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Amenaza de golpe no frena la lucha de la COB
Econoticiasbolivia.com
Ni la amenaza de un golpe militar ni la presión del Gobierno, la Iglesia y los medios de comunicación han logrado que la Central Obrera Boliviana (COB) archive sus demandas sociolaborales y se sume al pacto social para viabilizar la presidencia del neoliberal Carlos Mesa. Miles de trabajadores marcharon por las calles de La Paz y ratificaron esta noche que ya no hay tregua en la lucha por renacionalizar el gas y el petróleo y conquistar mejores condiciones de vida y de trabajo.
A diferencia de lo que ocurrió hace una semana, la masiva marcha de antorchas se realizó sin incidentes, preservando los obreros, fabriles, maestros, universitarios, mineros, jubilados y otros sectores laborales su derecho a protestar en las calles, lo que intentaba ser desconocido por grupos de civiles aleccionados desde el Ministerio de Gobierno, activistas progubernamentales y segmentos conservadores de las clases medias..
La presión en contra de la manifestación de la COB había sido intensa en los últimos días, pero fue mayor en la jornada de hoy, cuando el diputado Gustavo Torrico del Movimiento al Socialismo (MAS), dirigido por el cocalero Evo Morales y que brinda un "apoyo crítico" a Mesa, denunció que la marcha laboral sería aprovechada por grupos militares para dar un golpe de Estado. Esta versión fue rechazada por los dirigentes de la COB..
"Iban a infiltrar gente para provocar un caos total en la ciudad, sacar las tropas militares a la calle y consolidar un golpe que hubiese sido muy bien recibido por la clase media y alta", dijo Torrico al explicar que en la tentativa golpista "estaban metidos militares y dirigentes sindicales y los partidarios de Gonzalo Sánchez de Lozada", el ex presidente que fue derrocado en octubre por una insurrección popular..
La posibilidad de un golpe de Estado ya había sido anticipada días atrás por la Iglesia Católica, que había señalado que era necesario un pacto social entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores para apoyar el plan económico del presidente Mesa y evitar así una asonada militar. .
"La advertencia que lanzó la Iglesia Católica de un posible golpe de Estado es tan sólo una estrategia que utiliza el Gobierno para obligar a los sectores sociales a que aprueben la política económica de Carlos Mesa", había dicho el minero Jaime Solares, líder de la COB..
Tras la denuncia del MAS, Solares ratificó sus criterios, aunque advirtió que, de darse la asonada militar, la COB decretaría de inmediato "la huelga general indefinida y el bloqueo nacional de caminos hasta aplastar a los golpistas"..
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EN CONTRA EL PACTO.
En la concentración laboral, hubo un generalizado rechazo al pacto social propuesto por el presidente Mesa y sus aliados. "No puede haber pacto social con nuestros verdugos, con los que protegen y favorecen los intereses de las transnacionales saqueadoras y con los explotadores que pretenden descargar la crisis económica sobre las espaldas de los trabajadores", dijo por ejemplo la radical Federación de Maestros de La Paz. .
"Con nuestros enemigos de clase sólo caben luchas sin tregua hasta imponer la expulsión de las transnacionales, la recuperación de las empresas capitalizadas bajo control obrero colectivo, un salario igual a la canasta familiar con escala móvil, la defensa de la educación con mayor presupuesto económico". .
Según los maestros, "el Pacto social, la Constituyente y el Referéndum son medidas distraccionistas para frenar el accionar independiente de los trabajadores que se orientan a retornar el hilo conductor de las jornadas de octubre; es decir, acabar con la clase dominante en su conjunto, su propiedad privada y su democracia de ricos".
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