Desde el día 27 diversas manifestaciones se vienen llevando a cabo en Washington y en otros puntos de Estados Unidos, en protesta contra el Instituto de Cooperación por la Seguridad Hemisférica, también conocido como una nueva versión de la Escuela de las Américas, que enseñaba prácticas de torturas a sus alumnos/soldados.

Las organizaciones, entidades y activistas de varias representaciones quieren hacer presión para que la propuesta de cerrar la Escuela sea votada dentro del proceso del Día de Acción Legislativa de Washington, previsto para tener lugar el próximo verano, en noviembre. Según afirman las entidades, nos cabe generar la energía popular suficiente para convencer a nuestros representantes de la necesidad de enfrentar al pentágono y apoyar al pueblo latinoamericano".

Según cálculos, la HR 1258 _ propuesta para el cierre de la Escuela de las Américas _ cuenta con 113 votos favorables, pero aún serán necesarios más votos a favor del cierre. El objetivo de las movilizaciones es conseguir que la Escuela sea cerrada antes de fines del año 2004.

Desde entonces fue creado un comité para divulgar el tema en las comunidades, escuelas, sindicatos, centros religiosos para concienciar a las personas sobre la importancia del asunto. Todos los convocados también están enviando cartas y documentos para que la propuesta reciba más apoyo. Los representantes de este comité también están intentando marcar un encuentro con representantes del Instituto en Washington, pero todavía no obtuvieron ninguna señal positiva.

Algunos datos del propio Instituto indican que la institución recibe, por año, de 800 a 1000 estudiantes venidos de varios países del Hemisferio _ desde América Latina, del Caribe, y hasta de Estados Unidos y Canadá.

El Instituto se presenta como responsable por "educar y entrenar a militares, policías y civiles dentro del contexto de los principios democráticos establecidos en la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y tiene la propuesta de mantener la paz, la prosperidad y la libertad de todos los pueblos de la región".

La iniciativa, sin embargo, ya recibió críticas severas de Amnistía Internacional, afirmando que el Instituto recibe hasta 100.000 policías y soldados venidos de, por lo menos, 150 países. Siempre resaltando que Estados Unidos tiene antecedentes dudosos para mantener una escuela de entrenamiento bajo el argumento de preservar la paz y la seguridad de los pueblos.

"La formación que Estados Unidos ofrece a otros países debe ser un elemento para tener en consideración la política exterior estadounidense. Por eso debe ofrecerse con una supervisión adecuada, transparente, orientada y con una prestación de cuentas. El histórico de la formación proporcionada por Estados Unidos en lugares como Colombia, Indonesia y Ruanda, donde las fuerzas militares cometieron violaciones de los derechos humanos en el contexto de conflictos armados, exaltan la importancia de esos controles", afirmó Amnistía.

Otro factor que pesa sobre la necesidad o no de la existencia del Instituto, nos lo presenta otro antecedente: la Escuela de las Américas. En la década del 80, con los entrenamientos recibidos en la Escuela, soldados de El Salvador asesinaron a sacerdotes, una cocinera y su hija en un conflicto en América Latina. Entre las décadas del 80 y 90 también se comprobó que los estudiantes recibían manuales donde aprendían técnicas de tortura, extorsión, secuestro y ejecución.

De acuerdo con Amnistía, además de ese Instituto, existen en Estados Unidos, cerca de 270 academias e instalaciones militares que ofrecen más de 4.000 cursos que incluyen maniobras militares.

* Con informaciones de www.soaw.org , www.desarme.org y Amnistía Internacional