Dick Emanuelsson

En el municipio de Puerto Wilches bastión paramilitar en la región de Magdalena Medio, los niños no tiene escuela por falta de presupuesto. Realizan sus estudios abajo un árbol de mango, dice el alcalde a la emisora RadioNet.
En los mismos momentos se debaten en el Congreso de la Republica si el país va a comprar 46 tanques de guerra por una millonada suma.
Dos hechos que contrastan. Por qué el mismo tiempo que se hace campañas de distintos lados contra la insurgencia por el hecho que la realidad a veces es más cruel que la comprensión de distintas ONGs y representantes gubernamentales que nunca han sufrido el hambre. Solo en Bogota hay cuatro (4) millones de pobres y un (1) millón de personas en indigencia. Cada noche se acuestan con la barriga vacía, gritando de hambre.
Los tanques, que José María Aznar quiere vender a Colombia ya tienen 30 años y dice que es más costoso mantenerlos los 6-7 años que le queda de ³vida² que comprar nuevos.
¿A quien y adonde van a dirigir los cañones de 120 mm, le han preguntado los congresistas al ministro de defensa? que responde que hay ³terroristas² en el interior de Colombia.
Los expertos españoles de armas bélicas rechazan y hasta se ríen ante la defensa de la compra de los tanques y subrayan que estos ³carros de combates², que es el nombre correcto, solo pueden ser utilizados en acciones ³ofensivas². La única parte del territorio nacional adecuada para ³acciones ofensivas² es una parte de 50-60 kilómetros en la frontera con Venezuela.
Sin embargo, como Colombia es un país tropical y muy húmedo en las partes donde hay grandes concentraciones de tropas guerrilleras, estos tanques no pasarán por las trochas de ŒTirofijo¹ que tampoco transita por la Panamericana.
¿Entonces queda la frontera con Venezuela: ¿Quién quiere colocar 46 tanques allá? Y sobre todo, ¿cuando se arregla las escuelas para los niños en Puerto Wilches?