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LOS PALESTINOS VUELVEN A ESCALAR LOS ATAQUES EN ISRAEL
No hay ningún mediador que valga Dieciséis personas murieron
ayer en dos nuevos atentados palestinos en Israel, en vísperas de la
llegada del mediador norteamericano Anthony Zinni. Los ataques se produjeron
luego del "viernes negro" de la Intifada, en que murieron 40 palestinos.
Uno de los heridos corre desde el lugar de la explosión en el café
del centro de Jerusalén.
La tercera mediación del general norteamericano Anthony Zinni en Medio
Oriente nace muerta. Catorce personas murieron ayer por la noche y más
de 150 resultaron heridas en dos atentados palestinos perpetrados en Netanya
y Jerusalén, además de sus tres autores. Un suicida hizo estallar
un artefacto en un céntrico café de Jerusalén causando
11 muertos y 105 heridos, unas horas después de un ataque palestino en
Netanya, al norte de Tel Aviv, que ocasionó cinco muertos, entre ellos
los dos asaltantes, y al menos 38 heridos.
El atentado de Jerusalén tuvo lugar en pleno centro de la ciudad, cerca
de la residencia del primer ministro Ariel Sharon, que no se encontraba en su
casa en el momento de la explosión, según fuentes allegadas a
la presidencia del Consejo de Ministros. La explosión se produjo en un
café abarrotado unas horas después del fin del Shabbat, el día
de descanso judío. El jefe de la policía de Jerusalén,
Micky Levy, precisó que la carga explosiva era extremadamente potente
y el suicida la llevaba alrededor de la cintura o en una bolsa. Un interlocutor
anónimo que afirmó pertenecer a las Brigadas de los Mártires
de Al Aqsa, un grupo armado vinculado al Fatah del presidente palestino Yasser
Arafat, reivindicó el ataque, al igual que lo hicieron las Brigadas Ezzedin
Al Qassam, brazo armado del movimiento radical palestino Hamas.
Unas horas antes, dos palestinos habían abierto fuego con arma automática
y arrojaron granadas contra la muchedumbre en Netanya, al norte de Tel Aviv,
matando a una mujer, un bebé y un árabe israelí e hiriendo
a otras 105 personas, antes de ser a su vez abatidos. Según el ministro
israelí de Salud, Nisim Dahan, tres estaban en estado crítico
y 20 en estado grave. El jefe de la policía israelí, Shlomo Aharonishky,
indicó que los asaltantes habían penetrado hacia las 20.30 en
un hotel a orillas del mar y disparado a discreción contra las personas
que se encontraban allí. Testigos citados por la televisión pública
afirmaron que los hombres también habían arrojado granadas. Aharonishky
precisó que los asaltantes salieron corriendo hacia un segundo hotel
pero fueron alcanzados y abatidos por miembros de la policía fronteriza.
Según la televisión, lograron entrar en ese segundo hotel. Según
testigos citados por la radio pública, uno de los asaltantes iba vestido
de policía. Fuerzas policiales patrullaban el barrio en búsqueda
de posibles cómplices. Este ataque también fue reivindicado por
las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en una llamada telefónica
a la AFP. En represalia, helicópteros israelíes bombardearon la
ciudad de Ramalá y mataron a un palestino.
Bajo anonimato, un alto y anónimo funcionario norteamericano dijo que
esta nueva oleada de violencia, unos días antes del regreso del emisario
estadounidense a Oriente Medio, el general An-
thony Zinni, a la región "demuestra la importancia de su misión"
en favor de un alto el fuego entre israelíes y palestinos. Israel, por
su parte, estimó que los dos atentados palestinos de ayer estaban destinados
a sabotear la misión de Zinni, afirmó el portavoz israelí
Arye Mekel, que responsabilizó de los ataques a Yasser Arafat.
Los dos atentados se produjeron al día siguiente de la jornada más
sangrienta de las dos Intifadas, calificada de "viernes negro" por
el jefe de la diplomacia saudita, el príncipe Saud Al Faysal. Cuarenta
y seis personas, 40 palestinos y 6 israelíes, murieron el viernes. Ayer,
el ejército israelí siguió ocupando campos de refugiados
de Cisjordania y realizando ofensivas contra edificios en Cisjordania y la franja
de Gaza. Casi 600 palestinos, entre ellos unos sesenta miembros de los servicios
de seguridad, fueron capturados durante las últimas 24 horas en el campo
de Tulkarem, y trasladados a Israel para ser interrogados, según fuentes
militares. El ejército israelí se retiró de Tulkarem y
de dos campos de refugiados vecinos por la noche llevándose a otros 200
palestinos más, indicaron fuentes palestinas de seguridad.
En Cisjordania, una palestina de 14 años murió por disparos del
Ejército israelí en un campo de refugiados cercano a Belén.
Por otra parte, unapalestina de 18 años falleció ayer como consecuencia
de un aborto natural tras haber permanecido bloqueada en retenes militares israelíes
en Kalkiliya, en el oeste de Cisjordania.