Ericka Montaño Garfias
La Jornada

El movimiento indígena adquirió visibilidad en los últimos años, gracias a un proceso en el que ha estado presente la revista Ojarasca, que cumple su 15 aniversario. De esos años, siete ha aparecido como suplemento de La Jornada.
Ojarasca es una revista independiente, y hablar de ella es hacer un recuento, punto por punto, de lo que han sido las vicisitudes del movimiento indígena, nacional e internacional, señala Ramón Vera Herrera, quien junto con Hermann Bellinghausen es fundador de esta publicación mensual.

La revista nació en 1989, en una época en la que ''se pensaba que el capitalismo era muy bueno, todo era muy bonito; se caía el muro de Berlín. Pero justamente en ese momento comenzaron a surgir movimientos por todo el continente, pero especialmente en México, que han ido dando visibilidad al movimiento indígena, hasta donde nos encontramos ahora'', señala Vera Herrera.
Precisa que Ojarasca no es una publicación etnográfica, sino una revista que interviene en procesos más allá de sólo dar voz, publicar artículos o reportear asuntos, y que implican trabajar con las comunidades, con las organizaciones, con la gente ligada a la problemática indígena, para tratar de entender sus particularidades.
''Nos puso a aprender, a caminar el país, a meternos a todas las regiones. Empezamos a ver lo que estaba ocurriendo, comenzamos a descubrir un país por abajo, y a mostrarlo, por supuesto. Pero en el mostrarlo creo que también ellos nos enseñaron cómo hacerlo, es decir, como ir entendiendo un mundo tratando de quitarnos todas las camisas: la etnográfica, la de reporteros''.
Todo ello se debe a que el movimiento indígena en México y en otras partes del mundo tiene mucha fuerza y vitalidad, una gran sabiduría, y estas características se han manifestado en los últimos 15 años, "y por supuesto, desde hace 10, con el levantamiento zapatista, está dando muestras de una claridad muy fuerte''.
¿Qué ha pasado en estos últimos 15 años con el movimiento indígena?, cuestiona Vera, y responde: "Adquiere visibilidad. Comienza a contar su propia historia, todas sus historias, esas que el poder se ha encargado de borrar. Empieza a expresar su voz en todos los foros posibles y, al mismo tiempo, comienza a cotejar sus experiencias con otras comunidades, con otras organizaciones y con otros pueblos.
''(Los indígenas) se dan cuenta de que ninguna historia es única, que hay una serie de similitudes entre todas las condiciones que pesan sobre unos y otros, y que además todas las luchas están relacionadas. Es decir, los pueblos indígenas empiezan a adquirir horizonte; horizonte histórico y de relaciones y, por supuesto, eso les permite también tener un actuar en conjunto, y eso les confiere la fuerza de mostrar todo lo que son y de lo que son capaces, así como toda su sabiduría, que a fin de cuentas tiene propuestas muy fuertes para toda la humanidad, no sólo para los pueblos indios o para su propia comunidad''.
Así que los pueblos indígenas "adquieren horizonte, y esto empata con el empuje que les dio el movimiento zapatista, el levantamiento de 1994 y el hito histórico de haber tenido un movimiento armado que decidió escuchar el reclamo de la sociedad civil, que puso a su consideración todo un planteamiento, y que logró históricamente conjuntar una serie de pueblos y de gente cercana a la problemática indígena; gente de la sociedad civil que confrontó al gobierno, lo sacudió, lo sentó en la mesa y lo forzó a la legitimidad de ese gran movimiento, a formar los acuerdos de San Andrés, que siguen sin cumplirse".
Ahora lo que se puso en marcha es un "indigenismo de baja intensidad" -que es justamente el tema del número de aniversario que se publica este lunes-, ante el cual "los pueblos construyen gobiernos autónomos. Entonces la autonomía es, en los hechos, la resistencia, una resistencia que no es una veleidad ideológica, sino que al final de cuentas intenta salir al paso de esas políticas gubernamentales que buscan su desarticulación".
Como parte de los festejos por este 15 aniversario se prepararon tres mesas redondas en diversos foros. La primera se realiza este lunes a las 19 horas en Casa Lamm, con la participación de Hermann Bellinghausen, Claudia Gómez Haro, Rosa Rojas y Magda Gómez. La segunda es en Oaxaca, el 23 de octubre, en el cine club El Pochote, y la tercera se realizará en San Cristóbal de las Casas, en fecha aún por definir.