Latinoam�rica
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25 de enero del 2004
La oposici�n est�
dominada por las clases altas y medias hatianas, que cuentan con recursos
econ�micos y el respaldo de Estados Unidos
�
Hait�: Crisis en la primera rep�blica negra del mundo
Liberaci�n�
El pasado primero de enero,
Hait� festej� los 200 a�os de su independencia y de la constituci�n de la
primera rep�blica de negros en el mundo, y la primera en abolir la esclavitud
en todo el hemisferio occidental. El aniversario, que deber�a haber sido
festejado en toda Am�rica, pas� casi desapercibido en los medios de
comunicaci�n, acentuando el aislamiento y el olvido en que est� sumido ese
pa�s, desde que conquist� su independencia en 1804. Hait� tiene una tasa de
desempleo de m�s de 70 por ciento de su fuerza laboral, un ingreso promedio de
menos de un d�lar por d�a y una esperanza de vida de 50 a�os.
Desde la independencia en 1804, varios factores han entorpecido el progreso de
Hait�. En primer lugar, los dem�s pa�ses -hoy en d�a "la comunidad
internacional"- siempre le tuvieron recelos y trataron de aislar su
ejemplo revolucionario.
Francia, la de la "Igualdad, Fraternidad y Libertad", no reconoci� a
la nueva rep�blica hasta que �sta se comprometiera a pagar una abultada "compensaci�n"
por la p�rdida de lo que hab�a sido su colonia m�s pr�spera en todo el Caribe,
responsable en el siglo XVIII del 75% de la producci�n mundial de az�car. Los
pa�ses de Occidente trataron a Hait� como un paria porque hab�a tenido la
temeridad de liberarse y nunca se lo iban a perdonar.
La misma actitud gui� a la pol�tica de Estados Unidos hacia Hait�, despu�s de
que tomara el relevo de Francia como potencia en la zona, en el siglo XX. A
partir de 1915, los infantes de marina estadounidenses ocuparon a Hait� durante
casi 20 a�os para recuperar la "deuda" que aseguraban que el pa�s
ten�a con Washington. Antes de retirarse ayudaron a instalar la tenebrosa
dictadura de Francois Duvalier ("Pap� Doc") que se autoproclam�
presidente vitalicio y al morir dej� en su puesto a su hijo, Jean- Claude
Duvalier que huy� al exilio en 1985. Estados Unidos apoy� plenamente a la
dinast�a de los Duvalier, padre e hijo, que junto a una �lite se dedicaron a
saquear las riquezas del pa�s y a reprimir a sus compatriotas, con la
tristemente c�lebre polic�a secreta, los "tonton macoute".
Adem�s de la familia Duvalier, presidentes civiles y militares corruptos han
hecho de Hait� el pa�s m�s pobre del hemisferio, donde la mortalidad infantil,
la desnutrici�n y otros �ndices de salud y bienestar son cada vez m�s
desastrosos.
En 1994, fuerzas estadounidenses regresaron a Hait� junto con la ONU para
ayudar al presidente Aristide a volver al poder. Poco despu�s se fueron, pero
Naciones Unidas se qued� en el pa�s con el objetivo de ayudar al
establecimiento de un sistema judicial y policiaco y para organizar la ayuda
internacional que llegaba al pa�s. La ONU abandon� Hait� luego de las
elecciones de 2000, en las que tambi�n triunf� el movimiento Lavalas de
Aristide. La oposici�n no reconoce este resultado y desde entonces se moviliza
exigiendo la renuncia del presidente.
La Organizaci�n de Estados Americanos (OEA) ha intentado varias veces que el
gobierno y la oposici�n se sienten a negociar. En el momento, siguen tratando
de lograr que ambas partes se pongan de acuerdo en la composici�n del Consejo
Electoral, que deber�a organizar los comicios legislativos de este a�o y la
elecci�n presidencial del 2006.
La Comunidad Caribe�a, CARICOM, que incluye a los 15 pa�ses del Caribe, tambi�n
ha prometido ayudar a encontrar una salida a la crisis pol�tica de Hait�. Un
equipo dirigido por Colin Granderson (quien dirigi� la misi�n de la ONU en
1994) se encuentra en el pa�s para alentar a las partes a dialogar.
De cura a presidente
Jean-Bertrand Aristide se hizo popular a finales de la d�cada de 1980 en el
ca�tico clima pol�tico que sucedi� la ca�da de Jean-Claude Duvalier. Aristide,
que entonces era un sacerdote cat�lico cre� el movimiento Lavalas que se
convirti� en la principal fuerza pol�tica de Hait� y Aristide fue elegido
presidente por primera vez en diciembre de 1990.
Meses despu�s fue derrocado por un golpe militar sangriento, pero retom� la
jefatura de Estado en 1994, cuando los entonces l�deres fueron forzados a
abandonar el poder a ra�z de la presi�n internacional y la ayuda de soldados
estadounidenses. Con la prohibici�n de presentarse para una segunda presidencia
consecutiva, Aristide fue reemplazado por Rene Preval en los comicios de 1995.
Sin embargo, present� su candidatura y gan� las elecciones en 2000, que fue
boicoteada por grupos de oposici�n.
Aristide naci� en 1953 y fue educado en una escuela cat�lica primero y en un
seminario despu�s. Fue ordenado sacerdote en 1982 y se convirti� en un devoto
seguidor de la teolog�a de la liberaci�n, movimiento que impulsaba a la Iglesia
a involucrarse en problemas sociales como la pobreza y la opresi�n. Aristide se
convirti� en un gran orador que conmov�a a las masas y defend�a la democracia.
Pero su postura pol�tica y su creciente popularidad despertaron el enojo de los
l�deres en funciones y Aristide fue el blanco de varios intentos de asesinato
en la d�cada de los 80. Sus actividades pol�ticas tampoco fueron bien vistas
por las autoridades de la Iglesia. Aristide fue expulsado de su orden religiosa
en 1988 y abandon� el sacerdocio en 1994. M�s tarde contrajo matrimonio.
Su segundo per�odo gubernamental estuvo caracterizado por crisis sociales,
pol�ticas y econ�micas. En 2001 sufri� un intento de golpe de Estado y la
paralizaci�n de la ayuda internacional despu�s de unas controvertidas
elecciones parlamentarias.
Aristide desestima la oposici�n pues los considera beneficiarios o bien del
r�gimen de Duvalier o del ej�rcito, que desmantel� cuando retorn� al poder en
1994. Pese a que Estados Unidos lo restituy� en el gobierno, mantiene una
fuerte oposici�n a su pol�tica y respalda a la oposici�n.
A nivel popular, y pese a la crisis econ�mica, Aristide mantiene apoyo popular,
especialmente entre los sectores de m�s bajos ingresos, mientras que la
oposici�n est� dominada por las clases altas y medias hatianas, que cuentan con
recursos econ�micos y el respaldo de Estados Unidos. Recientemente el
Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se quej� de una supuesta
falta de colaboraci�n del gobierno de Hait� en el combate contra la droga.
Hait� es acusado de ser plataforma del contrabando de droga hacia Estados
Unidos.
A principios de enero se produjo otro incidente en ambos gobiernos. Estados
Unidos neg� la visa de ingreso al ministro del Interior haitiano, Jocelerme
Privert sin explicaci�n alguna. Ello provoc� la reacci�n hatiana que poco
despu�s solicit� que los agentes estadounidenses de inmigraci�n que trabajaban
en el aeropuerto internacional "Toussaint-Louverture" de Puerto Pr�ncipe
que abandonaran el pa�s.
Menos de una decena de agentes estadounidenses trabajaban en el aeropuerto de
Puerto Pr�ncipe desde hac�a menos de una semana, a pedido de las autoridades
haitianas para ayudar en el control de pasajeros que viajaban a Estados Unidos.
Las autoridades haitianas adujeron problemas administrativos para justificar la
partida de los agentes.
Aumento de la pobreza
Pese a su compromiso de luchar contra la pobreza, Aristide no ha logrado
achicar la brecha entre los sectores sociales. Por el contrario, la brecha
entre la mayor�a negra empobrecida, cuya lengua es el creole, y los mulatos,
que hablan franc�s por un lado, y el 1% de los hatianos que poseen casi la
mitad de las riquezas, es m�s amplia.
La desocupaci�n en el campo ha obligado a miles de haitianos a dejar la
agricultura para vivir hacinados en la capital, Puerto Pr�ncipe, u otras
ciudades. Los j�venes de menos de 21 a�os, que suman la mitad de la poblaci�n
haitiana, se educan con la �nica certeza de que no tendr�n trabajo. Y cientos
de haitianos siguen tratando de escaparse del pa�s en fr�giles embarcaciones
hacia los Estados Unidos, donde a diferencia de los cubanos, son devueltos sin
contemplaciones.
Ante las cr�ticas, Aristide sostuvo que no renunciar� ya que cuenta con el
apoyo del pueblo. "Nadie me regal� el derecho a estar aqu�, el pueblo me
entreg� ese derecho, con su apoyo". dijo Aristide durante una entrevista
con el peri�dico norteamericano Miami Herald. Aristide, quien prometi� celebrar
elecciones legislativas este a�o, dijo que los haitianos que llegan de manera
ilegal a Florida "no son refugiados pol�ticos, sino econ�micos, al tiempo
que pide a los Estados Unidos "involucrarse de manera m�s activa en la
lucha contra el tr�fico de drogas en la naci�n caribe�a".
Y aunque el mandatario critic� fuertemente a la oposici�n de su pa�s, reserv�
sus comentarios m�s mordaces para Estados Unidos y la comunidad internacional
en general, a quienes acusa de "esencialmente, haber abandonado a Hait� al
impedir el flujo de ayuda econ�mica para los proyectos de su gobierno".
Aristide agreg� que es "la comunidad internacional, y no mi gobierno, la
gran responsable de la crisis haitiana".
Ahora ha iniciado un reclamo por m�s de US$20.000 millones a Francia, como
"compensaci�n" por las ganancias astron�micas que ese pa�s obtuvo
durante el per�odo colonial.
Exigen la renuncia de Aristide
La oposici�n por su parte, nucleados en el llamado Grupo de los 184 (por el
n�mero de organizaciones que lo integran, desde la derecha hasta algunos
sectores de izquierda), acusan al gobierno de haber hecho fraude en las
elecciones legislativas del 2000. En una declaraci�n a fines del pasado a�o,
declararon que el gobierno "est� fuera de la ley" y amenazaron con no
participar en las elecciones legislativas si Aristide sigue al frente del
gobierno.
La oposici�n ha recibido fuerte respaldo de gobiernos y organizaciones
extranjeras. el organismo canadiense "Entraide Missionnaire", en una
carta dirigida al Primer Ministro Paul Martin (10 diciembre), ha pedido al
gobierno canadiense que d� su apoyo a los movimientos ciudadanos que reclaman
la salida del poder de Jean Bertrand Aristide.
Estados Unidos ha deplorado, el 15 de diciembre �ltimo, a trav�s del portavoz
del departamento de Estado, Richard Boucher, la represi�n a las manifestaciones
pol�ticas en Hait�. "El gobierno haitiano ha actuado en contubernio con
pandilleros armados que trabajan a sueldo para reprimir con violencia estas
manifestaciones, provocando de esta manera heridos e incluso p�rdidas de vidas
humanas", ha dicho Boucher.
En los �ltimos meses en enfrentamientos entre partidarios y opositores al
r�gimen, han muerto m�s de 40 personas. Funcionarios del gobierno, como forma
de defender el mandato constitucional de cinco a�os del presidente, que culmina
en 2006, manifestaron en declaraciones a la prensa que habr� una distribuci�n
de armas de fuego entre la poblaci�n.
Desde el pasado mes de diciembre la oposici�n han comenzado una ofensiva para
obligar a Aristide a renunciar a la presidencia. A mediados de diciembre, los
comerciantes y propietarios de medios de transporte, convocaron a una huelga
general de 36 horas para reclamar la renuncia del presidente. La convocatoria
tuvo un �xito parcial en la capital, Puerto Pr�ncipe, y en una o dos ciudades
del interior.
200 a�os de independencia
El presidente JeanBertrand Aristide festej� el bicentenario de la independencia
de Hait� con promesas de mejoras para todo el pueblo, pero las celebraciones
estuvieron ensombrecidas por espor�dicas manifestaciones contra su gobierno.
Aristide dijo ante una multitud congregada frente al Palacio Nacional en Puerto
Pr�ncipe que trabajar� para erradicar la pobreza, el analfabetismo y las
enfermedades en la naci�n caribe�a de ocho millones de habitantes.
Entre los hu�spedes para las celebraciones figur� el presidente de Sud�frica,
Thabo Mbeki, quien dijo a la multitud que la revuelta de los esclavos haitianos
hab�a inspirado al mundo.
El �xito del levantamiento, dijo, dio "un golpe mortal a los comerciantes
de esclavos que hab�an recorrido las costas del este y oeste de Africa buscando
esclavos y arruinando la vida de millones de africanos".
Az�car amargo
De principal productor de az�car y caf� del mundo en el siglo XVII, Hait� pas�
al grupo de los 50 pa�ses en decadencia econ�mica r�pida, seg�n el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD. En el 2000, el PIB por persona en
Hait� era de U$S 1.467, 0,9% menor que el de 1999 y la tasa de inflaci�n anual
llegaba al 13,7%.
Hoy Hait� se encuentra en el 134� lugar de los Indicadores de Desarrollo Humano
(IDH), equiparado a Somalia y Yemen. La renta per c�pita en el pa�s es de
apenas 144 d�lares. La moneda nacional, el gourde. Por cada d�lar son
necesarios 26.9 gourdes.
El cuadro revelado por datos de marzo de este a�o, del Programa Integrado de
Respuestas para las Necesidades Urgentes de Comunidades y Poblaciones
Vulnerables (PIR), del Sistema de Naciones Unidas, no es nada alentador. En
Hait� el 52% de la poblaci�n se encuentra por debajo de la l�nea de pobreza, el
50% est� subempleada y la expectativa de vida es de apenas 53 a�os. El programa
revela tambi�n que 3,8 millones de haitianos no disponen de ingresos
suficientes para sobrevivir, de �stos, 2,4 millones viven en situaci�n de
inseguridad alimentaria cr�nica.
De acuerdo con el informe de la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentaci�n (FAO), 3,8 millones de haitianos sufren hambre,
en un pa�s de m�s de 8 millones de habitantes.
El economista de Hait� Camille Chalmers, tambi�n secretario ejecutivo de la
Plataforma para Abogar por el Desarrollo Alternativo (Papda) sostiene que el
hecho de que el 46% de la poblaci�n de Hait� pase hambre es resultado directo
de las pol�ticas neoliberales aplicadas al pa�s, que generaron
desestabilizaci�n de la econom�a del campo y de la capacidad de producci�n
nacional. "Ahora estamos importando de Estados Unidos 250 millones de
d�lares de arroz. Hait� es el primero en consumo de arroz proveniente de
Estados Unidos por persona y nosotros podemos producir arroz y hacemos eso muy
bien, pero todos conocen c�mo son las pol�ticas de apertura de mercado que
causaron una invasi�n de arroz estadounidense y los cambios de h�bito de
consumo y de intensificaci�n de la dependencia de los productos de Estados
Unidos", ejemplifica el economista.
En n�meros absolutos la deuda externa de Hait� parece ser peque�a, 1.251
millones de d�lares, pero en t�rminos de peso para la econom�a es muy fuerte,
defiende el economista Camille Chalmers. "Los intereses de la deuda son el
doble del gasto del Estado para salud p�blica, lo que muestra que realmente
representa un peso enorme. En el �ltimo acuerdo firmado con el FMI (Fondo
Monetario Internacional), la deuda externa es casi prioridad de la econom�a
p�blica."�
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