Israel utiliza a palestinos como escudos humanos, acusan grupos humanitarios
Exige la ANP liberar a líder de Fatah; enjuiciarlo sólo
alimenta la violencia, dice
"Muy moral", usar a civiles para acceder a escondites de activistas: ministro
israelí
AFP, DPA Y REUTERS / LA JORNADA
Ciudad de Gaza, 15 de agosto. Uno de los principales negociadores de
la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erekat, pidió hoy, durante
un encuentro con dirigentes israelíes, la liberación de Marwan
Barghouthi, el más alto líder palestino que jamás haya
comparecido ante un tribunal civil israelí.
La exigencia fue planteada en momentos en que asociaciones protectoras de los
derechos humanos y políticos israelíes denunciaron que el ejército
de Tel Aviv obliga a civiles palestinos a servir como escudos humanos
en operaciones contra activistas, práctica que el miércoles costó
la vida a un joven.
Por lo pronto, tres palestinos, uno de ellos de cinco años, murieron
en la franja de Gaza, mientras fracasaban las negociaciones que mantenían
13 grupos palestinos por la negativa del movimiento Hamas de poner fin a los
atentados.
La ANP informó que rompió todas sus negociaciones con Hamas en
un intento por poner fin a los atentados antisraelíes, según anunció
el ministro de Planificación y Cooperación, Nabil Shaath.
A su vez, Tel Aviv dio a conocer el aplazamiento de una reunión sobre
seguridad con los palestinos en la que iba a discutirse el plan israelí
Gaza primero, que contempla la retirada militar condicional y por etapas
de los territorios autónomos.
Dirigentes palestinos reunidos en Ramallah con la presencia del presidente de
la ANP, Yasser Arafat, condenaron el juicio a Barghouthi y pidieron a la comunidad
internacional que presione a Israel para que detenga el proceso y las demandas
contra el número dos del Frente Popular para la Liberación de
Palestina, Abdelrahim Malluh.
Barghouthi, de 43 años, líder de Fatah en Cisjordania, fue acusado
ante un tribunal civil de Tel Aviv de "homicidios, complicidad en asesinatos,
intento de asesinato, participación en organización terrorista
y posesión de armas y explosivos". Por todo ello, puede pasar el resto
de su vida en la cárcel.
La fiscalía lo acusa también de dirigir las Brigadas de los Mártires
de Al Aqsa, organización armada vinculada a Fatah, responsable de sangrientos
atentados antisraelíes.
Por otro lado, al terminar la reunión entre funcionarios de la ANP e
Israel, Saeb Erekat informó que su delegación reiteró a
la parte israelí "que los juicios a activistas por asesinato sólo
alimentan la violencia".
Según Erekat, la delegación de Israel, conducida por el jefe de
la diplomacia, Shimon Peres, reiteró este jueves su posición de
iniciar un retiro gradual condicionado a la finalización de la violencia
en las zonas reocupadas de la franja de Gaza.
"No puedo hablar de resultados concretos", concluyó, sin mencionar la
transferencia de alrededor de 15 millones de dólares de los fondos palestinos
congelados que anunció Israel al terminar la reunión.
Un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Yaffa Ben
Ari, dijo luego de la reunión que Israel iba a desbloquear "al co-menzar
la semana próxima, probablemente el lunes, una suma adicional de 15 millones
de dólares".
Israel desbloqueó en julio una primera parte de alrededor de 15 millones
de dólares de los casi 600 millones que le debe a los palestinos, según
el Fondo Monetario Internacional, dineros congelados en noviembre de 2000 luego
de que comenzó la intifada.
En este contexto, dos palestinos que trataban de penetrar en Israel fueron abatidos
por disparos de soldados, anunció el ejército.
Horas antes, un niño de cinco años, Ayman Fares, murió
de un balazo en la cabeza en Jan Yunes. Su padre y otro palestino resultaron
heridos de gravedad por disparos israelíes, según médicos
y los servicios de seguridad de la ANP.
El ejército israelí negó que sus soldados hubieran matado
al niño, limitándose a reconocer que se produjo un enfrentamiento.
Finalmente, una palestina, herida en el ataque aéreo israelí contra
Gaza, el 22 de julio, murió a consecuencia de sus lesiones, lo que elevó
a 19 el número de muertos por el bombardeo, que tenía como objetivo
al jefe militar de Hamas.
Mientras, el ejército de Tel Aviv fue acusado hoy por B'Tselem, la principal
organización israelí de defensa de derechos humanos, de utilizar
a palestinos como escudos humanos, tras la muerte el miércoles
de un joven durante una operación en Cisjordania.
Asimismo, el diario israelí Haaretz confirmó que ayer,
cuando el ejército israelí mantenía asediada la casa de
Nasser Jarrar, líder de Hamas, a quien le faltaban un brazo y las dos
piernas, hizo que el palestino Nidal Abu Mohsin, de 19 años, se acercara
a la vivienda para convencer al dirigente de entregarse.
El rotativo afirma que el joven, a quien el ejército dotó de un
chaleco antibalas, recorrió las casas del vecindario persuadiendo a los
vecinos de que abandonaran sus viviendas porque corrían peligro.
Cuando Mohsin llegó a la puerta de Jarrar, el ejército le disparó,
alcanzándolo en la cabeza. Posteriormente fue atacada la casa de Jarrar,
quien también murió.
Un vocero castrense confirmó hoy el suceso a Dpa, aunque subrayó
que no se esperaba que el joven fuera a morir, y sin saber explicar por qué
los soldados dispararon contra un palestino que estaba ayudando a la aprehensión
de Jarrar.
Luego, el ejército rectificó y aseguró que fue un lugarteniente
de Jarrar quien disparó contra el joven, pensando que se trataba "de
un soldado israelí disfrazado".
Ali Darghmeh, tío de Mohsin y quien trabaja en B'Tselem, fue testigo
del incidente y aseguró que su sobrino fue obligado, a punta de fusil,
por los soldados israelíes a tocar a la puerta de Jarrar.
El ministro ultraderechista israelí Efraim Eitan afirmó que es
"muy moral" la política de enviar a palestinos a casas donde se esconden
activistas, ya que esta acción tiene dos objetivos: "El primero es evitar
dañar a los que no queremos hacer daño. El segundo es minimizar
los daños a los soldados".
Sin embargo, el líder de la oposición izquierdista, Yossi Sarid,
afirmó que obligar a entrar a la casa de un hombre buscado para convencerlo
de entregarse "tiene todo el aspecto de un crimen de guerra".
El presidente del grupo parlamentario del partido de izquierda Meretz, Zehava
Galon, aseguró que la práctica "es un método digno de la
mafia".
El 2 de agosto de este mes Ridha Ishtaye contó que había sido
utilizado de la misma forma en una operación israelí. En abril
pasado, siete organizaciones de derechos humanos, entre ellas B'Tselem y Human
Rights Watch, acusaron al ejército ante la Corte Suprema de Israel de
utilizar a civiles como escudos humanos.