Rebelión/Agencias

Con el 97% del voto escrutado, el PSOE obtiene un 42% de los votos y 163 escaños; el PP obtiene el 37% y 148 escaños. En cuanto a CiU, 11 escaños y el 3,22%, ERC 8 y 2,5 por ciento, PNV 7 escaños y 1,6 por ciento, IU 5 diputados y casi un 5 por ciento y Coalición Canaria 3 escaños. BNG logra dos escaños y después la Chunta aragonesista, EA y Nafarroa Bai obtendrían un escaño con menos del uno por ciento cada uno de los votos. La participación ha sido una de las más importantes de la democracia al superar el 77%.

Es significativo el aumento de ERC, que pasa de un escaño en el 2000 a ocho en estas elecciones y el bajón de IU que pierde 4 escaños, hasta los cinco. CiU también pierde casi un tercio de sus escaños y se queda con 11 aunque sigue siendo la tercera fuerza política del arco parlamentario. El PSOE de Zapatero ha alcanzado los 10.740.000 votos, frente a los 7.918.752 del año 2000 con Almunia a la cabeza. El PP ha perdido casi un millón de votos y se ha quedado en los 9.488.092.

UN MINUTO DE SILENCIO

Lo primero que ha hecho Zapatero al dirigirse a los ciudadanos ha sido acordarse de las víctimas por el atentado del jueves y ha pedido que se guardara un minuto de silencio. Ha terminado diciendo que se "compromete a un cambio tranquilo" y ha asegurado que el poder no le va a cambiar. Mariano Rajoy ha felicitado públicamente a Zapatero por la victoria y José Blanco ha asegurado que el PSOE "está en condiciones para hacerse cargo del Gobierno". El ministro del Interior, Ángel Ácebes, en una comparecencia con el 85% escrutado, ya ha reconocido que el PSOE ha ganado las elecciones. Eduardo Zaplana, junto a Acebes, portavoz del Gobierno ha "felicitado muy sinceramente" al PSOE y ha dicho que "los resultados adversos hay que aceptarlos con la mejor cara y quiero que sepan que vamos a colaborar con el PSOE en este periodo de transición". "No deseo hacer ningún tipo de valoración más allá de lo que estoy diciendo", aseguró Zaplana aunque recordó que "ha habido circunstancias que han generado una conmoción" pero aseguró que el Gobierno quería contribuir a "un clima de cordialidad".