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REFUERZOS PARA EL COMBATE FINAL EN EL ESTE AFGANO
La anaconda se termina de enroscar
Por Rory McCarthy*
Desde Gardez
Bombarderos B-52, aviones F-16 y helicópteros de ataque norteamericanos
atacaron ayer un bastión de los talibanes y de Al-Qaida en las montañas
de Afganistán oriental, mientras se enviaban tropas afganas y estadounidenses
de refuerzo al frente de combate. Oficiales norteamericanos dijeron que creen
que unos 500 combatientes afganos, la mitad de los que permanecían en
cuevas y aldeas en las montañas nevadas, han muerto en la lucha. Al menos
100 habían muerto anteayer en fuertes combates, pero parece que nuevos
combatientes talibanes y de Al-Qaida llegaron a las montañas para unirse
a la batalla desde el día que comenzó, el sábado pasado.
El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, dijo que la Operación
Anaconda terminará este fin de semana.
El general Buster Hagenbeck, que dirige la operación, dijo que creía
que sólo 150 o 200 combatientes estaban el sábado en las montañas
cercanas a la ciudad oriental de Gardez. Cientos más han llegado desde
entonces, respondiendo a un llamado a la Jihad (guerra santa) contra Estados
Unidos. Están enfrentando a unas 2000 tropas, principalmente afganas
y norteamericanas, en lo que se ha convertido en la mayor operación militar
desde el comienzo de la guerra en Afganistán. Ocho norteamericanos y
tres afganos han muerto desde el sábado, y docenas resultaron heridos.
Cientos de tropas adicionales están siendo enviadas en estos momentos
para el golpe final a las cuevas cercanas a la aldea de Shahi Kot. Ya recibieron
la orden 300 soldados norteamericanos, 17 helicópteros de ataque y varios
aviones A-10 equipados con misiles y cañones de fuego rápido.
Es la primera vez que tropas de la Alianza del Norte, principalmente tajikos,
entran en las provincias del sur del país, dominadas por la etnia pashtún.
Es probable que la operación genere una tensión considerable con
los comandantes locales pashtunes, aunque éstos lo descartaron. "No
habrá ningún problema. Son los talibanes los que tratan de dividir
a tajikos y pashtunes", dijo el jefe de seguridad de Gardez, Haji Ishaq.
El gobernador de Gardez, Mohammad Taj Wardak, dijo que más de 3000 soldados
afganos arribarán en cuestión de días para finalizar la
operación. "Van a buscar en las cuevas. Estamos hablando de un área
pequeña, menos de 20 kilómetros cuadrados."
A pesar del creciente despliegue militar, todavía existe un considerable
apoyo a los talibanes en las aldeas cercanas a las montañas. El martes
por la noche, combatientes talibanes burlaron a los soldados afganos y norteamericanos
para darle entierro a cinco de sus muertos en la aldea de Zurmad.