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Israel impide la evacuación de heridos
GAZA, marzo 8.— La consideran la peor jornada en los 17 meses de conflicto
medioriental. Este viernes, cuarenta palestinos y seis israelíes murieron;
a pesar de ello el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, fue capaz de asegurar
que sería más flexible para llegar a una tregua, al tiempo que
el gobierno estadounidense que le ha servido siempre de apoyo, anunciaba una
nueva misión mediadora y le pedía que detuviera sus ataques inmediatamente.
Tropas israelíes atacaron posiciones palestinas en una aldea de Gaza
y dos campos de refugiados en Cisjordania con ametralladoras, tanques y helicópteros.
Dice AP que en el campo de Tulkarem, decenas de palestinos estaban encerrados
en una escuela, rodeados por las fuerzas israelíes y sus helicópteros
artillados, que les intimaban a que se rindieran.
Los soldados de Tel Aviv, además, impidieron que las ambulancias palestinas
entraran a recoger a los heridos, por lo que se prevía que la cifra de
muertos pudiera aumentar.
En esa escalada de violencia, un miliciano palestino de 19 años, atacó
un asentamiento judío de Atzmona, en Gaza, y mató a cinco jóvenes
que estudiaban textos religiosos como parte de su preparación para ingresar
como oficiales de una unidad elite de Israel. El joven fue abatido por las tropas
israelíes.
Entretanto, los países árabes, cuyos cancilleres o sus representantes
están reunidos en El Cairo, lanzaron este viernes un llamado a Estados
Unidos, a la ONU, a la Cruz Roja y a la comunidad internacional a poner fin
a la agresión de Israel "que no tiene disculpa ni justificación
alguna", señaló AFP.
"Los Estados árabes instan sobre todo a la administración estadounidense
a tomar acciones urgentes para detener la agresión que amenaza la seguridad
y la estabilidad", dice el comunicado dirigido también a Kofi Annan y
a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Sobre todo piden protección
a los civiles palestinos ante los abusos peligrosos cometidos por Israel.
Un comentario de la AFP aseguraba que la segunda Intifida es más sangrienta
que el anterior levantamiento palestino de diciembre 1987, cuando en un año
murieron unos 400 palestinos, mientras que en igual lapso de esta segunda Intifada
iniciada el 28 de septiembre de 2000, las cifras sumaban 1 100 palestinos muertos.
El trágico récord también abarca a los israelíes
con 318.
Entre los cuarenta palestinos muertos este viernes figuran algunos niños
y el general Ahmad Mufrik, comandante de la seguridad pública palestina
en el sur de la Franja de Gaza, dijo AFP.
A nivel diplomático, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina,
Yaser Arafat, pidió la "intervención inmediata de Estados Unidos
para detener las masacres del ejército israelí", en una conversación
telefónica con el secretario de Estado, Colin Powell, según indicó
el consejero Nabil Abu Rudeina.