El Gobierno neoliberal de Ricardo Lagos, desde un tiempo a esta parte, despliega grandes esfuerzos por tratar de figurar en los medios de comunicación internacional, y esto lo reali- za a cualquier precio y sin medir las consecuencias que le pueda traer en el ámbito de su po- lítica exterior y del actual servilismo que profesa a la política neofascista del gobierno de G.
Bush.
Ya para nadie es un misterio que el depuesto presidente de Haiti, Jean Bertrand Aristide, fue derrocado por la prepotencia y la ingerencia directa del gobierno de los Estados Uni- dos. Antecedente que se constituye en una situación muy peligrosa en el Caribe, pués el Imperio estaría creando las condiciones para intervenir directamente en Venezuela y agre- dir militarmente a Cuba. De no haber una reacción internacional de condena a a estos hechos el gobierno de G. Bush y los sectores más reaccionarios del Pentágono yanki, tendría man- ga ancha para ejercer su política terrorista y genocida en la región, de la misma forma como han actuado en Afganistán e Irak.
El hecho que después de las presiones ejercidas por Collin Powell, al gobierno chileno, para que éste resolviera el envió de tropas a Haiti, para un supuesta "pacificación" del país,tanto en el ámbito interno como internacional, han comenzado a crecer las críticas al gobierno de Lagos, por la determinación de enviar personal militar al país caribeño. Incluso la propia ministra de Defensa chilena ha expresado su duda al respecto al señalar…"que existe un riesgo para los miembros de las Fuerzas Armadas que participarán en una presunta misión de paz de las Naciones Unidas".
Mientras tanto el Cientista político chileno, Patricio Navia, dio a conocer a los medios de comunicación locales, que el personal militar chileno podría transformarse en tropas de ocu- pación si es que la situación política que vive Haití, no se aclara del todo.
Patricio Navia, indicó "que no corresponde enviar tropas chilenas para una misión de paz a Haití mientras no se haya determinado si el presidente Aristide renunció voluntariamen- te a su cargo".
"Si Chile mantiene la posición de que el presidente depuesto renunció, y después observa- mos que fue obligado a renunciar, entonces las tropas chilenas va a estar en una situación de ocupación para apoyar un gobierno que sacó a un gobierno democráticamente electo del país" agregó Navia.
Luego señala que "me parece que no corresponde enviar tropas a Haití en tanto no se deter- mine qué es lo que realmente ocurrió con Aristide. Me da la impresión que se va a empezar a decir que él es el presidente legítimo en Haití y que tiene que volver a terminar su período.
Me parece que es bastante complicada esta situación, a la luz de la legalidad internacional y de lo que implica cuando un gobierno ha sido elegido democráticamente".
"Enviar tropas a Haití avala la idea de que los presidentes democráticamente electos (Hugo Chavez en Venezuela) puedan ser removidos del poder sin que medie una elección demo-crática y eso representa un grave problema a la estabilidad democrática de América Latina", acentuó el cientísta.
Para Patrico Navia, el hecho de que el mandatario haya sido democráticamente electo " no quiere decir que Aristide haya sido un buen presidente, pero fue democráticamente elegido, y deberían buscarse formas para que termine su período. Tenía esa legitimidad pero fue sacado con un golpe militar, además por fuerzas militares extranjeras, lo que es más grave aún".
Por otro lado, el Partido Comunista de Chile, en declaración pública llamó a rechazar la intervención norteamericana en Haití y el envió de tropas chilenas a la zona en conflicto.
El PC expresó su "oposición de repudio a la medida adoptada por el Gobierno del Presidente Lagos, de enviar tropas en misión de paz a Haití, tratando de esta manera de blanquear la intervención militar norteamericana, que ya estaba presente mucho antes del golpe militar a Jean Bertrand Aristide del Gobierno".
"El pueblo de Haití ha dado muestras de valor en la lucha por la democracia, la cultura el desarrollo económico y la autodeterminación por más de 200 años. Se ha opuesto a la acción imperialista de Estados Unidos, que lo considera su colonia y a la que ha intervenido militarmente en innumerables ocasiones".
"No es con fuerzas militares que se resolverán los problemas en Haití. El pueblo necesi- ta ayuda económica para salir de su atraso , necesita misiones de sanitarias y alfabetiza- doras, necesita trabajo para los millones de desempleados, necesita seguridad para que ningún Estado extranjero reemplace la autodeterminación de su pueblo y de esta forma comience a construir una democracia estable", señala la declaración pública de los comu- nistas chilenos.
La declaración pública, luego agrega que "los comunistas solidarizan con el pueblo de Haití, con su lucha por la democracia, la independencia y el desarrollo, expresa su senti- miento por las perdidas de vidas y aboga por la plena vigencia de los Derechos Humano por los derechos económicos y sociales, especialmente porque termine la miseria, el anal- fabetismo y el desempleo".
Cabe agregar, que la determinación de Chile de enviar tropas a Haití, tiene que ser rati ficada por el Parlamento de éste país, él que además deberá medir todas las consecuen- cias de su resolución, en un especial momento de su situación creciente de aislamiento internacional, por el diferendo limítrofe con Bolivia y ahora esta decisión de cerrar filas con la política intervencionista de los Estados Unidos en Haití, al enviar personal militar al país caribeño.
Eduardo Andrade Bone 02.03.04
