Latinoamérica
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Entrevista a Eleuterio Fernández Huidobro, senador reelecto del Frente Amplio
Comenzaremos de inmediato a negociar el pago de la deuda externa
La República
El senador Eleuterio Fernández Huidobro fue entrevistado por José Vales, del diario El UniversalOn Line de México. En sus declaraciones (efectuadas días pasados) aseguró que será "un gobierno de puertas abiertas, incluso para la oposición" y que el gobierno del doctor Tabaré Vázquez será de unidad de la fuerza progresista porque "tenemos una gran dinámica en negociación y en conjugar posiciones".
--¿Esperaban semejante votación?
--En verdad sí. Lo veíamos en la calle, durante la campaña. Había una gran confianza en llegar al gobierno. Ahora, esta alegría de la gente y nuestra nos compromete aun más con la necesidad de cambios profundos.
--En los últimos días de la campaña les recordaron su origen político, la lucha armada de los Tupamaros. ¿Lo esperaban?
--Era de esperar. (Julio) Sanguinetti, que a pesar de que afuera del país aparece como amigo de Felipe González, entró en la desesperación como muchos otros dirigentes colorados. Yo lo había advertido, van a largar los fantasmas porque no tienen propuestas y así fue. ¿Y cuál fue la respuesta de la gente? Nos votó. La gente en Uruguay no es estúpida.
--¿El de ustedes será un gobierno de urgencias? ¿Actuarán así en el plano social y económico?
--Sí, sobre todo en el plano social, con el programa de emergencia que anunciamos en la campaña. En lo económico de inmediato el ministro de Economía comenzará a negociar la deuda externa. Pero, ojo, no nos vamos a hacer cargo de 170 años de gobiernos colorados y blancos. Nuestro gobierno será de cinco años y sabemos que hay mucho por hacer.
--¿Observa la posibilidad de que todas las tendencias que anidan en el Frente entren en colisión durante el gobierno?
--Discusiones siempre hubo, hay y habrá, pero fíjese que en el resto de Latinoamérica nos elogian por haber perdurado juntos más de 30 años. Cuando participábamos de las Cumbres de la Izquierda Latinoamericana del Foro de Sao Paulo, y surgían diferencias, nos llamaban para terciar y negociar. ¿Por qué? Porque tenemos una gran dinámica en negociación y en conjugar posiciones. Y en el gobierno será igual.
--¿En dónde se verá de inmediato ese "cambio" que la gente auguraba y hoy celebra?
--Creo que lo primero que se vislumbrará será en la forma de gobernar, de comunicarse con la sociedad. Un gobierno de puertas abiertas incluso para la oposición.
--A su modo de ver, usted los enfrentó desde joven, pero ¿qué fue lo que provocó la caída de los partidos tradicionales?
--Se pervirtieron como tales. Dejaron de ser partidos. Yo debo reconocer que aunque sea de derecha, para ser partido tiene que ser combativo, si no es una comparsa. Fue un largo proceso de deterioro. Se burocratizaron, compraron el modelo neoliberal y ahí está su resultado.
--¿Cómo van a hacer para cumplir con el programa de gobierno con una deuda que es igual al PIB e intereses de 700 millones anuales?
--Negociando y renegociando. No queda otra. Apoyarse en Brasil y Argentina, porque nosotros somos un pequeño país y entonces tenemos que apoyarnos y renegociar.
Dijimos que nuestro gobierno se parecería mucho al de Lula, y por suerte tenemos lo que no tiene Lula: mayoría en las dos cámaras y muchos menos pobres que Brasil. Los 800 mil pobres con necesidades alimentarias de acá, son como si fuera un pequeño barrio de Sao Paulo.
--Senador, ¿cómo observa, ahora que es "gobierno", ese pasado que le recuerdan constantemente?
--Yo no estaría aquí si no hubiese sido tupamaro. Esa fue una etapa de nuestras vidas que ya analicé y escribí mucho. Por todo aquello, por nuestra coherencia según lo que siempre nos reconocen los de la derecha y porque los militares no nos mataron como hubiesen querido, es que llegamos ahora al gobierno. Creo que más allá de las diferencias, todos los que estamos festejando ahora tenemos que estar orgullosos de nuestra historia.