Internacional
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La operación en esa ciudad puede tener gran impacto en comicios en EU y en Irak
Mueren 8 marines en los alrededores en Fallujah; arrecian ataques aéreos
Explota un coche bomba afuera de la sede de Al Arabiya en Bagdad; perecen 7 personas
Kim sengupta
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
Bagdad, 30 de octubre. Violentos combates se han desencadenado en los alrededores de Fallujah, en los cuales han perecido ocho marines estadunidenses y nueve han resultado heridos, mientras en el interior de la ciudad sitiada el fuego intensivo de la artillería y los ataques aéreos estadunidenses han causado la muerte de media docena de personas.
Vehículos militares estadunidenses ardían al lado del camino hacia el este de la ciudad, y hubo prolongados tiroteos. Pero no estaba claro aún si se trata del principio de la ofensiva para tomar Fallujah que se espera desde hace tiempo.
Un vocero de la infantería de marina señaló que en la acción se había tendido "la cortina de artillería más consistente y extensa de los días recientes", pero añadió que éste no es aún el principio del ataque principal a Fallujah. Sin embargo, comandantes estadunidenses han dicho que inicialmente podrían intentar retomar este bastión rebelde distrito por distrito, más que lanzar un asalto frontal en gran escala.
Los militantes habían advertido que un ataque a Fallujah ocasionaría represalias en todas partes, y un coche bomba que estalló este sábado afuera de las oficinas en Bagdad de la estación televisora Al Arabiya, con sede en Dubai, mató a siete personas e hirió a 19. Un convoy estadunidense fue atacado en Hawsa, unos 40 kilómetros al sureste de la capital; 11 personas perecieron y 15 resultaron heridas después que la policía y la guardia nacional iraquíes abrieron fuego.
La noticia de las bajas estadunidenses se divulgó desde el campo Fallujah, base principal de la masiva concentración de tropas estadunidenses en las afueras de la ciudad. El ejército ocupante señaló que las muertes y lesiones tuvieron lugar en la provincia de Al Anbar, donde están ubicadas Fallujah y la cercana ciudad de Ramadi, pero rehusó dar mayores detalles.
Muchos de los insurgentes de Fallujah se han escurrido a través del cerco estadunidense alrededor de esta ciudad hacia Ramadi, en la cual se han producido ataques cada vez más intensos contra las fuerzas ocupantes y las del gobierno iraquí. La acción militar en Ramadi se considera parte de la operación en Fallujah.
Las pérdidas estadunidenses son de la primera fuerza expedicionaria de la infantería de marina, y se producen poco después de que su segundo al mando, el general brigadier Dennis Hejlik, declaró: "Estamos aprestándonos a una operación y, cuando nos digan que marchemos, lo haremos. Y cuando marchemos, los arrasaremos".
Hay ahora 40 mil soldados estadunidenses distribuidos en el occidente de Irak, reforzados por artillería pesada y tanques Abrams, helicópteros artillados A-130 Warthog y aviones FA-18, F-16 y F-15E armados con bombas guiadas por láser y satélite.
No obstante, el ejército estadunidense señala ahora que tal vez Abu Musab al-Zarqawi, su espantajo en Irak, ya no se encuentre en Fallujah. Con eso se volvería absurda la demanda de Iyad Allawi, el primer ministro cliente de Washington, de que la población entregue al líder militante jordano para evitar una matanza.
Pero la operación en Fallujah ha cobrado ahora mucha mayor importancia política que militar. Lo que ocurra allí podría tener enorme impacto en las elecciones tanto estadunidenses como iraquíes. Incluso antes de la repentina reaparición de Osama Bin Laden, ha habido intensa especulación en días recientes de que la ofensiva de Fallujah se lanzará de modo que coincida con los comicios del martes en Estados Unidos, lo cual permitirá al presidente Bush reforzar su imagen de líder de guerra entre el electorado. Pero también Allawi necesita la publicidad.
La moral entre las tropas y la policía iraquíes, que ponen la mayor parte de los muertos por cuenta de las fuerzas de ocupación, es baja. La captura y masacre de 49 reclutas del ejército condujo incluso a Allawi y su gabinete interino a preguntar por qué los estadunidenses envían hombres desarmados y sin protección hacia la muerte. En fechas posteriores se difundió un espantoso video del asesinato de 11 miembros de la guardia nacional que cayeron en manos de militantes.
La creencia de que Fallujah se ha vuelto un asunto de conveniencia política es fuerte en verdad entre muchos militares estadunidenses. Los marines, en particular, están aún dolidos por lo ocurrido en abril pasado, cuando, contra los deseos de su comandante, el muy respetado teniente general James Conway, la Casa Blanca y el secretario de la Defensa Donald Rumsfeld ordenaron un ataque punitivo a la ciudad después del linchamiento de cuatro guardias de seguridad estadunidenses.
Cuando estaban a punto de tomar Fallujah después de cuatro días de encarnizados combates, llegó la orden de alto y retirada a raíz de que las encuestas mostraron que la aprobación al desempeño de Bush había caído a un nuevo récord de 43 por ciento. Desde entonces Fallujah ha revigorizado la resistencia, disparando y luego extendiendo la rebelión por todo el país.
Sin embargo, cada vez hay más preguntas de la tropa respecto de la oportunidad de la operación, pues se exige saber por qué no se lanzó en los meses en que ola tras ola de vehículos bombas llegaban a Bagdad. El cerco en torno a Fallujah sólo se tendió en realidad después que los ataques alcanzaron el centro del poderío estadunidense en Irak, la Zona Verde de la capital, cuando dos atacantes suicidas atrajeron mucha publicidad adversa al gobierno de Bush.
Ya desde antes del éxodo actual, luego de varias noches de ataques aéreos estadunidenses y ante el prospecto de un asalto, Fallujah no era más que una ciudad pequeña, de no más de 400 mil habitantes. Ahora tiene menos de 50 mil. Los estadunidenses calculan que hay allí 3 mil insurgentes.
Al menos en el papel, debe de ser una victoria comparativamente fácil. Pero muchos de los insurgentes han logrado deslizarse a través de la red, y se cree que refuerzan a los que ya están en Ramadi, en el triángulo de Iskandariyah, y cada vez más en Bagdad. Según los propios cálculos estadunidenses hay unos 20 mil militantes y simpatizantes en el país. El mayor general Andrew Graham, el subcomandante británico de las fuerzas de coalición que en fecha reciente regresó a su país, señaló que la cifra podría llegar a 50 mil.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya