El Senado aprobó el martes enviar a Haití 300 hombres de tropa y 30 oficiales, en total 336 efectivos militares que viajarían el lunes por 90 días, acogiendo el acuerdo del domingo del Consejo de Seguridad de Naciones y la petición formulada el lunes, también a Brasil, Argentina y países del Caribe, por George Bush, tras presidir una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional a cargo de Condoleezza Rice. Brasil indicó el martes que enviará efectivos "en dos o tres meses", informó la agencia francesa AFP.
Una fuerza de 300 soldados franceses transportados en una nave de la Armada gala desde Martinica, colonia de la región caribeña, desembarcó el martes en Barahona, un puerto de República Dominicana, para seguir por tierra a Haití, en un convoy de 13 camiones y 7 jeeps, escoltado hasta Jimaní por soldados dominicanos. Dominicana y Haití comparten el territorio de la isla La Española, con una frontera de 480 km. El navío regresó para seguir acarreando más tropas. República Dominicana anunció que no aportará fuerzas.
"No nos involucraremos en los asuntos internos de Haití", manifestó el Presidente Hipólito Mejía. Nicaragua enviaría 115 soldados que estaban listos para partir a Irak, a sustituir a otra expedición de ese pequeño país, si la ONU garantiza la cobertura de los gastos, dijo el ministro de Defensa, José Adán Guerra. La partida de los 336 militares chilenos fue aprobada por 31 votos a favor y 11 en contra. Durante el debate, la senadora de extrema derecha Evelyn Matthei, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), criticó duramente al Presidente Ricardo Lagos afirmando que se comporta como "patrón de fundo", según el reporte del diario La Tercera.
Contra la expedición votaron el senador independiente Nelson Ávila, ex afiliado del Partido por la Democracia (PPD), el demócrata cristiano disidente de izquierda Jorge Lavandero, el derechista y ex almirante Jorge Arancibia (UDI) y los "senadores institucionales" presentes en la sala, que en total son 10 legisladores designados por las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas, el Poder Judicial y otras llamadas instancias "fácticas" del poder. Surgieron muy pocas críticas en Chile a la decisión de enviar tropas. La más ácida fue la de Patricio Navia, articulista de La Tercera, quien criticó la política exterior asegurando que "por tercera vez en tres años el gobierno chileno ha dado su apoyo implícito a un golpe militar en América Latina". "Al reconocer al gobierno de Boniface Alexandre y guardar silencio ante la renuncia obligada de Jean Bertrand Aristide, el gobierno chileno ha demostrado una vez más su dubitativo compromiso con la Carta Democrática Interamericana del año 2001", dijo. El portavoz del palacio de La Moneda, ministro Francisco Vidal, afirmó que el país responde a un llamado de la ONU. "Chile no va a la guerra, Chile va a construir la paz", aseguró. La ministra de Defensa, Michelle Bachelet, insistió en el concepto paz, explicando que las tropas "puedan jugar un rol en la planificación del tipo de misiones que se deben hacer" (sic). El contingente comenzó a ser vacunado ayer, a la vez que se realizaban los trámites de pasaporte.
FUENTE: Paralelo 21