Europa
|
24 de febrero del 2004
La policía y la guardia civil española intervendrán las comunicaciones telefónicas sin mediación judicial
Más y mejor tecnología para espiarnos más y mejor
Jesús Prieto
En este país de las maravillas no ganamos para sustos. Ahora nos hemos desayunado con que en el mes de agosto de 2.001, con la ciudadanía en paro o de vacaciones, el Ministerio de la Porra convocó secretamente un concurso más que restringido para la adjudicación de la instalación de un nuevo sistema informático, de esos que llaman de "última generación", con el que la Policía y la Guardia Civil van a enterarse on line de lo que hablamos por nuestros agujereados teléfonos.
Dos meses después, en octubre del mismo año, se firmó el contrato con la empresa de soplos -que permanece en el anonimato- por un coste cercano a los 36 millones de euros y, si Robin Hood o el Zorro no lo impiden, los equipos de espionaje serán instalados en las comisarías y los cuartelillos del reino borbónico en el presente febrero. Habrá que estar al loro, porque han conseguido una tan alta fidelidad de sonido en las grabaciones que ya no podrán ser rechazadas como pruebas judiciales.
El nuevo sistema tiene la "ventaja" de que, a partir de ahora, intervendrán directamente nuestras comunicaciones sin tener que recurrir a las compañías. Y como las desgracias nunca vienen solas, además de escuchar cualquier conversación y leer cualquier fax, mensaje sms o correo electrónico, podrán conocer en tiempo real las identidades de los comunicantes y el lugar desde el que habla o escribe cada uno.
El programa SITEL, que así han bautizado al invento, se encuentra ya en sendos centros de monitorización alojados en dos de los edificios oficiales más protegidos e inaccesibles. Uno está en el cuartel general del Cuerpo Nacional de Policía (en la carretera vieja de Canillas), y el otro en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil. Desde ambos podrán ser intervenidas las líneas telefónicas para luego derivarlas a discreción a cualquier comandancia o jefatura policial.
Otra preocupante novedad de SITEL es que los cuerpos represivos, provistos únicamente de un ordenador portátil, tendrán acceso a nuestras comunicaciones siempre que les plazca, quedando registradas en el disco duro, y en caso de contar con autorización judicial, éste será examinado por el juzgado.
La desconocida empresa contratada por Interior lleva ya varios meses impartiendo cursos de formación para que los policías y los guardias civiles seleccionados para espiarnos aprendan a usar este nuevo y peligroso software. Cuidadín.