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La COB se adueña de las calles de la Paz
Econoticiasbolivia.com
En una imponente demostración de fuerza y vitalidad, decenas de miles de
trabajadores de la Central Obrera Boliviana (COB) tomaron pacíficamente por más
de seis horas el centro de La Paz y conminaron al presidente Carlos Mesa a
nacionalizar el gas y el petróleo o, de lo contrario, abandonar el palacio de
Gobierno.
Tras recorrer desde el miércoles 100 kilómetros a pie, varios miles de
trabajadores bolivianos, encabezados por el líder máximo de la COB, el minero
Jaime Solares, llegaron a La Paz y recibieron el respaldo y la adhesión de otra
multitud que los acompañó en los últimos tramos de su caminata por gas, pan y
dignidad.
"Con esta marcha revolucionaria estamos reivindicando los derechos del pueblo.
Los hidrocarburos tenemos que recuperarlos ahora. Ya basta que los gringos nos
sigan robando", dijo Solares, que otra vez fue aclamado por la multitud de
obreros, campesinos, estudiantes y clases medias empobrecidas que se congregaron
en la histórica Plaza de San Francisco, en el centro de la ciudad.
"La COB está fuerte, la COB está de pie", aseguró Solares en la multitudinaria
concentración, que intentó ser minimizada por las principales cadenas de
televisión, como Unitel que decían que eran "un centenar de personas" las que se
habían reunido para protestar contra el gobierno.
Casi todos los medios comerciales de comunicación habían anticipado que la
marcha de la COB y sus medidas de presión habían fracasado, tras la anulación
del decreto de descentralización de los servicios de educación, salud y caminos,
y que habían posibilitado que este fin de semana salubristas y camineros se
aparten de la lucha de la COB.
Sin embargo, otras fuerzas sindicales de la ciudad y del campo, como los
campesinos del "Mallku" Felipe Quispe y la Central Obrera Regional de El Alto,
se unieron a la rebelión de los más pobres, que crecía impetuosa a pesar del
boicot de los sindicalistas leales al diputado cocalero y jefe del oficialista
Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.
"Venceremos, venceremos, estas cadenas las vamos a romper", cantaban los
marchistas en el bloqueo de las "mil esquinas" que había instruido el líder de
la COB, tras la concentración en San Francisco. Desde el mediodía, el tráfico
vehicular había quedado interrumpido en más de cincuenta manzanas en el centro
de la ciudad.
"Mañana estoy convocando a un ampliado nacional de emergencia (...) y a una
concentración para que prosigamos con el combate por la nacionalización de los
hidrocarburos", dijo Solares, mientras los trabajadores exigían poner más
presión sobre el endeble e improvisado gobierno de Mesa.
"Mesa, chileno, el gas no se vende", "Mesa incapaz, la marcha está en La Paz",
"Mesa, Goni, Evo, la misma porquería", gritaban los trabajadores que maldecían
por igual a las transnacionales, al mal gobierno y al diputado oficialista Evo
Morales.
"Evo Morales es un traidor", aseguró el líder de la Confederación Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), el "Mallku" Felipe Quispe, que
había marchado desde el Altiplano junto a Solares y Roberto de la Cruz, de la
COR de El Alto, otro de los principales dirigentes de la insurrección popular de
octubre, que derrocó al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Para este martes, la COB ha previsto la intensificación de las protestas y la
realización de marchas durante todo el día y la noche, paralizando todo el
centro de la ciudad. En el campo, las protestas aún eran incipientes, aunque
informes policiales daban cuenta de nuevos puntos de bloqueo en la carretera que
une Cochabamba con Oruro y La Paz, donde se agita la misma consigna que hoy fue
aclamada en el centro de la sede de gobierno: "Si no nacionalizamos el gas,
habrá más hambre y pobreza".