay 10.400 hectáreas de sembrados de coca, de las cuales se han fumigado este año el 70 por ciento.
El caso de otras poblaciones, como Remolinos y Monserrate, los habitantes han ido desalojando porque "no hay trabajo. La coca ya fracasó" y también por la restricción impuesta a alimentos que a muchos los han llevado al hambre.
¿Qué sigue? Las autoridades todavía no tienen claro hasta dónde pueden llegar estos desplazamientos, pero entre sus hipótesis manejan la posibilidad de que se repita una movilización como la de 1996 con la 'Operación Conquista' (ver 'Se repite la historia').
Incluso, consideran que las Farc estarían amenazando a los pobladores y utilizándolas como estrategia contra el 'Plan Patriota'.
Esta operación, manejada en extremo secreto por el gobierno de Colombia, los militares y con la asesoría de Estados Unidos, está llevando desde principios de este año a cerca de 17.000 hombres a las selvas colombianas para llegarles a los jefes de la guerrilla a sus más intrincadas retaguardias.
De hecho, Peñas Coloradas, es considerado un sitio de importancia media en el plan. Pues allí funcionaba 'Sonia', capturada en febrero y considerada la captura más importante a este grupo guerrillero, pues administraba las finanzas del poderoso bloque sur.
En Cartagena del Chairá ya llegó la Cruz Roja y funcionarios de la Red de Solidaridad y se crearon siete comisiones para atender a los desplazados.
200 están albergados en las instalaciones del Sena y 38 niños, entre 5 y 9 años, están en 18 hogares infantiles.
Redacción Justicia Cartagena del Chairá Poblado del medio Caguán (Caquetá) que al ritmo de la bonanza cocalera atrajo entre 1982 y 1987 a colonos de todo el país. Con 5.000 habitantes en su casco urbano ha sido escenario de hechos importantes de la historia reciente relacionados con las Farc.
Allí ocurrieron las marchas cocaleras de 1996, el despeje militar para la liberar 60 soldados secuestrados en Las Delicias y era el municipio que las Farc ofrecieron al gobierno de Pastrana como piloto para la erradicación manual de cultivos.
El 9 de febrero pasado, el Ejército capturó en Cartagena del Chairá a Nayibe Rojas Valderrama, conocida como 'Sonia', una figura, según conocedores, más importante para la guerrilla que el también capturado 'Simón Trinidad'.
En ese poblado se produjo una de las más difundidas capturas masivas en el reciente gobierno contra presuntos auxiliadores de la guerrilla. Organismos de derechos humanos denunciaron que se trató de señalamientos infundados de un informante.
Esta zona es dominada por el bloque sur de las Farc que comanda 'Fabián Ramírez', pedido el miércoles en extradición por Estados Unidos.
¿Se repite la historia? Aunque el 'Plan Patriota' está previsto como una campaña militar sin comparación en la historia, cabe recordar otra gran movilización de tropa en el sur del país, la operación 'Conquista', que comenzó en julio de 1996 contra narcotraficantes y guerrilla y centros de producción de coca en Guaviare, Vaupés, Putumayo y Caquetá, principalmente, Remolinos del Caguán.
Participaron cerca de 2.500 hombres -en el Patriota se espera que sean entre 15.000 y 17.000 permanentes- y acosaron durante 1996 y 1997 a 'raspachines' y procesadores de coca, destruyeron laboratorios y restringieron el comercio de precursores.
Miles de campesinos y 'raspachines' protagonizaron masivas movilizaciones, que se conocieron como marchas cocaleras, según el Ejército instigados por las Farc, hacia ciudades como Florencia, Orito y Mocoa.
La protesta se prolongó casi dos meses y terminó luego de que el Gobierno del entonces presidente Ernesto Samper envió una comisión que pactó un acuerdo para el regreso de los campesinos a sus parcelas y a sus lugares de origen.
Las Farc les 'cobraron' a las Fuerzas Militares y a finales de agosto de 1996 atacaron la base militar de Las Delicias, en límites con Putumayo, con un saldo de 28 soldados muertos, 18 heridos y 60 secuestrados. Comenzó una nueva estrategia de ataques en masa de las Farc (Patascoy, Puerres y, el peor de todos, el asalto a una brigada móvil en El Billar (Caquetá).