Claroscuros sobre las Organizaciones No Gubernamentales de las Ong a las Opg
Una opinión de Amylkar Acosta a propósito del controvertido tema de las ONG y su verdadero rol en los nuevos movimientos sociales..
"Un problema sin solución,
es un problema mal planteado"
Albert Einstein.
El auge y profusión de organizaciones no gubernamentales(ONG), es inversamente proporcional a la mediatización y debilitamiento del Estado, cuya opacidad es cada vez mayor, merced a la delirante aversión y el soberbio desdén por lo público, insuflada por la superstición magnificada de lo privado por parte del neoliberalismo en boga. Las ONG surgieron en la década de los 60, como un medio eficaz de empoderamiento de la sociedad civil y hacen parte del llamado Tercer sector. En Colombia hay una proliferación de ellas, de las más variadas especies; abundan como la verdolaga, sobrepasando su número las 135.000 entidades..
De un tiempo atrás, paulatinamente y de manera imperceptible, muchas de ellas han devenido en organizaciones para-gubernamentales(OPG), convertidas en apéndices del Estado, medrando a su sombra y son manejadas como marionetas desde los despachos oficiales, presionadas y manipuladas por funcionarios inescrupulosos y por ello mismo, han terminado convertidas en celestinas de todas las trapacerías de los vitandos intereses a los que sirven solapadamente. Varios intentos del Congreso por reglamentarlas y así meterlas en cintura, han sido frustrados gracias a la acción del lobby por parte de quienes las detentan..
No pocas veces nos topamos con ONG que, extraviando y distorsionando sus loables propósitos y contrariando la altruista filosofía a la que deben su origen, se prestan para ser fletadas por los más oscuros fines. Los recurrentes escándalos por corrupción que ensombrece la contratación pública, se ha constituido en el terreno abonado para que ellas hagan su agosto. Como se suele decir a menudo, hecha la Ley hecha la trampa; una vez expedida la Ley 80/93, muchos funcionarios públicos se las han arreglado para eludirla. Según cifras de la Contraloría General, la contratación pública vale cerca de $26 billones, de los cuales el 80% se adjudica directamente. Cómo lo hacen? Pues , muy sencillo, cuando no son entidades tales como el PNUD, el Convenio Andrés Bello, La Organización de estados Iberoamericanos (OEI), las que se prestan para servir de "gancho ciego", son las cooperativas y las ONG las que sirven para alcahuetear la burla a la Ley, soslayándola, mediante el mecanismo de la triangulación, pues ellas, a diferencia de las entidades públicas con quienes suscriben los mañosos convenios interadministrativos, escapan a la acción de los organismos de control. .
Sumas ingentes son ejecutadas a través de estas martingalas, en las que el interés público siempre resulta estacado. Más del 60% de los recursos del Fondo nacional de regalías han corrido esta suerte, para no hablar de los recursos del Plan Colombia y del FOREC. La discrecionalidad en el manejo de tan abundantes recursos es la regla, dando pábulo a las irregularidades y anomalías, que se han convertido en el pan de cada día. Las regalías han terminado manejándose por parte del gobierno nacional como dinero de bolsillo, a través del esperpento de la Empresa Colombia. Es la Embajada americana y no los organismos de control, la que detecta un desfalco por más de US$2 millones, provenientes del Plan Colombia, recursos estos que se manejan mediante el Fondo de inversiones para la paz (FIP), rigiéndose por "las reglas del derecho privado". Por ello, no resulta suspicaz pensar, que éste es apenas la punta del iceberg. Al país le quedó la duda, nunca resuelta, del manejo de los recursos del FOREC; como lo afirmó el diario de los Santos "Las cuentas del FOREC no cuadran" . Después de lo ocurrido, no entendemos hacia dónde apunta la propuesta del entonces candidato y hoy Presidente, Uribe, ".de pensar que esos recursos se manejen a través de una entidad comunitaria de total credibilidad" , sin asumir el riesgo de reincidir en tales desaguisados. .
Por todo ello y mucho más, resulta urgente e inaplazable la reforma del régimen de contratación, pues "toda Ley demasiado transgredida es mala.corresponde al legislador cambiarla, a fin de que el desprecio por ella no se extienda a las leyes más justas." . No se puede seguir recetando placebos para tratar un mal crónico, como el de la corrupción; tampoco se puede seguir imitando al candoroso marido engañado, que creyó poner término a los devaneos de su mujer infiel, vendiendo el sofá cómplice de sus piruetas. Definitivamente, el más eficaz antídoto contra la corrupción es el control social, a través de las veedurías ciudadanas. De otro modo, la tronera continuará, para escarnio y detrimento de lo público..
* Amylkar Acosta fue Senador de la República en Colombia, por el Partido Liberal y actualmente se desempeña como profesor universitario. .