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Hacia la reocupación
Por Claudio Uriarte
Es difícil adelantar los alcances de la operación iniciada ayer por Israel contra los palestinos, pero la cantidad y el costo del nivel de convocatoria a reservistas indica que no será corta ni episódica y que hay posibilidades serias de que conduzca a la reocupación total de Cisjordania y Gaza. Esa operación puede tomar de una semana a 10 días, en el curso de los cuales se empezaría a poner en ejecución el plan antiguerrilla clásico de destrucción de redes insurgentes y de fábricas y depósitos de armas. De ser así, lo primero que los israelíes desarmarán será la policía palestina, de más de 10.000 hombres. Y si se desarma a la policía, es claro que la Autoridad Palestina dejará de existir. En otras palabras: se habrá rubricado el fin de los acuerdos de Oslo.
El desencadenante de la acción fue el ataque kamikaze que mató el miércoles a 21 israelíes en una cena de la Pascua judía, pero el proceso de Oslo ya estaba agotado desde hacía tiempo, y el inicio de esta operación sólo fue retenido en deferencia a la ambigua y cambiante política norteamericana hacia la región. Es importante entender que el primer ministro Ariel Sharon fue elegido por los israelíes hace más de un año como el candidato de la línea dura contra los palestinos, luego de que éstos rechazaran el plan de paz de Bill Clinton y Ehud Barak en diciembre de 2000. Hasta ayer, Sharon estaba en una situación paradójica: la política de represalias puntuales, cortas y episódicas contra los palestinos lo dejaba fuera de escuadra con la opinión pública internacional, mientras la ineficacia de esas represalias, para el candidato que había prometido "paz con seguridad", le restaba apoyo entre los israelíes. En las últimas encuestas, a un ritmo de más de un atentado por día, la popularidad del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, que defendía la reocupación de los territorios, aventajó cada vez más a la del resto de los políticos, incluido Sharon. El resultado de la Intifada, de 18 meses de duración, ha sido, por lo tanto, la casi desaparición del campo de la paz en Israel.
Los planes Tenet y Mitchell, dos iniciativas norteamericanas para aquietar la violencia y reanudar las negociaciones, también han fracasado. De aquí en adelante, pueden esperarse fuertes presiones de los países árabes para que Estados Unidos mueva su palanca para que Israel detenga su ataque. Y un interrogante es qué podrá hacer Irak frente al asunto, ahora que ha sido readmitido con plenos honores en el seno de la Liga Arabe.