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Bolivia: Qué se proponen los separatistas
Antonio Peredo Leigue
El 11 de noviembre, los empresarios de Santa Cruz -la ciudad más grande de Bolivia- impondrán un paro de 24 horas que acatarán transportistas, pequeños comerciantes y artesanos, además de las empresas que ellos manejan. Coreados por los medios de comunicación locales -y algunos nacionales-, demandan la realización de un referéndum el próximo 5 de diciembre -el mismo día de elecciones municipales- para definir la autonomía de ese departamento.
La tendencia separatista de ese sector se basa en el convencimiento de que, sus empresas, movilizan casi la totalidad de la economía nacional. Los yacimientos petroleros más importantes del país estuvieron en ese departamento hace un buen tiempo, pero actualmente producen sólo una parte de los hidrocarburos líquidos. La otra actividad sostenida es la agricultura: soya, caña de azúcar, arroz.
Petróleo y gas Bolivia nunca pudo alcanzar una producción de 50 mil barriles diarios. Actualmente se explotan algo más de 30 mil, la mayor parte de los cuales se consumen en el mercado local. Desde hace una década, la explotación de hidrocarburos se ha orientado al gas, del cual hay cantidades importantes que, en la etapa de crisis energética que vive la región, resultan altamente codiciadas.
YPFB (la empresa estatal del petróleo) avanzó en los estudios geológicos que establecieron los volúmenes de esta riqueza. Se calcula que, a lo largo de una franja que cruza el país de sureste a noroeste, hay yacimientos que acumulan más de 100 TCF (trillones de pies cúbicos). En el proceso de entrega del aparato productivo a empresas transnacionales, en la década anterior, se traspasaron tales estudios sin costo alguno; las empresas sólo tuvieron que perforar los pozos para confirmar la validez de aquellos cálculos. Las cifras actuales son de 28 TCF probados y 26 TCF probables, que no se comprueban hasta que la ampliación de los mercados justifique la inversión.
Los yacimientos más importantes de esta riqueza se encuentran en la región este del departamento de Tarija.
Este distrito, fuera del eje troncal del país (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz), tiene fundadas expectativas en el desarrollo que pueda permitirle una adecuada explotación del hidrocarburo.
Resentimiento y separatismo Históricamente, el vasto departamento de Santa Cruz ha estado a espaldas de la región occidental. En los casi 180 años de vida republicana, ocurrieron episodios que enconaron el resentimiento acumulado por la impericia de los gobiernos y el desencuentro de las poblaciones afincadas en regiones tan distantes y tan distintas.
El desarrollo de aquella región comenzó hace unos cincuenta años, con la construcción de la carretera Cochabamba - Santa Cruz y el fomento de las actividades petroleras y agroindustriales. En poco tiempo, Santa Cruz se transformó en un polo de desarrollo que atrajo una fuerte migración interna. En menos de 30 años, la ciudad capital pasó de unos cien mil a más de un millón de habitantes. Esa migración ha provocado fuertes sentimientos de rechazo, aunque es evidente que, sin esa fuerza laboral, no se concibe el funcionamiento del aparato productivo de la región.
Lo paradójico es que, tales sentimientos ahora son cultivados por los hijos y nietos de inmigrantes europeos, que desplazaron a los patriarcas criollos quienes, hasta hace cincuenta años, encabezaban las acciones contra el poder central.
Autonomía y federalismo Las movilizaciones contra el modelo neoliberal, iniciadas el año 2000, se realizaron en el altiplano occidental y los valles centrales; la región oriental, prácticamente, estuvo ausente de esas acciones. Así, los empresarios cruceños comenzaron a construir la supuesta dicotomía entre "el país productivo" (ellos mismos en el oriente) y "el país bloqueador" (aludiendo a los métodos de lucha de los campesinos en el occidente). La consigna fue utilizada por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada para acusar al movimiento popular de desestabilizar al país; incluso, el último día de su gobierno, Sánchez de Lozada manejó la idea de asentarse en Santa Cruz y gobernar desde allí.
Es evidente que, la caída de aquel mandatario, así como la iniciación del proceso de recuperación de los hidrocarburos y reconstrucción del país, han provocado fuertes rechazo de ese sector; sin embargo, la fuerte presencia popular les obligó inicialmente a aceptar los hechos.
Las vacilaciones del actual gobierno, sus marchas y contramarchas, les han sido propicias. Así, a mediados de este año comenzaron su ofensiva. Lo hicieron abiertamente un mes antes de la realización del referéndum vinculante sobre política energética, presentando lo que dominaron "la agenda de junio", para contraponerla al programa que se dio el pueblo en octubre del año pasado. En todo caso, hasta ahora se guardaron muy bien de esgrimir su recurso separatista, con el que pretenden recoger la simpatía, o al menos la neutralidad, de otras regiones también postergadas y amedrentar a la actual estructura de poder.
Autonomía es un primer apronte. Luego se planteará el federalismo. Avanzando en su estrategia, no tardarán en exhibir su tendencia separatista. La razón es muy simple: la riqueza gasífera que se acumula en esa región -más en Tarija que en Santa Cruz-, es codiciada por las empresas transnacionales que actualmente detentan su propiedad; para mantener ese poder, están dispuestas a provocar incluso la división del país. No sería la primera vez que ocurre en América Latina, como efecto de los apetitos empresariales.
Fortalezas y debilidades De alguna manera, los empresarios cruceños, han logrado fortalecerse con el apoyo de los sectores más conservadores de Tarija y, eventualmente, del Beni (norte del país).
Estos aliados han declarado el paro del día 11, aunque los representantes benianos apoyaron la medida pero no se sumarán a éste.
Sin embargo, no ha podido contar con Chuquisaca, en el centro del país, ni con Pando en el noroeste, con los que, hace un año formó una alianza que decidieron llamar "media luna", aludiendo a la figura de una tenaza que amenaza al occidente del país. Con el primero de estos departamentos, se ha producido un enfrentamiento a propósito de la situación de un campo gasífero recientemente descubierto que contendría hasta 12 TCF. Pando, por su parte, estima que nunca han sido beneficiados en esas movidas del empresariado cruceño.
Pero es más. La resistencia ha comenzado a organizarse dentro del mismo departamento de Santa Cruz. Sectores indígenas organizados en agrupaciones consistentes, han declarado públicamente que están en contra de las acciones de estos empresarios. Incluso marcharon por el centro de la ciudad capital, con lo que dejaron sentado que no acatarán el paro.
El sector más reaccionario del empresariado está jugando sus cartas, porque considera que, las vacilaciones del gobierno, le serán de gran ayuda. Los próximos días establecerán la dimensión de su fortaleza o de su debilidad.