Tropas de Tel Aviv registran casa por casa la ciudad cisjordana en busca de activistas
LA JORNADA
"Crimen", la operación militar israelí en Nablus, denuncia
Yasser Arafat
Acusa la ANP al gobierno de Sharon de practicar el terrorismo de Estado en la
urbe ocupada
Sorpresivo anuncio del primer ministro de que planea reunirse con altos dirigentes
palestinos
AFP, PL, REUTERS Y DPA
Gaza, 3 de agosto. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP),
Yasser Arafat, calificó este sábado de "crimen" la reciente operación
del ejército de Israel en la ciudad cisjordana de Nablus, al tiempo que
condenó las amenazas de expulsión de palestinos hacia la franja
de Gaza.
Por segundo día consecutivo las tropas israelíes registraban casa
por casa la ciudad, sometida a un estricto toque de queda, en busca de activistas
palestinos.
Hasta ahora han sido detenidos 50 activistas, dos de ellos de los más
buscados por los servicios de seguridad por haber participado en ataques antisraelíes.
Los soldados destruyeron un edificio después de haber encontrado en su
interior un taller de fabricación de explosivos y un depósito
de armas.
Además, para abrir paso a las tropas y a los blindados entre las estrechas
calles de Nablus, durante la víspera excavadoras del ejército
echaron abajo 10 casas.
Las tropas mantienen el estricto toque de queda, aunque suavizaron la medida,
por algunas horas, en las otras cinco ciudades cisjordanas: Belén, Hebrón,
Ramallah, Tulkarem y Jenin. En Kalkiliya, fue levantado hace unos días.
En Hebrón, un conductor palestino fue muerto esta noche por disparos
de soldados cuando circulaba en su camión cerca de la hora del toque
de queda.
"Lo que sucede en Nablus es un crimen ante el cual no puedo permanecer silencioso",
dijo Arafat, y llamó a la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) y al Consejo de Seguridad a actuar con urgencia antes de que la situación
se deteriore todavía más.
El presidente de la ANP consideró también que la expulsión
de compatriotas de Cisjordania a la franja de Gaza es uno más de los
numerosos crímenes contra el pue-blo palestino, y se preguntó
sobre la legalidad de esta medida frente a la ley internacional.
Presión para aliviar sufrimientos
Una comisión militar israelí de apelaciones se pronunciará
este domingo sobre un recurso presentado por dos palestinos, hermanos de autores
de atentados, para evitar su expulsión. Si el fallo fuera negativo, entonces
podrán recurrir ante la Suprema Corte de Israel.
En un comunicado la ANP también acusó a Israel de practicar el
"terrorismo de Estado", de destruir el centro histórico de Nablus, y
protestó porque la población permanece desde hace dos días
sin electricidad, agua ni alimentos pese a las altas temperaturas.
"Estos delitos no les traerán seguridad a los israelíes", señaló
el comunicado, que insta a Estados Unidos, a la Unión Europea, a la ONU,
al Comité Internacional de la Cruz Roja y a todas las organizaciones
de derechos humanos a presionar para que acaben las operaciones militares.
En este contexto, el primer mi-nistro de Israel, Ariel Sharon, anunció
este sábado, por primera vez, su intención de reunirse en los
próximos días con altos dirigentes de la ANP, anunciaron medios
de comunicación locales e internacionales.
Sharon planea contactos con los ministros palestinos del Interior y de Finanzas,
Abdelrasel al Yahya, y Salam Fayad, respectivamente, con la finalidad de discutir
las reformas del gobierno autónomo.
A su vez, el ministro palestino del Interior anunció que planea sostener
un encuentro en los próximos días, quizá el 8, con el mi-nistro
israelí de Defensa, Benjamim Ben Eliezer, para abordar asuntos como la
retirada de las tropas de Tel Aviv de las ciudades cisjordanas reocupadas.
"Queremos calma en las áreas autónomas y acabar con el círculo
de violencia contra palestinos e israelíes. Estamos estudiando las formas
de lograr este objetivo", dijo Yahya, pero aclaró que "no aceptaremos
un repliegue parcial o limitado".
En la continuación de las gestiones diplomáticas, el secretario
de Estado estadunidense, Colin Po-well, dijo que continúa con sus planes
de entrevistarse la próxima semana con dirigentes palestinos para impulsar
los esfuerzos de paz, a pesar del atentado que dejó siete muertos en
la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Powell condenó los ataques de extremistas palestinos y lamentó
las muertes que éstos produjeron, entre éstas cinco estadunidenses
y dos israelíes, en la explosión del miércoles, que provocó
la reacción de Tel Aviv con la operación militar en Nablus.
"Condenamos estos ataques y nos dolimos por aquéllos que perdieron la
vida, pero no podemos darnos por vencidos" para poner fin a 22 meses de derramamiento
de sangre, dijo en una rueda de prensa en Filipinas, al término de una
gira que lo llevó por ocho naciones asiáticas.
Entre tanto, el ejército israelí y el Shin Beth -servicio de seguridad
interior- admitieron que hubo "deficiencias" en la preparación del ataque
aéreo del 22 de julio en la franja de Gaza, que provocó la muerte
de 18 personas, de las cuales 11 eran menores de edad.
"En el contexto de una investigación conjunta hemos descubierto deficiencias
en las informaciones y la inteligencia sobre la presencia de inocentes alrededor
de (Salah) Shehade" -jefe de las Brigadas Ezzedin Al Qassam, grupo armado de
Hamas-, objetivo del ataque y quien también perdió la vida, señalaron
en un comunicado.
Aseguraron que de haber tenido información segura sobre la presencia
de civiles inocentes cerca de Shehade, se hubiera elegido otro momento y otro
método.
No obstante, justificaron la eliminación del líder extremista,
acusado de haber organizado atentados que causaron la muerte de decenas de civiles
israelíes.
Hamas, por su parte, denunció el informe de la ONU, presentado el jueves
anterior, sobre los sucesos ocurridos en el campamento de refugiados de Jenin
durante la ocupación del ejército israelí en abril pasado,
el cual, consideró, "alienta a Israel a cometer matanzas contra los palestinos".
En una declaración, Hamas la-mentó asimismo "la impotencia de
las Naciones Unidas y su total subordinación a Estados Unidos".