Antonio Maira
Cádiz Rebelde

A Danilo lo mató una bomba.
A Danilo lo mató una bomba sin número de serie.
A Danilo lo mató una bomba de Dios sabe quién.
Algunos pastores de Dios saben quién mató a Danilo.

A Danilo lo mató una llamada de móvil. Control a distancia.
A Danilo lo mataron por encargo. Control a distancia.
A Danilo lo mataron por encargo de no se sabe quién.
A Danilo lo mataron por control a distancia de no se sabe quién.
En Venezuela el control a distancia, lo que se dice a distancia, viene siempre del norte.

Los encargantes del asesinato de Danilo fueron los figurantes imaginarios de un golpe de estado que nunca existió.
A Danilo lo mató un terrible vacío de poder. Un vacío de poder lleno de júbilo y de risotadas, de oligarcas felices, embajadores exultantes y generalotes de la Seguridad Hemisférica.
Yo vi el vacío de poder -lleno de parabienes compartidos y de risotadas estruendosas- de aquél 12 de abril. El ruidoso vacío que mató a Danilo.
El vacío de poder fue anunciado en todas partes. En mi país también fue proclamado y bendecido el vacío de poder que mató a Danilo.

Danilo soñó que el vacío de poder estaba lleno de gente: Gente del petróleo, dueños de Falsimedia, de Fedecámaras, algunos mandos militares y grandes jerarcas sindicales.
Danilo estaba llenando de nombres el vocinglero vacío de poder de los que gritaron ¡Viva Carmona!.
La gente que vociferaba dentro del vacío de poder del 11 de abril llenó de vozarrones, durante un año, el tinglado mediático de la Plaza de Altamira.
A Danilo lo mató el vacío de poder que calculaba muy bien la dignidad, el empecinamiento y el horror vacui de Danilo.

A Danilo lo mató un mal ajuste de cuentas.
Danilo ajustaba varias cuentas en Venezuela. Las cuentas Falsimediadas de Puente Llaguno, las cuentas Falsimediadas de la actuación de la Policía Metropolitana que contribuyó a fabricar un vacío de poder en el que desapareció Chávez, las cuentas Falsimediadas del asalto a la embajada de Cuba, las cuentas también Falsimediadas de la masacre del 11 de abril, las cuentas Falsimediadas de la plaza de Altamira.

Primera cuenta: los "cuatrocientos" que en el sueño de Danilo y en las pupilas de millones de venezolanos aclamaron a Carmona. Se engañaron las pupilas y a Danilo lo mataron sus propios sueños.

La muerte de Danilo es una muerte medioambiental: a Danilo lo mató cualquier mafia de las que campean en Venezuela. El asesinato de Danilo es "un puro retrato de la terrible Venezuela militarista de Chávez".
Dice Falsimedia que a Danilo lo mataron los daños colaterales.
Como el control a distancia, los daños colaterales vienen siempre del norte.

Pero, sobre todo, a Danilo lo mataron las mentiras. Los reyezuelos mediáticos de las medias palabras y su Emperador de las mentiras.
El Emperador de las mentiras también vocifera desde el norte.

Todo el mundo sabe quién mató a Danilo Anderson.
Pero ¡Oye! –dirá, mañana mismo, Falsimedia- ¿Quién era Danilo?

Antonio Maira es miembro del Colectivo Cádiz Rebelde