comunicado íntegro)
Iraq, la resistencia es por la liberación nacional

Cuando los Estados Unidos de América decidieron invadir a Iraq, Collin Powell, Secretario de relaciones exteriores, se presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU en marzo de este año, justificando la agresión. Las armas de exterminio en masa que poseía Iraq, eran su principal argumento. Amenazaban a la humanidad. Armas que aún no han aparecido.

Pasados los primeros meses de esta agresión ilegal, la figura del presidente Hussein se convirtió en el nuevo motivo de la agresión. Él estaba al frente de la resistencia tenaz contra las tropas de ocupación. Ahora que Sadam Hussein es detenido por los invasores, el mundo queda asombrado. Hussein no dirigía la mukawama.

Los iraquíes combatientes y el pueblo que los apoya de mil formas, luchan es contra los Estados Unidos y la coalición de países que participa del crimen. Esa es la verdad incontrastable.

La lucha es de Liberación Nacional y su contenido patriótico está vinculado a un sentimiento histórico arraigado en un pueblo que no resiste sometimientos.

El pueblo iraquí no lucha por restituir un régimen o porque Hussein vuelva a ser presidente. La guerra al invasor es a muerte. La lucha es por la libertad y por la dignidad nacional.

Más de 30 estructuras armadas - según el Departamento de Estado gringo- 50 según otros observadores, están combatiendo contra los nuevos bárbaros. Los niveles de coordinación demostrados en las operaciones simultáneas denotan un nivel organizativo que preocupa al alto mando del ejército de ocupación.

Son miles los iraquíes organizados, clandestinos, que utilizando tácticas guerrilleras, luchan en sus territorios con las armas en la mano contra cualquier elemento que sea parte del mecanismo agresor.

Todos los ejércitos de los países de la coalición, los organismos internacionales, las compañías multinacionales, los periodistas mercenarios son objetivo de los resistentes. Los iraquíes traidores, colaboracionistas, están siendo ajusticiados por la Resistencia.

Ya son más de doscientos militares gringos muertos y más de 2.000 los heridos en combate, desde que el emperador Bush Jr. declaró el 1 de mayo que la guerra había terminado. A diciembre 21 el principal oleoducto de exportación del crudo iraquí no ha podido ser reabierto. Se realizan más de 20 ataques diarios de la resistencia en buena parte de Iraq.

Un país caotizado y con una crisis social sin precedentes, es hasta ahora el resultado de la "libertad" que a sangre y fuego imponen los Estados Unidos en esta cuna de la civilización occidental. 17.488 detenidos y 6.100 desaparecidos, 412 ejecutados extrajudicialmente y 79 personas más muertas sin tener probada relación alguna con la resistencia, 620 casos de tortura, 266 viviendas destruidas, son el saldo represivo desde que "terminó la guerra", según la Comisión Iraquí de Derechos Humanos.

La llamada reconstrucción de Iraq está valorada en 16.800 millones de dólares. Su adjudicación mostró el carácter revanchista y torpe del emperador Bush, Jr. y su corte, al no permitir que empresas francesas, rusas o alemanas, participaran en las licitaciones. La ley del hampa es la que vale, quien participa de la operación criminal tiene parte del botín.

El mundo al revés. Yo destruyo, irrumpo en un país devastado por el bloqueo, los errores del gobierno y la agresión militar previa a la invasión y ahora gano por cuenta de la reconstrucción. Y como para Ripley, el gobierno del emperador manda a un procónsul de gira precisamente por Rusia, Alemania y Francia, para que le condonen la deuda externa de Iraq, bajo el argumento de que es una deuda odiosa. Es decir, que fue utilizada para compra de armas por un dictador, no se invirtió en el bienestar del pueblo.

Y las deudas de Argentina, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, por solo nombrar algunas de los países que estuvieron décadas bajo dictaduras ¿no van a ser condonadas?

Y la impagable deuda eterna de toda Nuestra América y el África ¿no son acaso más odiosas que la adquirida por Hussein? Iraq antes de la agresión del 91, tenía servicio médico gratuito para toda la población, educación gratuita que incluía doctorados en el exterior, servicios públicos y productos de primera necesidad subsidiados. El pueblo iraquí es el pueblo, conjuntamente con el palestino, más instruido del mundo Árabe.

El emperador Bush está convencido que el mundo es igual de cínico que él. El pueblo norteamericano ya está mostrando tendencias fuertes de oposición a esta política irresponsable y fascista. Grandes coaliciones, sectores importantes del Partido Demócrata, sindicatos, los familiares de los soldados desplegados en Iraq, van cuajando un movimiento contra la agresión.

Los verdaderos motivos de la invasión van emergiendo. La raíz sionista del pensamiento de la camarilla gobernante en Estados Unidos, sus vínculos carnales con la industria petrolera y el complejo militar industrial, nos indican las fuentes de la decisión de apoderarse de Iraq. Los soldados yanquis están llevando a cabo una guerra de rapiña. Una clásica agresión imperialista.

La detención de Hussein desenmascara aún más las verdaderas intenciones de este crimen internacional.

Los iraquíes tienen derecho a una patria libre. Aunque esto no lo quieran aceptar los invasores, la resistencia que tiende a ser de todo el pueblo, más temprano que tarde, terminará imponiendo la justicia y la verdad en su martirizado país. Así lo confirma la historia de los pueblos.