El agente de segunda que protagonizó el confuso incidente en una plazoleta del Complejo Habitacional Euskal Erría 70 fue procesado ayer por "seis delitos de homicidio, cinco de ellos en grado de tentativa", por el juez en lo penal de 8º Turno, Pedro Hackenbruch, a solicitud de la fiscal en lo penal de 13er. Turno Adriana Costa.
Ambos magistrados coincidieron en que hay suficientes elementos de convicción y prueba, aunque no los identificaron en sus fallos.
Fuentes judiciales y fiscales admitieron a LA REPUBLICA que el procesamiento con prisión fue dictado a pesar que falta incorporar al expediente "muchas diligencias probatorias pendientes".
El incidente registrado en la noche del lunes dejó como saldo un muerto de 19 años y tres heridos de 15, 17 y 19. Uno de los heridos fue dado de alta ayer. Un segundo permanece internado en el sanatorio Impasa. El tercero continúa en el Hospital Pasteur.
En la tarde dos de los chicos heridos por el policía, Sebastián Chapuy y Patricio Villafán, prestaron declaración en el Juzgado Penal de Bartolomé Mitre.
Previamente a la instancia judicial, el juez Pedro Hackenbruch analizaba la pericia psiquiátrica que médicos especialistas le realizaron al policía de 31 años que mató a un joven e hirió a otros cuatro el lunes en Euskal Erría..
El Jefe de Policía de Montevideo, inspector principal (r) Nelson Rodríguez Rienzo, volverá en la tarde de hoy al Euskal Erría 70 para mantener una segunda reunión con los vecinos, al igual que lo hizo el martes, para acordar nuevas estrategias de seguridad.
Pericia judicial descartaría "disparos a corta distancia" De acuerdo con el informe de la pericia realizada por el Instituto Técnico Forense (ITF), que depende del Poder Judicial, ninguna de la víctimas presentaba "tatuajes" en los orificios de bala, lo que descarta que los tiros hubieran sido realizados a corta distancia.
Un relevamiento de la plazoleta cumplido por la Dirección Nacional de Policía Técnica, una dependencia del Ministerio de Interior, indicó que en la zona del incidente con el policía fue encontrada una bolsa con marihuana, y varios recipientes con restos de vino.
Ambos informes ya fueron incorporados al expediente judicial instruido para indagar los hechos de violencia que fueron sufridos por las 1.474 familias que residen en complejo habitacional que está ubicado a pocas cuadras de un extenso asentamiento irregular de donde habrían partido, según las versiones, muchos disparos.
Aguardan un crucial peritaje de Balística El policía procesado tenía en su poder una pistola Browning 9 mm. de fabricación estadounidense y un revólver calibre 22 de fabricación argentina, armas que le fueron incautadas por el oficial superior que llegó a la plazoleta "dos minutos después" que los vecinos denunciaron al 911 los disparos que se escucharon.
Las pruebas balísticas de las armas determinarán con precisión cuál de las armas fue disparada, y cual de ellas hirió a las víctimas. Ayer a última hora aún persistían dudas acerca del punto crucial, ya que las víctimas presentaron heridas de distintos calibres, y eventualmente, de armas que todavía no habrían sido requisadas.
No obstante, quedó comprobado que la Browning fue accionada, aunque aún se ignora cuántos cargadores habrían sido utilizados, al tiempo que el revólver 22 tenía un cartucho sólo "picado" por el percutor, pero otras dos balas si salieron, por un autor a dilucidar.
Todavía resta establecer con qué armas, y por quiénes, fueron alcanzadas las otras dos, o tal vez, las tres víctimas, que fueron denunciadas, tras los tiroteos registrados cerca de la plazoleta.
Testigos declararon versiones contrarias Una mujer testigo, que ocupa un apartamento en un 10º piso del complejo habitacional, fue interrogada en su domicilio por el propio juez Hackenbruch. Declaró haber visto al policía disparando contra los jóvenes que estaban reunidos en la plazoleta tocando tambores y guitarras, festejando el cumpleaños de uno de ellos.
Sin embargo, una vecina del 7º piso del mismo edificio dijo, por el contrario, que estaba observando la escena desde la ventana de su apartamento, pero aseguró al juez que no escuchó ningún disparo.
Otros testigos interrogados dijeron haber escuchado reiterados disparos de arma de fuego, pero en otra parte del complejo edilicio donde se estima que pudieron haber sido lesionados otros vecinos.
Hasta el momento no prestó declaración ningún testigo presencial del incidente, a excepción de los propios jóvenes que participaron del mismo y que fueron heridos.
A consecuencia de la conmoción pública generada por el incidente que protagonizó el agente de segunda, el comando de la Jefatura de Policía de Montevideo resolvió "suspender" el Servicio 222 que prestaba al complejo habitacional por contrato con su comisión administradora.
La vigilancia de toda la zona, incluido el cercano asentamiento irregular, quedó enteramente a cargo de la Guardia Republicana, que incluye a los cuerpos de Coraceros y Granaderos.
"Que se pudra en la cárcel" *************************** La madre de Santiago Yerle, el joven muerto, dijo ayer en Canal 12 que no quiere "muerte por muerte, pero ese milico va a pudrirse en la cárcel". Me voy a asegurar de hacer justicia y que de eso se encargaría ella para que el asesino vaya a la cárcel "por el resto de su vida".
Rosario aseguró que ninguna autoridad policial ni ministerial se acercó a hablar con ella. Cuando se le preguntó por las disculpas que habían expresado tanto el ministro del Interior como el jefe de Policía de Montevideo, señaló: "Y yo con las disculpas qué hago".
En radio Sarandí Rosario dijo también que "voy a ir a hacer justicia".
Indicó que no quería "muerte por muerte", aunque aseguró que haría todo lo posible para que "ese milico se pudra en la cárcel".
Respecto a la cantidad de carteles, flores y objetos colocados al pie del árbol donde pereció su hijo, Rosario aseguró que "eso es un circo, por favor, pero bueno tampoco quiero ofender a nadie, pero lo voy a sacar en su momento".
"Si no lo procesa van a prender fuego todo" ******************************************* Gonzalo Grajales, abogado defensor del policía que abrió fuego contra los jóvenes en el Euskal Erría, dijo a LA REPUBLICA ser optimista y estar convencido que a su cliente "lo está matando el ambiente".
"La testigo principal dijo haber visto todo desde el décimo piso, y desde el décimo piso y de noche no se puede ver nada ni en el Euskal Erría, ni en Wimbledon ni en Las Vegas", agregó Grajales.
"En el lugar se encontró un sobre de marihuana, que aparentemente le pertenecía a los chicos, eso lo están estudiando los especialistas", dijo y agregó "aparentemente falta un revólver, esto todavía no se confirmó, pero mi cliente tenía dos y según la pericia técnica el calibre 22 fue detonado en tres oportunidades, sin embargo los heridos con balas de ese calibre son 6, está todo muy raro, ¿no será que también se disparó desde la zona del cantegril?, todo está en veremos, en estudio, la Justicia lo dirá".
El abogado también explicó cuál es la versión de los hechos que maneja el policía: "La versión es la que se dio en un primer momento, los jóvenes intentaron rapiñarlo, como es lógico mi cliente se negó y comenzó a forcejear con el chico que falleció, Santiago.
Este le quería sacar la pistola 9 mm y en el forcejeo el arma se disparó hiriéndolo de muerte".
Grajales también dijo que la campera y el buzo del policía está tironeado y roto prueba de que existió un forcejeo bastante fuerte.
Para culminar Grajales explicó que "el juez no se va a dejar influenciar por el entorno, pero es lógico que un poco de presión debe de tener, cualquiera pensaría que si no lo procesan van a prender fuego a todas las viviendas".
fuente: La República (Uruguay)