Argentina: La lucha continúa
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14 de mayo del 2004
Casi la mitad de la población argentina esta bajo la linea de pobreza y el 20,5 % se encuentra en la indigencia
Equipo Nizkor
Una familia tipo necesita 717 pesos por mes para escapar de la pobreza. Y 327
pesos para salvarse de la indigencia. Los datos surgen de un informe que
difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y que
muestran que el costo de las canastas básicas que se utilizan en esta medición
bajaron el 0,14% en marzo respecto a febrero.
La Canasta Básica Total (CBT), que incluye bienes y servicios imprescindibles
como transporte, educación, salud y vestimenta, es el indicador que se utiliza
en el país para medir el nivel de pobreza. Entonces, los grupos familiares de
dos adultos y dos niños que tienen ingresos inferiores a 717 pesos mensuales,
son pobres. En cambio, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) sólo incluye lo
indispensable para comer y es la que determina la magnitud de la indigencia.
Para determinar los productos que integran esta canasta, el INDEC tiene en
cuenta las calorías imprescindibles que debe consumir hombres, mujeres y
niños.
La canasta básica total cayó 1,6% en relación a marzo del 2003 y la
alimentaria descendió 0,77% en el mismo período. Con la disminución de la CBT
respecto de febrero se registró la primer baja después de cinco meses
consecutivos de subas.
Según los últimos datos oficiales, que toman como base el relevamiento
realizado en octubre del 2003, el 47,8% de los 36,5 millones de argentinos se
encuentra por debajo de la línea de la pobreza. En la medición previa, de mayo
del 2003, la pobreza abarcaba al 54% de la población. El INDEC registró que el
nivel de indigentes pasó del 27,7% al 20,5% de los habitantes para fines del
2003, de acuerdo con el relevamiento sobre los 28 principales aglomerados
urbanos.
En marzo se dio la paradoja de que el valor de las canastas que miden la
pobreza y la indigencia bajó a pesar de que la inflación subió. El mes pasado,
el índice de precios al consumidor se incrementó el 0,6%, y en el primer
trimestre del año, trepó 1,1%. La explicación es que el alza de la inflación
en marzo obedeció al incremento de servicios que están fuera del alcance de
los sectores más pobres. Por ejemplo, en la canasta básica no tuvo impacto el
alza del 12,5% en las tarifas de los taxis, el 9% de aumento de las cuotas de
medicina prepaga y el incremento del 10 al 15% en los colegios privados
subvencionados. Y aunque hubo subas en alimentos, como la carne (2,4%), esto
fue compensado por bajas de otros productos frescos, como papa y zapallo (-
7%).