11 de febrero de 2004
Entrevista a Gaspar Llamazares, Coordinador General de Izquierda Unida
"IU tiene que perder el miedo al voto útil"
M. Asenjo / F. Blanco
Mundo Obrero
La vida política de IU ha venido marcada en los últimos meses por dos hechos cruciales. Uno, la celebración de la VII Asamblea Federal, donde se renovó la confianza en Gaspar Llamazares como coordinador general de IU, y, dos, la convocatoria de elecciones generales para el 14 de marzo, lo que ha obligado a todas las formaciones políticas a concretar su programa de propuestas y a la elección de sus candidatos. En el caso de IU todo esto sucede en un corto espacio de tiempo. El objetivo de toda la oposición en esta legislatura ahora concluida es evidente: impedir una nueva mayoría absoluta del PP. En plena precampaña electoral, MO entrevista a fondo al candidato de IU a la presidencia de Gobierno, Gaspar Llamazares.
¿Qué posición va a defender IU en la campaña electoral en la cuestión vasca y el Plan Ibarretxe, dada la diversidad de opiniones en el seno de la organización?
"Yo creo que el gobierno de Cataluña y el giro al que se ha visto obligado el PSOE ha restado mucha presión a la cuestión vasca, que ya no es el monotema. Hay una buena perspectiva para el debate sobre la cuestión federal, y ahí es donde IU tiene más credibilidad que ninguna otra formación política. IU tiene todas las garantías para una gran seguridad en su propuesta programática, huyendo de la campaña de miedo del PP sobre la unidad de España. Eso está fuera de discusión. Por eso, yo creo que la campaña electoral se establecerá en términos más favorables a IU que al PP. Separatistas y separadores no tendrán un buen marco en esta campaña".
Si el PP no logra la mayoría absoluta, ¿se podría formar un gobierno central siguiendo el modelo de Cataluña?
"El mensaje ha de ser otro. Nosotros tenemos que ilusionar a nuestro espacio electoral con propuestas reales, tangibles. Por ejemplo, lo primero es romper la mayoría absoluta del PP, lo que abriría una nueva etapa política. A partir de ahí, pondríamos sobre la mesa alternativas programáticas de izquierda. En ese sentido, la errática propuesta electoral del PSOE brinda a IU la oportunidad de decir lo importante que es reequilibrar la izquierda en este país. El PSOE, para buscar la respetabilidad, lleva a cabo una política de alianzas con los poderes fácticos de este país, como si nos encontráramos en los inicios de la democracia".
El PSOE lanza mensajes muy de izquierdas -léase, gratuidad de los libros de texto- con otras de derechas -rebaja de la fiscalidad a las empresas-. ¿A qué juega el PSOE?
"Yo creo que al 'atrapalotodo', como también hace el PP. Es capaz, de una parte, de lanzar un mensaje al corazón de los ciudadanos -que en buena parte es de izquierdas- y, al mismo tiempo, un mensaje interesado a la cartera de los que más poder adquisitivo tiene. Ese es el peor mensaje porque crea confusión. Frente a ellos, IU tiene un mensaje dirigido, como mínimo, al diez por ciento de la sociedad española, que es su electorado real y potencial en estos momentos, pero un mensaje que quiere influir en el gobierno de todos. Es decir, un mensaje dirigido a ese diez por ciento y un mensaje que quiere compartir decisiones que afecten a todos los españoles. Esa es la diferencia con el PSOE".
¿Cabe pensar en la ruptura del bipartidismo tras los ejemplos de Cataluña, Asturias, País Vasco y el fallido intento de gobierno PSOE-IU en Madrid?
"Nuestro país no se explica con solo dos partidos políticos. Es un país plural en la expresión política y en lo territorial, tiene un hecho nacional evidente. Hasta ahora, lo que ha sucedido es el intento de aplicar un corsé que costriña la vida política a dos fuerzas mayoritarias y deformarla desde el punto de vista parlamentario con una ley electoral -ley D'ont- que resta posibilidades a la pluralidad. ¿Qué sucede ahora? Pues que en el campo de la oposición se está expresando esa diversidad de forma clara. Por eso, esta campaña electoral está tan abierta y en la que nosotros tenemos que perder el miedo al voto útil; sabemos que es la estrategia del bipartidismo, pero no es el reflejo real del sentir político de la sociedad española. Existe una voluntad de cambio canalizada a través de diversas opciones políticas".
El PP desdeña los embites del PSOE porque confía en una mayoría absoluta holgada. ¿Sería muy doloroso para IU que se repitiera una victoria del PP como la del 2000 tras cuatro años con huelga general, Prestige, guerra en Iraq, manifestaciones estudiantiles, etc.?
"Esa tranquilidad del PP es más aparente que real, facilitada por la carencia de mordiente y desconcierto del PSOE en su labor de oposición. El PP, tanto por los desastres de esta legislaturas como por el relevo del candidato, no está en las mejores condiciones. De hecho, ya han reconocido un escenario de alianzas de fuerzas de derechas. Pero el PP juega al fallo del contrario porque el PSOE sólo juega por la banda de centroderecha. El PP, no obstante, no lo tiene fácil, dado que son conscientes de una corriente de fondo en la sociedad española de carácter crítico frente a sus paradigmas neoliberales. Eso seguirá erosionando a su mayoría. Ahora bien, el gran reto es que esa crítica se manifieste electoralmente".
Da la impresión de que IU abre espacios políticos a colectivos, léase ecologistas, pacifistas, ONG, homosexuales, etc. y, luego, el PSOE acaba integrando a esos movimientos. ¿Cómo se podría neutralizar al PSOE en esta estrategia?
"El espacio ecologista es, por ejemplo, muy diverso en España, donde una parte está representado por Ecologistas en Acción y otra por Izquierda Unida. Lo que ha hecho el pequeño espacio político exclusivamente verde ha sido orientarse hacia un sentido social liberal y eso reafirma a IU en su perfil ecopacifista: la ecología política tiene cabida en su plenitud dentro de IU; en el PSOE está representada otra cosa".
¿Está suficientemente representado el movimiento verde en las instituciones con IU?
"El pluralismo de IU debe dejar un hueco a la expresión de movimientos y alternativas de carácter global. Eso significa un hueco político, un hueco orgánico y un hueco electoral. Eso es evidente. Significa generosidad. Ahí, por ejemplo, el PCE siempre ha tenido una gran generosidad en relación a la participación de otros proyectos. Venimos, quizá, de un tiempo crítico dentro de nuestra organización, con confrontación de opiniones que han impedido la aparición de nuevas expresiones. Cerrado ese periodo, debemos abrir de nuevo los cauces para acoger a esas sensibilidades presentes en la calle".
¿Tiene previsto IU lanzar mensajes específicos para estos colectivos en la campaña electoral?
"Sí. IU no sólo se centrará en la crítica al PP o en diferenciarnos del PSOE, sino que haremos propuestas de modelo alternativo en lo social y federal y propuestas concretas que conecten con esos colectivos. Es decir, dar respuesta a todos aquellos con los que nos hemos movido durante toda esta legislatura: pacifistas, mujeres, ecologistas, gays, etc. Y ser incisivos para que penetren en el panorama periodístico muy polarizado. Por ejemplo, en el modelo laboral la reforma del estatuto de los trabajadores, acabar con la contratación temporal y precaria; en lo social, reconocimiento universal de estos derechos; en el movimiento gay, el reconocimiento del matrimonio y la adopción; al pacifismo, que la Constitución tuviera un artículo renunciando a la guerra como elemento de solución de conflictos, etc."
¿Por qué propuso IU una lista conjunta de toda la oposición al PP en la candidatura del Senado?
"El objetivo era político y práctico. Es una reflexión dirigida a todos aquellos que compartimos un proyecto distinto para la Cámara Alta, para los que queremos que deje de ser un lugar de retiro político o de institución negra utilizada contra el Congreso, según visión del PP. Nosotros queremos un Senado como representación de los intereses de las comunidades autónomas y sensibilidades culturales diversas radicadas en España. El Senado debe acoger el desarrollo federalista de España. Además, tenía un objetivo de carácter táctico. Cuando el PSOE se dio por aludido y lo rechazó, le inhabilitó para solicitar a IU que retire su candidatura en ninguna provincia porque no tiene credibilidad en su llamada al voto útil. Ellos se han separado más que nunca del movimiento de izquierda y de IU en esta campaña electoral. No debe valer una cosa y su contrario".
El PP ya ha dicho que su objetivo, si ganan las elecciones, es el pleno empleo. Algo falla cuando esa es una aspiración de la izquierda que asumo como estandarte la derecha.
"Es que la derecha no sólo nos ha arrebatado las libertades democráticas, sino el lenguaje. Utiliza términos como progresismo, lucha social, lucha contra la corrupción? Eso lo ha dicho el mismísimo George Bush, cuando él es el máximo representante de un sistema corrupto. El PP tiene la misma credibilidad que Bush: ninguna. Además, el PP comprometía ya el pleno empleo para el 2004 y, por el contrario, el paro ha aumentado en los últimos tres años, ha subido la precarización laboral, el absolutismo en la empresa, la merma de los derechos de los trabajadores".
Pero habremos de convenir que la jugada es inteligente, porque a la izquierda le roba uno de sus principales valores, como es su lenguaje.
"Claro. Antes del PP, una parte de la izquierda -el PSOE- usó esos criterios y los incumplió. Habrá que recomponer no sólo la alternativa programática de la izquierda y, a la vez, regenerar el lenguaje de la izquierda para evitar la manipulación y propaganda del PP".
En los últimos dos gobiernos del PP ha habido más acuerdos que desacuerdos entre la derecha y el movimiento sindical. ¿Se ha perdido también la identificación de los sindicatos de clase con la izquierda?
"Lo mismo que decía antes, este asunto hay que verlo con perspectiva histórica. Los últimos gobiernos del PSOE sufrieron con justicia una fuertísima contestación social, a lo que respondieron debilitando al movimiento sindical. Eso ha tenido una consecuencia evidente, a lo que si sumamos el crecimiento económico de los últimos años, concluiríamos con que al PP se le han otorgado instrumentos para hacer su política y buscar legitimación con los sindicatos de clase en pactos sociales. Pero, al mismo tiempo, hay que reconocer que el movimiento sindical ha demostrado en el último periodo que responde a las agresiones de los trabajadores; la huelga general contribuyó a la creación de una conciencia política de izquierdas. Para una fuerza política como IU es esencial la colaboración con el movimiento sindical de clase, respetando su autonomía".
Rajoy ha declarado que las elecciones no se ganan, sino que se pierden. Una hipotética mayoría absoluta de la derecha, ¿sería una victoria del PP o una derrota de la labor opositora en estos últimos cuatro años?
"Si eso sucede habrá que reconocer que la oposición no ha sabido capitalizar el movimiento social crítico frente a las políticas del Partido Popular, y no sólo la fortaleza de la derecha en su control de los medios de comunicación. Los errores serían de toda la izquierda en su fallo al conectar con esos sectores contestatarios del PP. Pero, insisto, se puede romper la mayoría absoluta del PP".
¿Se estaría preparado para soportar otros cuatro años de mayoría absoluta del PP?
"Sería complicado. Nos obligaría a todos a reflexionar. Espero que no se dé esa hipótesis. De todas las maneras, preocupa la debilidad y la política errática del PSOE, que está facilitando el camino al PP".
La UE está a las puertas de dotarse de una Constitución. ¿Cómo y cuándo se va a pronunciar IU claramente en torno a este proyecto?
"Yo creo que la VII Asamblea Federal de IU situó esta cuestión muy bien, porque todavía es sólo un proyecto y, según mis noticias, no habrá un texto aprobado hasta el 2005. IU hizo bien situándose en esa Asamblea en clave de política nacional y electoral, dejando la cuestión del referéndum sobre la futura Constitución para otro momento. Incluso, no está tan claro que se vaya a celebrar un referéndum. Pero, es que IU tiene una posición, que es crítica, especialmente en su pilar neoliberal, y tiene una posición alternativa junto a otras organizaciones sociales en su campaña por un texto social y pacífico en su articulado. Tenemos una línea de trabajo".
En la paranoia de la seguridad internacional frente al terrorismo, según estrategia de Estados Unidos. ¿Hasta dónde vamos a llegar?
"Por parte de Estados Unidos, hasta donde puedan mientras le sirva para acallar las voces críticas y defienda los intereses de las multinacionales. Desde el lado de la situación interna de Estados Unidos, el varapalo de la posguerra de Iraq frenará su aventura imperial. Y el movimiento antiglobalización, al lado de los países de izquierda, tiene un papel fundamental en contrarrestar esa política imperial".
¿Está satisfecho del resultado de la VII Asamblea Federal?
"Tengo una valoración muy positiva de la Asamblea Federal, porque de una parte cierra una crisis de la anterior Asamblea Federal y, de otra, consolida una mayoría en IU. Pero, sobre todo, porque IU no sólo normaliza su vida interna, sino que se consolida como una fuerza política beligerante frente al PP y como una fuerza política que quiere ampliar su espacio al ecopacifismo".
¿Cuáles son las cuestiones pendientes para los próximos años? "Fundamentalmente, adecuar estas decisiones políticas al funcionamiento orgánico de IU, lo que implica dar pasos en una dirección colectiva, donde junto a la mayoría estén presentes las minorías expresadas en la Asamblea. Significa también abrir más la organización a la sociedad y a los movimientos sociales, y, en tercer lugar, proyectar IU hacia un reto tan importante como son las próximas elecciones generales".
En la defensa de las tres candidaturas hubo, básicamente, una coincidencia de discurso. ¿Acaso las tres propuestas tenían que ver más con personas más que con propuestas?
"Las candidaturas expresan un hecho positivo: la diversidad dentro de IU, que yo entiendo que pudo caber en una sola candidatura. No hay que dramatizar en exceso este hecho. Habría que aspirar a que nuestras candidaturas, más que la diversidad interna, permitieran la expresión de nuestro espacio social. Existe aún una incongruencia entre el espacio político interno y el espacio social; a veces, la pluralidad del primero no explica adecuadamente la del segundo. Así, las candidaturas se establecen, en lo esencial, en base a la política de alianzas, la forma de relación con el movimiento sindical y social, etc. Esos debates, no obstante, han de dejar sitio a otros debates presentes en la sociedad española. Deberíamos permitir la expresión del movimiento ecopacifista, antiglobalización, sindical, cultural. Ese es el gran reto de Izquierda Unida: sin renunciar a la pluralidad interna, aspirar a representar mejor a esa pluralidad social".