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Medio Oriente

Nuevo fracaso en la negociación para lograr
el cese del fuego en Medio Oriente

Arafat debe asistir a la cumbre de la Liga Arabe, advierte Cheney

Mueren 11 personas en acciones violentas Optimismo en Beirut sobre la iniciativa de paz saudita, aunque admiten que el tema de los refugiados sigue siendo el principal obstáculo

REUTERS, AFP Y DPA

Washington, 24 de marzo. El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, aseguró este domingo que no tiene planes para reunirse con el presidente palestino, Yasser Arafat, pero declaró que Israel debe permitirle asistir la cumbre de la Liga Arabe que se realizará esta semana en Beirut, Líbano.

Las declaraciones de Cheney ocurrieron en momentos en que se celebraba una reunión de la alta comisión de seguridad israelí-palestina, presidida por el emisario estadunidense Anthony Zinni, que terminó esta noche con un nuevo fracaso para un cese del fuego mientras la violencia cobró este día la vida de por lo menos 11 personas.
"La reunión terminó sin resultados, aunque los representantes estadunidenses presentaron una serie de propuestas de compromiso", indicó un responsable del ministro israelí de Defensa, quien agregó que los contactos se retomarán el lunes.
La reunión era considerada crucial para la participación de Arafat en la cumbre de la Liga Arabe a celebrarse los próximos 27 y 28. En este sentido, Cheney señaló a la cadena estadunidense CNN que si Arafat se involucra activamente en un cese del fuego con Israel siguiendo el plan elaborado por el jefe de la Agencia Central de Inteligencia, George Tenet, estonces estaría dispuesto a sostener una entrevista con él.
Arafat espera entrevistarse con Cheney antes de la cumbre de Beirut, pero el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, aseguró que no concederá a Arafat permiso para abandonar los territorios palestinos hasta que finalicen los atentados contra los israelíes.
Durante la sesión semanal de su gabinete y después de conocer que presuntos extremistas palestinos asaltaron un autobús en el que murió una israelí, Sharon insistió en su interés por participar en la cumbre árabe, y dijo que se lo comunicó a Cheney durante su estancia en Israel la semana pasada. "Cuando se habla del destino y el futuro de
Israel, lo más importante es escuchar primero la posición de Israel y su programa."
En Beirut había este domingo optimismo sobre las posibilidades de lograr un acuerdo entre los países árabes respecto de la iniciativa de paz saudita en Medio Oriente, aunque por el contrario, las posibilidades de que Arafat pueda asistir al encuentro son consideradas débiles, de apenas 10 por ciento, de acuerdo con el ministro palestino de Cooperación, Nabil Chaath.
Chaath, quien se encuentra en la capital libanesa para participar, a partir de mañana, en la reunión preparatoria de la cumbre, dijo, luego de conversar vía telefónica con Arafat, dijo: "El presidente palestino no asistirá a la cumbre si ello tiene efectos negativos sobre la intifada o la resistencia palestina".
El canciller saudita, Saud Al Faysal, afirmó que la redacción de la oferta apadrinada por su país ya terminó y que el texto se presentará a los dirigentes árabes, que le darán su aval o lo rechazarán.
La oferta del príncipe heredero de Arabia Saudita, Abdullah Ben Abdel Aziz, propone normalizar las relaciones árabes con Israel a cambio de una retirada de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Pero para algunos responsables árabes, el derecho al retorno de los refugiados palestinos, no mencionado inicialmente en la oferta saudita de paz, sigue siendo el principal motivo de desacuerdo entre los países árabes moderados como Arabia Saudita, Egipto y Jordania, y naciones como Siria, Líbano y Libia.
Beirut reclama una fórmula que garantice que ninguno de los cerca de 3.5 millones de refugiados palestinos permanecerá en Líbano, mientras los países moderados replican que esa iniciativa constituye un marco general para la paz y que luego cada país que acoge a refugiados deberá negociar bilateralmente con Israel para solucionar esa cuestión.
La reunión de la alta comisión de seguridad se realizó en medio de la violencia que continúa de manera persistente. En Cisjordania, una mujer israelí que viajaba en un autobús por el norte de Ramallah murió durante un ataque de palestinos que dispararon con armas automáticas, del que se responsabilizaron las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado a Fatah, el movimiento del presidente palestino.
Tras el asalto al autobús, soldados israelíes mataron a un policía palestino cuando registraban la zona en busca de los atacantes.
Otro israelí que viajaba en un vehículo perdió la vida al ser alcanzado por disparos realizados al parecer por palestinos cerca de la colonia judía de Beit Hagai, en el sur de la localidad cisjordana de Hebrón.
En la franja de Gaza, un palestino falleció a consecuencia de disparos israelíes en el paso de Karni, en la frontera con Israel, en tanto que cuatro hombres armados fueron abatidos por soldados israelíes cerca del lago Tiberiades, después de que ingresaron a Israel a través de la frontera de Jordania.
El ejército israelí se declaró en alerta en el valle del Jordán, luego que el ejército de Jordania dio muerte esta madrugada a dos hombres que trataban de infiltrarse a Israel.
Ya por la noche las tropas de Israel dieron muerte a tres palestinos en las inmediaciones de la colonia judía de Netzer Hazani, sur de la franja de Gaza, en momentos en que colocaban un artefacto explosivo cerca de un puesto del ejército.
Ante la continuación de la violencia, el gobierno de Israel eligió hoy como nuevo jefe del Estado Mayor al general Moshe Yaalon, que el próximo 9 de julio sustituirá a Shaul Mofaz, al considerar que es el mejor candidato para dirigir al ejército "en vista de los actuales retos militares".
Y mientras en Siria se realizó una manifestación sin precedente de apoyo a los palestinos, en Líbano más de 350 mil partidarios de Hezbollah se manifestaron para apoyar la intifada palestina y denunciar cualquier compromiso con Israel.
Tan sólo en Beirut la concentración fue de 200 mil personas para escuchar al líder del grupo chiíta libanés, Hassan Nasrala, que pidió que en la cumbre de la Liga Arabe se ayude a los palestinos en lugar de discutir sobre la normalización con Israel.
Condena al fracaso
El ex secretario de Estado estadunidense Henry Kissinger escribió en la edición del lunes de la revista Nwesweek que los intentos de Estados Unidos por lograr un acuerdo global en Medio Oriente están condenados al fracaso debido a las actuales condiciones, pues consideró que existen crisis que sólo pueden ser administradas, no solucionadas.
De su lado, el diario The New York Times, que citó informaciones de los servicios secretos is-raelíes y estadunidenses, afirmó que Arafat formó una alianza con Irán, país que le suministra apoyo financiero millonario, situación que preocupa a Israel.