Las oligarquías ("gobierno de pocos"), sienten un profundo desprecio por la democracia. Cuando la voluntad de las mayorías les resulta adversa, implantan la tiranía. Pero a sabiendas que en algún momento el pueblo se cansa...(bueno, sale, "la gente"), las oligarquías inventan opciones "democráticas" diseñadas para salvar el pellejo en caso de revolución social, o el poder económico si las cosas no dan para tanto.

En ese contexto recurrente de la historia, quienes sienten la necesidad de defender los intereses populares parecen haber meditado poco y nada acerca de si la política sigue siendo "la expresión concentrada de la lucha de clases", como dijo un entendido, o juego perverso que los detentadores del poder real manipulan a su antojo.

América Latina, 1982-2004. Veintidós años en que la "izquierda posible", la que le dio las espaldas a las masas, creyó que la democracia consistía en ponerse a tono con los valores y el lenguaje surrealista de la derecha.

Así, una generación de fulanos "de los 60 y 70" decidió que lo práctico era quedarse con las tres cuartas partes del pastel. Y si los otros gritaban "¡oigan!", la respuesta aprendida en libritos del tipo "La izquierda ayer, hoy y mañana", era de cajón: "¡populistas! ¡autoritarios! ¿A poco no quieren lo mismo que nosotros? ¿Ya no creen en el "pluralismo" y la "alternancia?".

Los dueños de la repostería, que desde los tiempos de Espartaco filman y estudian el cuadro de los "constructores de ciudadanía", se parten de risa. "¡Míren!... ¡Feliciano resulta más goloso que Malaquías!", dice el empresario progresista. "Démosle más aceite", añade el reaccionario. Reflexivo, el jefe de los accionistas observa:

"Calma, muchachos. Calma. Lo importante es que la fábrica de pasteles siga funcionando. Todos éstos alcanzan al orgasmo con menos de lo que perdí en Las Vegas la semana pasada. Se conforman con tan poco..."

A inicios de los años de 1980, el sociólogo y profesor de la UNAM Sergio Bagú (fallecido el año pasado en México), advirtió que el capitalismo había caído en manos de una suerte de "lumpen-burguesía". La "lumpen-economía" y la "lumpen-política" habrían sido sus corolarios y en los sótanos de la "izquierda posible" tuvieron lugar diálogos como el siguiente:

- Mano...ya que te eligieron candidato de izquierda, centroizquierda, "whatever", piensa que para alcanzar el "target" hay que ir seguido al "estilista" y tener un "personal trainer" que te enseñe "trekking" o "rafting".

- ¿Mande? ¿Juát?

- Sí, mano..sea lo que seas, me vale, si quieres alcanzar tus objetivos deberás ir más seguido al peluquero y tener un profesor de gimnasia que te enseñe a caminar entre piedras, arbustos y troncos o a navegar al borde del vómito. Mírame.

- ¿Qué debo mirar?

- Mírame, mírame...paso mis vacaciones en los "resort" de moda, dos o tres veces al mes voy a un "spa", soy "asesor" y "consultor" y con mi lana de "entrepreneur" puedo defender los "fueros" de algunos funcionarios y legisladores.

- Házmela fácil.

- ¡Uf!... veo que te falta mucho. Digo que paso mis vacaciones en sitios de ensueño aislados de los pobres de la zona, que dos o tres veces al mes me rasco las bolas pero caro, que en política toco de oído algunos temas y que con mi lana de piojo resucitado puedo defender la impunidad de algunos funcionarios y legisladores. ¿Te cái?

- Por lo visto te va bien.

- Bueno...no siempre. Te confieso (¿eres mi cuate, no?), que a veces hago las cosas con desprolijidad. Pero con el "downsizing", el "outsourcing" y el "rightsizing" controlo mis empresas desde una "palm-pilot". ¿Sabes algo de "reingeniería de sistemas"?

- Explícate.

- Digo que por lo general las cosas me salen para el carajo. Pero compenso mis fracasos con esos muchachitos de excelencia académica que trasladan mi propia ineficiencia empresarial despidiendo trabajadores y resolviendo los mismos problemas, pero con tecnología de punta. ¿ Vas entendiendo?

- Algo.

- Hazme caso. Como te eligieron con lista plurinominal, en ocasiones te será difícil no decir imbecilidades. En este caso, declara a los medios que tus expresiones fueron sacadas de contexto. Y si nada entiendes de los asuntos a tu cargo, dí que se debe leer entrelíneas. Actúa como el director de esos programas de la tele, que no ven ni el productor ni los actores, y dicen: "el público no entendió el mensaje". Me quedé sin cigarros. ¿Hay un "drugstore" cerca de aquí?

Tragicomedia vinculada al sentido de justicia...(bueno, sale, "equidad"). Pero si usted apenas se mantiene vendiendo en el Metro la última película de Mel Gibson cuyo estreno mundial se anuncia para dentro de un mes, sobra explicar qué es justicia o equidad. Y si usted aún tiene ganas de analizar la realidad real, le convendrá preguntarse a quiénes corresponde, en una democracia real, cortar, vigilar y distribuir las riquezas del pastel que otros entendidos llaman "ingreso".