Argentina: La lucha continúa
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Algunas reflexiones más sobre inseguridad
Luis O. Saavedra
Hipótesis - Rosario
La convocatoria de Juan Carlos Blumberg puso en primer plano un problema que
no es nuevo en absoluto y en el cual se mezclan muchas cosas. Hablar de la in –
seguridad es reunir abstractamente en un solo paquete, muchas cosas concretas
que son, en realidad distintas, y, sin duda, algunas personas caen en esa
abstracción de buena fe, mientras que otras la generan con intenciones
perfectamente determinadas.
La convocatoria de Blumberg tuvo un gigantesco respaldo mediático, pero si el
mensaje mediático genera semejante convocatoria, es porque, a su vez, refleja
inquietudes colectivas largamente instaladas en la realidad.
Nunca sabremos cuanta gente fue a esa convocatoria en forma espontánea y cuanta
fue movilizada por el tenaz machacar de los medios, particularmente los de
derecha, desde hace mucho tiempo y sobre todo ese día.
Pero, salvando las diferencias, tampoco nunca sabremos cuánta gente se lanzó a
la calle, cacerola en mano, la noche del 19 de diciembre de 2001, a los cinco
minutos de proclamar De la Rúa el estado de sitio, por las suyas y sin preguntar
cuántos son, sino que vayan saliendo y cuantos fueron motivados por la sagacidad
periodística de María Laura Santillán, que en vez de pasar por Canal 13 y sus
repetidoras o asociadas del interior, su habitual programa Telenoche Investiga,
mandó los móviles a lugares claves de Buenos Aires, como la Plaza de Mayo y la
estatua del Cid Campeador.
Dicho sea de paso, quienes tuvimos la suerte de ver este jueves el pre estreno
de Memoria del Saqueo, el formidable documental de Pino Solanas, pudimos
refrescar lo que ya habíamos visto en directo por televisión, pero que con la
perspectiva del tiempo y en pantalla grande, queda mucho más claro: la que salió
el 19 a la noche fue, fundamentalmente, la clase media porteña, la misma que
después recorrería con sus cacerolas las puertas de los bancos.
En cambio la interminable pelea con la policía en la Plaza de Mayo del jueves
20, fue protagonizada por un espectro social mucho más amplio, con fuerte
presencia de morochos aguerridos, hasta que el presidente falso y pusilánime se
tomó el helicóptero.
Esta comparación, pretende señalar, salvando como dijimos, las diferencias, que
los hechos no son buenos o malos porque los impulsen los medios o dejen de
impulsarlos. La presencia masiva de los medios en la vida cotidiana es ya un
hecho incuestionable de nuestro tiempo.
Los medios no se limitan a reflejar la vida, sino que la condicionan, la
orientan y la manipulan. Pero los medios no son todopoderosos. Cuando lo que
pretenden imponer no tiene una base real, tarde o temprano se cae. Los medios
pueden instalar temas, pero la gente define, en última instancia, cómo se ubica
en los temas que se instalan.
Juan Carlos Blumberg no es un dirigente político, ni un títere de nadie, es un
hombre dolorido por un grave drama familiar, cuya convocatoria está siendo
manipulada por quienes tienen firmes intereses en dividir a la sociedad entre
seguros e inseguros. O entre quienes aspiran a vivir seguros y quienes son, por
portación de cara o de color de piel, potencialmente peligrosos para los que
quieren vivir seguros.
Esto también se ha señalado en estos días, incluso en este programa, pero vale
la pena repetirlo: no todos los habitantes de las villas o de los barrios pobres
son delincuentes, sino que, por el contrario, son las primeras víctimas de la
delincuencia. A Axel Blumberg lo mataron por un rescate. A muchos chicos de
barrio los matan por un par de zapatillas.
A continuación vamos a copiar unos pocos fragmentos de la Ronda de Discusión
Autónoma, que se hizo el primer sábado de abril, en Roca Negra, Buenos Aires,
sobre este tema.
"Lo que pasó el jueves fue heredero del 19 y 20 de diciembre del 2001 dice un
participante. Esa gente salió con un aprendizaje de lo que había sido ganar la
calle el 19 y 20. Es positivo que haya salido a decir: tenemos un problema,
vamos a encararlo colectivamente. Esa gente chiflaba a los políticos, salvo a
Kirchner que no fue mencionado, y también a la policía. Y en todo eso hay una
potencialidad. . No es la primera vez, porque vienen habiendo movilizaciones más
chicas en el resto del país y del conurbano sobre el tema de seguridad. Los
vecinos se auto organizan, e incluso hubo ataques a comisarías por este tema".
Otro orador señala, sobre los medios de comunicación: "Tienen poder, pero no es
absoluto. Siempre recuerdo lo que dijo Perón: 'en el 45, con todos los medios en
contra, llegué al poder. En el 55 tenía a todos a favor, y me echaron'. No hay
que sobrevalorar a los medios. El acto fue una gran mezcla, como lo fue el 19 y
20. Aquella vez había gente que quería echar a De la Rúa y llamar a elecciones,
otros querían tomar la Casa Rosada y hacer el soviet, otros querían democratizar
el Congreso. Acá también estaban los que piensan que si un tipo no es rubio o
con una renta de 1.000 dólares mensuales, es un delincuente, un drogadicto o un
subversivo. Otros querían una policía honesta que nos cuide. Otros reclamaban
contra la policía como órgano ejecutor de la política del Estado. Me parece que
los que le ponen a esto el cartel de fascista o autoritario buscan una manera
fácil de sacarse el problema de encima y lavarse las manos".
Neka, del MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados) de Solano, profundizó aún
más el debate: "Yo creo que no hay posibilidad de seguridad con un Estado
policía. Sí la hay, en cambio, con otra manera de pensarnos como sujetos capaces
de auto organizarnos y defendernos ante lo que nos están imponiendo. Todo lo que
aparece como espectacular -yo no quito nada de importancia a la gente movilizada
en la calle- pero hay que tener cuidado en cómo se utiliza eso. Recordemos cómo
se utilizaron los saqueos el 19 de diciembre. Hay que tener cuidado de no
desgastarnos en estas lógicas que intentan imponernos todo el tiempo los
medios".
Podríamos seguir con las citas, pero el original tiene 18 páginas. Quienes se
interesen en el debate, pueden llamar a producción para localizarlo.
Queremos apuntar un par de cosas para cerrar. El problema de la in seguridad
forma parte sin duda del conjunto de injusticias que sacuden al mundo del
capitalismo tardío y especialmente en nuestro país, donde el delito de todo tipo
ha crecido al mismo ritmo que la desocupación y la pobreza.
Pero decir que el problema se solucionará cuando cambien las relaciones
sociales, es una abstracción que no explica nada. Sin duda hay que involucrarse
en el problema, tal como se plantea aquí y ahora.
Y señalar, que la raíz del mismo no está sólo en la corrupción policial, sino en
el firme nudo que forman las relaciones entre policías corruptos, funcionarios
judiciales corruptos y políticos corruptos, especialmente en el conurbano
bonaerense.
Y que este nudo corrupto es funcional a los que quieren seguir disciplinando a
la sociedad para aumentar las fabulosas ganancias del gran capital a costa de la
inmensa mayoría de la población.
Recordemos que Carlos Saúl Menem, antes de fugarse de la campaña electoral, como
ahora se fuga de la justicia, tenía entre sus principales temas, la necesidad de
sacar las Fuerza Armadas a la calle para terminar con la delincuencia.
Lo que coincide perfectamente con los tres demonios de los que habla Mariano
Grondona, que ahora volverá a juntarse con su viejo compañero Bernardo Neustadt,
el que convenció a doña Rosa que con las privatizaciones todo iba a ser
maravilloso.
Si el gobierno quiere de veras dar pasos que empiecen a resolver este problema,
deberá atacar el nudo mafioso en su conjunto.
Y más allá de lo que haga el gobierno, los ciudadanos tenemos que defendernos
nosotros mismos. Para lo cual no hay que comprar un revólver ni pagarle
adicionales a la policía, sino tomar el problema como lo señalaba la militante
del MTD de Solano: "yo creo que no hay posibilidad de seguridad con un Estado
policía.
Sí la hay, en cambio, con otra manera de pensarnos como sujetos capaces de auto
organizarnos y defendernos ante lo que nos están imponiendo".
Note: "A contrapelo", columna de opinión emitida el sábado 17 de abril de
2004, en el programa "Hipótesis", LT8 Radio Rosario, Argentina.