Latinoamérica
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28 de abril de 2004
Bolivia sigue vendiendo materia prima en bruto
Las petroleras fijan la agenda del Presidente Mesa
Miguel Lora
El gobierno de Carlos Mesa concretó la venta de cuatro millones de metros cúbicos de gas natural diarios a Argentina y, pese a las críticas internas, decidió enviar la materia prima en bruto desde principios de junio y durante seis meses.
Mesa asegura el negocio justo en un momento en el que Argentina enfrenta conflictos diplomáticos por haber reducido el suministro de gas natural a Chile en un 30% desde el 1 de abril de este año.
Las organizaciones sociales bolivianas que se oponen a la venta advirtieron al gobierno que Argentina revendería la energía a Chile en forma de electricidad o líquidos, pero Mesa aseguró que "ni una molécula de gas" se enviaría al vecino con el que se mantiene un conflicto territorial.
Una de las cláusulas del contrato de venta suscrito entre Carlos Mesa y Néstor Kirchner establece que "en ningún caso el gobierno argentino autorizará, desde la Cuenca Noroeste, la exportación de gas natural a terceros países", pero en otra cláusula se precisa que la autoridad argentina no autorizará la exportación de "una cantidad superior al promedio histórico de los 90 días anteriores a la firma del acuerdo".
Los argentinos dejaron de vender a Chile hasta tres millones de metros cúbicos diarios debido a problemas de abastecimiento interno. La restricción elevó las tarifas de electricidad en Chile y los costos de producción de dos centrales del Norte Grande, que se vieron obligadas a generar electricidad para las empresas mineras de la zona usando carbón y diesel.
A un mes del recorte y presionado por los reclamos de Chile, Argentina compra gas a precio preferencial y asegura suministro para que una refinadora de su país dé valor agregado a los cuatro millones de metros cúbicos de gas que Bolivia enviará diariamente.
Gas para Refinor
El diario Clarín de Buenos Aires y la agencia Europa Press informan que el gas boliviano alimentará a la refinería Refinor, ubicada en la provincia de Salta, una empresa privada integrada por Petrobras Energía (28,5%), Pluspetrol (21,5%) y Repsol-YPF (50%).
Los cuatro millones de metros cúbicos de gas (tres millones de Repsol YPF y uno de Petrobras) serán transportados por el antiguo gasoducto de Refinor que parte de Tarija.
Refinor se ubica en Campo Durán y es la única del norte argentino. Ya recibe suministro de gas del campo Madrejones de Bolivia y a partir de esa materia prima elabora combustibles líquidos y gas licuado que luego son reexportados a Bolivia y Chile. Vende refinados a Bolivia y desde 2003 está presente en el mercado nacional con 5 surtidores y otros dos más en construcción.
El país se nutre de hidrocarburos procesados en la planta de Refinor en porcentajes importantes. Campo Durán despacha diariamente un millón de litros. Cuando hubo desabastecimiento de diesel en el país el año pasado, el ex presidente de Yacimientos Raúl Lema informó que se hicieron dos adquisiciones a la empresa Refinor, cada una de un millón de litros de combustible.
¿Y la industrialización?
Cada vez más fuerte suenan las críticas contra Mesa porque comete errores incomprensibles. Primero invitó a una persona cuestionada por sus nexos con la Enron para que dirija el Ministerio del Gas; luego propuso una ley de hidrocarburos tibia y sumisa con el poder petrolero, y ahora vende gas en bruto para que una empresa privada argentina lo industrialice y luego lo revenda como energía eléctrica a Chile.
Se trata de un accionar absolutamente ilógico, opina el Comité de Defensa del Patrimonio Nacional (Codepanal), pero el presidente de los cívicos de Tarija, Roberto Ruiz, insiste en que hay que exportar el gas antes de industrializarlo.
La gran mamada
Ruiz llega a la conclusión de que para industrializar el gas es imprescindible exportar. Fundamenta su afirmación en una media verdad y por tanto su razonamiento es endeble.
El cívico tarijeño argumenta que la industria petroquímica sólo utiliza el etano, es decir el 5% del gas natural, y que para no quemar el resto es imprescindible venderlo afuera, en otros mercados. Lo que no explica Ruiz -y ahí demuestra mala fe o tal vez ignorancia- es que ese 95% que quiere exportar en bruto también puede ser industrializado. Para entender mejor la figura, a continuación una explicación del ingeniero petrolero Luis Carlos Fakin, publicada en el suplemento Dinero y Finanzas de La Prensa.
Cuando se produce gas natural, sale del pozo simultáneamente una mezcla de hidrocarburos que es enviada a un tanque separador donde se diferencia la parte gaseosa de la líquida.
El principal componente del gas es el metano (90%), seguido por el etano (5%), propano y butano (3%) y otros componentes menores. La petroquímica convencional sólo utiliza el etano, es decir el 5%, pero lo que más se aprovecha del gas es el metano, principalmente en la generación de diesel, es decir GLT, y de electricidad. Electricidad generan los brasileños con el gas que compran a Bolivia.
Conclusión: para industrializar el gas no es imprescindible exportar.
Ruiz se desgañita pregonando que primero hay que vender el gas y con la plata recibida recién encarar la industrialización, pero Fakin le responde que eso es obrar al revés e irresponsable.
Si es por plata...
Cuando Mesa firmó el contrato de venta con Argentina recordó a su colega Kirchner que ambos atravesaban por un momento de inflexión en la historia que les obligaba a cambiar el rumbo y a modificar ciertas cosas "que no se estaban haciendo bien".
El Presidente habló de "romper" el dogmatismo (neoliberal) a ultranza" y de conceder un rol protagónico al Estado en la economía. Pero su discurso se hace trizas cuando se choca con la realidad.
Con su última decisión comercial, Mesa termina del lado de Ruiz y los "medias lunas", quienes pregonan la exportación de gas a Argentina, Chile o a cualquier mercado, a cualquier precio, lo antes posible y no importa si es en bruto. Para el grupo lo importante es disponer de entre 30 y 40 millones de dólares anuales, "recursos frescos" que ayudarían en algo frente a la quiebra fiscal.
A Chile le preocupaba que Argentina pague por el gas boliviano 1,4 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) pues ese país compra esa cantidad a sólo 1,25 dólares, pero hoy puede respirar tranquilo porque Bolivia venderá a 0,98 dólares.
¿Justifica que por desesperación de efectivo se venda el millar de pies cúbicos a menos de un dólar cuando la misma cantidad vale 1,60 en el mercado de Brasil?
¿Igual que Goñi?
Mesa intenta diferenciarse de su antecesor con un discurso reformista, pero le cuesta aplicar un plan de gobierno que quiebre la ortodoxia que tanto critica. La movilización popular hacer tambalear al Presidente porque éste no se anima a enfrentar al poder petrolero, a ese poder que le ha obligado a vender gas boliviano en bruto para que otro país lo industrialice.
Con datos de:
http://www.inversiones.gov.ar/documentos/regionales/salta.pdf
http://es.biz.yahoo.com/040325/4/3bktp.html
http://www.iberoamericaempresarial.com/edicion/noticia/0,2458,465847,00.html
http://www.petrobrasenergia.com/Refining/Detail/0,2550,ai%255FIdnAssoc%252A10011%257Cai%255FIdnLanguage%252A202,00.html