Sin prisa y de a poco, la Central Obrera Boliviana (COB) comenzó a movilizar a sus sectores más combativos y disciplinados en una nueva batalla contra las transnacionales petroleras y el gobierno neoliberal de Carlos Mesa.

Tras concentrar en las calles de La Paz a una multitudinaria protesta el sábado primero de mayo, y recibir este lunes el respaldo campesino de casi cinco mil dirigentes y autoridades originarias del Altiplano, los que organizarán paulatinamente los bloqueos carreteros, la COB aguarda para hoy, martes, el inicio de una huelga de hambre de los dirigentes del Magisterio Urbano y la paralización de labores en los distritos mineros, en el magisterio rural y en todos los servicios estatales de salud.

"Estamos yendo poco a poco, como lo hemos hecho en octubre", dijo el líder de la COB, Jaime Solares, que también recibió este lunes el respaldo del poderoso gremio de los comerciantes minoristas que reclaman por la nacionalización del gas y rechazan la intención gubernamental de aplicarles nuevas tasas tributarias.

Según la evaluación de los propios sindicalistas, el eje de la lucha social, por lo menos en una primera etapa, serán las movilizaciones de masas, marchas y mitines callejeros, con bloqueo de calles y avenidas del centro urbano de las más grandes ciudades del país.

MARCHAS Y CONCENTRACIONES

En la ciudad de La Paz, que será el escenario mayor de las movilizaciones laborales, se prevé masivas concentraciones de protesta para el cierre del fin de semana, con la participación de gremialistas, trabajadores sin jubilación, fabriles, trabajadores en salud, constructores, universitarios, rentistas, estudiantes normalistas, maestros urbanos y rurales, desocupados y ex trabajadores petroleros y mineros.

"Los trabajadores estamos organizados y vamos a movilizarnos orgánicamente en cumplimiento de las instrucciones del ampliado de la COB. El día jueves salimos en una marcha con los gremiales y tendremos el viernes un ampliado para movilizarnos con todos los sectores", aseguró Arturo Moscoso, secretario de Defensa Sindical de la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz.

Ese mismo día, se vence el plazo que los maestros rurales han puesto a las autoridades. "Le vamos a dar la última oportunidad al gobierno nacional para que atienda nuestras demandas. Vamos hacer el paro nacional de 72 horas a partir de hoy martes hasta el jueves y si no hay atención vamos a decretar la huelga indefinida", explicó Marcelino Callisaya, ejecutivo de la Federación de Maestros Rurales de La Paz.

"Este martes, en la tarde, tenemos una reunión ampliada para definir las fechas de las movilizaciones", agregó al rechazar en nombre de su sector la intención gubernamental de entregar a las prefecturas y municipios los servicios de educación, salud y caminos. "Esta es una privatización que no la vamos a permitir".

HUELGA DE HAMBRE

Similar criterio existe en el magisterio urbano, según dijo Jaime Rocha, ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia. "Hay huelga nacional de hambre a partir del 3 de mayo demandando la atención al pliego de la COB y del magisterio urbano. Cada Federación departamental y regional se movilizará de acuerdo a sus características. La huelga de hambre está constituida por miembros de la Confederación y Federaciones departamentales. Es una huelga de hambre selectiva".

Rocha advirtió, además, que el gobierno debía tomar en serio sus demandas. "Si el presidente Mesa no atiende las demandas de los trabajadores, correrá la misma suerte que Sánchez de Lozada (...) El pueblo quiere cambios en las políticas y que sean favorables para el país".

MÁS COORDINACIÓN

Iniciado el conflicto, otros sindicalistas anunciaron que las medidas de protesta, especialmente las movilizaciones, cobrarán más cuerpo en la medida que mejore la coordinación entre los sectores.

"Vamos a respetar las decisiones del ampliado nacional y vamos a coordinar con todos los sectores las marchas que realizaremos esta semana. Todos los sectores se han comprometido en el ampliado nacional y ahora tienen que cumplir y estar en las calles", dijo Salustiano Laura, secretario Ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz

Los fabriles, que son un sector muy combativo en La Paz, explicaron que se sumarán a la lucha con las marchas de antorchas, en horas de la noche. "Vamos acatar las instrucciones de la Federación de Fabriles (...) No podemos ir de inmediato a la huelga, porque nosotros ganamos de la producción. Pero vamos a ir a luchar y vamos hacer marchas después de las horas de trabajo", aseguró Aquilino Flores, ejecutivo del Sindicato Polar Textil, grupo Ametex, una de las textileras más grandes del país.

LOS ESQUIROLES

Esta modalidad de lucha de obreros, campesinos y clases medias empobrecidas, que prioriza inicialmente la movilización de masas y luego la huelga general y el bloqueo de caminos, ha sido, sin embargo, condenada al fracaso por la gran prensa burguesa que está en declarada alianza con el gobierno, por las autoridades gubernamentales y sectores laborales vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS) del diputado cocalero Evo Morales. Todos ellos auguran que la lucha de la COB no tendrá resultados positivos.

"No me interesa lo que digan, son una punta de esquiroles", replicó Solares, quien dijo "no estoy errado al luchar contra la injusticia (...) tengo fe en el pueblo".

PROTESTAS EN EL ORIENTE

En el oriente del país, las protestas también se hicieron sentir. Uno de estos sectores que ha intensificado sus movilizaciones es el de los indígenas y pueblos guaranís, que tienen bloqueados los accesos a los pozos petroleros en la región de Cuevo, en la provincia Cordillera.

Allí, medio millar de indígenas amenazan con cerrar las válvulas del gasoducto y tomar nuevos campos si no se modifica la nueva Ley de Hidrocarburos, propuesta por el gobierno y que también es rechazada por la COB, y si no se aumentan de inmediato los impuestos que pagan las petroleras.

Los dirigentes guaranís advirtieron que desde este martes se intensificarían las medidas de presión que ejercen sobre los campos petroleros que están a cargo de las transnacionales de Repsol, Plus Petrol y Maxus.

Más al norte, otra numerosa marcha de campesinos e indígenas se dirigía hacia la ciudad de Santa Cruz, con las mismas demandas sobre el gas y el petróleo y otras exigencias sobre la tenencia y propiedad de la tierra.

Más al sur, los trabajadores camineros de los distritos de Chuquisaca y Potosí se aprestaban a iniciar un bloqueo de caminos en apoyo a las demandas de la COB y en rechazo a la decisión gubernamental de traspasar a las prefecturas los servicios camineros, de salud y educación.