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Latinoamérica

Indígenas amazónicos denuncian:
Saqueo, violencia y desplazamientos   

Eduardo Tamayo G.
 ALAI-AMLATINA

 Los pueblos indígenas  Amazonía  no solo están afectados por las actividades de  empresas petroleras que no se detienen ante nada sino por  otros fenómenos que amenazan su supervivencia como los  acuerdos de  "libre comercio", la  violencia, el  desplazamiento forzado y  las fumigaciones a las  plantaciones de coca  con productos altamente nocivos para  la salud humana, fumigaciones que no solo se realizan en  Colombia  sino en las poblaciones fronterizas con  Ecuador.
 Estos son algunos temas que preocupan a los/as dirigentes  de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la  Cuenca Amazónica, COICA  (conformada por  9 organizaciones  indígenas de igual número de países)  que se reúnen en  Quito del 26 al 30 de enero para abordar temas como  territorios y recursos naturales, sostenibilidad humana,  sistemas propios y derechos constitucionales,  fortalecimiento organizativo y sabidurías ancestrales y  formación académica y científica.
 El coordinador general de la COICA, el brasileño Ají Alves  Rodrigues Manchineri, denunció el saqueo indiscriminado  y  dañino de la naturaleza, provocado por la extracción  petrolera, maderera, minera y por  "individuos que por la  consigna de defender el medio ambiente se apropian  indebidamente de la biodiversidad y de nuestras sabidurías  y conocimientos".
 Con relación a la situación específica de la explotación  petrolera en la región amazónica ecuatoriana, la comunidad  indígena de Sarayacu (provincia de Pastaza)  viene  resistiendo a los intentos de  la Compañía General de  Combustibles (CGC),  de iniciar la exploración petrolera en  sus territorios,  con el apoyo del gobierno de Lucio  Gutiérrez   Las actividades petroleras generan contaminación del suelo,  de los ríos y el aire,  deforestación de la selva, pérdida  de biodiversidad, deterioro de la calidad de vida,  enajenación cultural, enfermedades, división de las  comunidades, dependencia económica y muerte.
 El presidente de la Confederación de Nacionalidades  Indígena de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía  Ecuatoriana, CONFENIAE, José Quenamá sostiene que el tema  petrolero en el Ecuador es muy complejo y diverso: en el  norte de la región amazónica la explotación petrolera lleva  ya 33 años, en el centro ya se han hecho actividades de  prospección sísmica, en tanto que en el sur éstas están  recién comenzando. En la CONFENIAE hay posiciones  diferentes,  "pero en los bloques 23 y 24 en donde estás las  nacionalidades Achwar, Shuar y  Záparo, ellos están  diciendo no a la actividad petrolera y han pedido una  moratoria de 20 años porque no hay una legislación clara  que vaya en beneficio de los pueblos indígenas y además las  bases están proponiendo proyectos alternativos, ellos  quieren vivir de acuerdo a su cultura, en relación con el  medio ambiente y el mundo ancestral. En el momento en que  se comiencen a violentar a los derechos indígenas va a  haber fuertes reacciones", señala José Quenamá.
 Fumigaciones y desplazamientos   La situación de violencia que se vive en Colombia afecta  directamente a  los pueblos indígenas de este país. Según  datos de la COICA más de 30.000 de un total de 700.000  indígenas colombianos  han sido afectados en su integridad  por hechos adjudicados tanto a las fuerzas paramilitares de  derecha, al Estado y las guerrillas. La aplicación del Plan  Colombia, que tiene un fuerte financiamiento de Estados  Unidos, solo ha venido a agravar la situación de los  pueblos amazónicos, extendiendo sus efectos a la región  fronteriza de Ecuador.
 "Las fumigaciones de las plantaciones de coca están  afectando a las plantas, los animales y a la gente. También  hay desplazamiento de los hermanos colombianos a nuestras  comunidades y a la misma ciudad. En la provincia  ecuatoriana  de Sucumbios hemos hecho un recuento de que  hay un 40% de ciudadanos colombianos que huyen de la  violencia, eso demanda de recursos para atender a la gente,  porque esa gente necesita comer,  educarse y tener  garantías. Yo creo que el gobierno ecuatoriano  no debe  meterse en problemas ajenos, porque eso involucra a nuestra  gente", manifiesta José Quenamá.
 Acuerdos de  "libre comercio"  Otros problemas que afectan a los pueblos amazónicos son  las inversiones extranjeras y los acuerdos de  "libre  comercio"  (como el ALCA)  que  "generan incapacidad de  nuestros gobiernos para defender los intereses de la  Nación, además (que) en el tiempo se van transformando en  instrumento de violación de los derechos humanos de  nuestras naciones tan solo para proteger los intereses de  externos", sostiene Ají Alves Rodrigues Manchineri.
 Marcos Matías Alonso, miembro del Foro Permanente para las  Poblaciones Indígenas de las Naciones Unidas,  dice por su  lado que los grandes acuerdos de libre comercio como  MERCOSUR, la Comunidad Andina de Naciones, el Plan Puebla  Panamá (PPP),  han ignorado la fuerte presencia indígena en  la región. Por ejemplo,  en el PPP,  los gobiernos piensan  en grandes vías de comunicación pero se olvidan de las  pequeñas carreteras, caminos rurales, se olvidan de los  biodiversidad de los pueblos indígenas, es decir ven un  desarrollo con enfoque a la europea o a la norteamericana,  pero no promueven un desarrollo desde los pueblos indígenas  Mientras los jefes de Estado no incluyan capítulos  indígenas dentro de estos grandes esquemas de integración  económica van a encontrar una fuerte resistencia y hasta de  confrontación con los pueblos indígenas. Estos planes  tienen que ser reorientados en su estrategia política e  incluir  la visión, la iniciativa y los sueños de los  pueblos indígenas, expresa Marcos Matías Alonso, agregando   "que los pueblos indígenas podrían entrar en vías de  negociación de acuerdos constructivos siempre y cuando los  vean como socios, pero aceptarlos como socios implican   aceptar sus iniciativas, como por ejemplo el  desarrollo  humano sostenible, medio ambiente, seguridad territorial".