Argentina: La lucha continúa
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EL CAMINO A RECORRER POR EL PRESIDENTE KIRCHNER
De la soberanía energética a la soberanía política
Oscar Amado
El 27 de junio del 2003 anunciábamos desde las páginas de ARGENPRESS que los presidentes Néstor Kirchner de Argentina y Hugo Chávez de Venezuela ratificaban una integración sudamericana y fortalecían la independencia de ambos países mediante un acuerdo, que instalaría en territorio argentino varios centenares de expendedoras de combustibles, que ofrecerían a los usuarios los mismos a menor precio que los monopolios privados anglo-norteamericanos y españoles.
Y que si esto se extendía a Brasil y PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.) acordaba con la Argentina, con sus técnicos y elementos tecnológicos que Argentina carecía al haberse enajenado YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), entraría también en el acuerdo Petrobras ayudando a los países latinoamericanos al desarrollo industrial, el fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa y de la industria de base, tanto liviana como pesada.
Sería esto un fuerte golpe a los grupos mafiosos de la Esso, YPF-Repsol, Shell, Bancaloeb, entre otros. Por mucho menos John Foster Dulles organizó un golpe de Estado en Irán, que derrocó al gobierno de Mohamed Mossadegh y por lo cual el político iraní fue asesinado implantándose la dinastía del Sha de Persia, Rezha Pavlevi que duró varios años depredando a Irán hasta la revolución de los ayatollah.
De haberse hecho efectivo el acuerdo, debían resistir toda clase de presiones y consolidado el proyecto en la realidad, la nafta y otros insumos derivados de crudo bajarían de precio y la Argentina no estaría sometida a los depredadores imperialistas, sean estos anglonorteamericanos o del subimperio decadente de los intereses españoles ligados a la burguesía neofranquista y opusdeista.
De lo ideal a lo real
Este ofrecimiento fue ratificado luego en el mes de Agosto por parte del presidente venezolano Hugo Chávez, en su visita a nuestro país, desde entonces han pasado nueve meses y lo que hoy debía ser una realidad, recién comienza a estudiarse por parte de las autoridades argentinas. ¿Qué intereses intervinieron para que el acuerdo no fuera concretado? ¿O acaso fue la falta de voluntad política por parte de algunos de los integrantes del gobierno nacional? ¿O la suma de ambas situaciones?
Hoy inmersos en una crisis energética sin precedente, a la cual nos condujo las privatizaciones, en el mandato de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, de nuestras empresas Yacimientos Petrolíferos fiscales (YPF) hoy convertida en Repsol-YPF, Gas del Estado dividida en varias empresas privadas de producción, transporte y distribución y Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) desguazado por un contratista privado y que fuera reflotada en su más mínima expresión en la presidencia de Eduardo Duhalde.
Ante esta situación, el gobierno echó mano nuevamente al generoso ofrecimiento de salvataje de parte del gobierno venezolano, quien ofreció un acuerdo de complementación. Combustible por productos de origen argentino. La crisis producida por las empresas privatizadas, que incumplieron en las inversiones comprometidas y nuevamente se vieron favorecidas, ya que este combustible para generar energía del cual debían hacerse cargo fue abonada por el Estado argentino con un costo de 1.000 millones de pesos (unos 350 millones de dólares). Subsidio anunciado sin pestañear por el Jefe de Gabinete Alberto Fernández y justificado ampliamente por el titular de economía el ministro Roberto Lavagna desde el exterior.
El 22 de abril los argentinos amanecimos con un tarifazo del gas anunciado el día anterior en el Boletín Oficial que hizo público el convenio firmado por el ministro de Planificación Julio de Vido, firmado con las empresas Repsol YPF, Total, Pluspetrol, Wintershal, Pionner, Sipetrol, Petrobras, Tecpetrol, Vintage, Chevron, Terosud, Roch, Medianito, Pan American Energy, Exxon/CGC, y Shell/Apco, para la puesta en práctica de un nuevo esquema de normalización de precios del gas en boca de pozo, donde entre otras concesiones se puntualiza que los usuarios residenciales, comerciales e industriales pequeños, podrán sufrir aumentos, acordes al mencionado esquema de aplicación progresiva 'a fin de que al 31 de diciembre de 2006 dichos usuarios estén pagando los nuevos valores de referencia finales'.
El viernes próximo vence el acuerdo entre el gobierno y las petroleras por el precio de las naftas, esta últimas aceleran el paso para el pedido de aumento, que rondaría entre el 3% y el 5% . Un nuevo enfrentamiento espera a Kirchner quien ve que su espacio de maniobra se va reduciendo y llega la hora de las definiciones de peso. Aceptar dicho aumento significaría un corrimiento inmediato de este a los precios que comenzaron a moverse ya con el incremento anterior del gas.
Al presidente Néstor Kirchner se le bifurca el camino, que hasta ahora recorrió tocando los márgenes del mismo en forma zigzagueante, debe tomar el camino de formar junto a Venezuela, Brasil y a Bolivia lo propuesto permanentemente por Chávez que es la creación de Petrosur. Una multinacional estatal, que le daría a la Argentina la soberanía energética que ha perdido, como paso primordial para lograr lo realmente profundo que es la soberanía política. No debe temer a quien enfrenta sino mirar si el pueblo lo acompaña, y cuando enfrente a lo que se suponen grandes enemigos recordar la frase del gran nacionalista revolucionario puertorriqueño Pedro Albizu Campos cuando decía: 'Los grandes no son tan grandes, lo que sucede es que nosotros estamos de rodillas'.
Es cuestión de ponerse de pie señor Presidente.