REUTERS, DPA Y AFP

Bagdad, 2 de abril. Irak se declaró hoy nuevamente en favor de una resolución que exhorte a los países árabes productores de petróleo a cortar el suministro a Estados Unidos si se niega a retirar su apoyo a Israel, pero el resto de las naciones reaccionaron con pesimismo y sólo Irán dijo que una medida de ese tipo podría adoptarse, siempre y cuando sea acatada en forma colectiva.
Al mismo tiempo, las monarquías del Golfo Pérsico expresaron su respaldo a los palestinos ante la "agresión salvaje" de Israel y le recordaron a Washington sus intereses en la región, mientras que otros países árabes y musulmanes condenaron el arrasamiento israelí sobre Ramallah, y en varios países como Egipto se efectuaron multitudinarias protestas de repudio a Israel y Estados Unidos.
Incluso Bahrein llamó a romper todo vínculo diplomático con Israel por "las agresiones israelíes sobre el pueblo palestino", en tanto que Siria advirtió a Estados Unidos -aunque sin citarlo por su nombre- que sus intereses económicos en la región estarán amenazados de proseguir su apoyo político y militar a Israel y su política "criminal" encaminada a "expulsar a los palestinos del resto de los territorios mediante el terrorismo y la represión".
No obstante, Venezuela, el cuarto exportador mundial de crudo, desestimó la iniciativa. "Nuestro país ha sido un abastecedor seguro por largo tiempo y nunca ha apoyado un embargo. Caracas ha estado siempre en contra de tales medidas", dijo el viceministro de Energía y Minas del país sudamericano, Bernardo Alvarez.
Por su lado, la Liga Arabe condenó la agresión israelí contra ciudades, pueblos y campamentos de refugiados palestinos, y pidió la solidaridad internacional para acabar con tales ataques, así como contra el acoso a que ha sometido a Arafat. Por ello, instó a que se aplique la resolución 1402 del Consejo de Seguridad de la ONU referida al retiro del ejército israelí de los territorios palestinos ocupados.
Irak elaboró un borrador de resolución para llevar a la reunión de cancilleres de la Liga Arabe de este miércoles en El Cairo, en la que se declara listo para usar el "arma del petróleo" contra Estados Unidos, siempre y cuando otros productores importantes como Irán hagan lo mismo, señaló el gobernante partido Baath.
"Boicot económico total contra Estados Unidos, incluyendo un bloqueo de petróleo árabe hasta que rompa su odiosa alianza con la entidad sionista (Israel)... e inste a la entidad sionista a retirarse inmediatamente de las tierras palestinas", asienta en el texto.
Asimismo, pide dar ayuda a los palestinos con armas y dinero, permitir que voluntarios árabes ingresen a los territorios palestinos a unirse a su lucha, que los países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Israel las rompan, cerrar todas las embajadas de Israel en las capitales árabes y reanudar un boicot en su contra.
Pero la propuesta iraquí no despertó entusiasmo y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) descartó la amenaza de un nuevo boicot petrolero como el de 1973, que afectó gravemente a la economía estadunidense. Con todo, la postura iraquí y la tensión en Medio Oriente empujó el alza en el precio del crudo, como en Nueva York, donde rebasó los 28 dólares al cabo de la jornada del martes.
En Kuala Lumpur, Malasia, entre los países asistentes a la reunión de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) no hubo aceptación al plan iraquí entre los principales productores como Arabia Saudita, Kuwait, Indonesia o Venezuela, al considerar que no podía repetirse el boicot de los años 70 porque difícilmente podría lograrse un acuerdo, y debido a que hay una fuerte competencia petrolera en que están otras naciones fuera del ámbito árabe.
Irán, que dijo que el arma del petróleo dependerá de una decisión colectiva de los países musulmanes, rechazó además la acusación de Estados Unidos de apoyar ataques terroristas en Cisjordania al señalar que los atentados suicidas de los palestinos son una forma de resistencia a la ocupación israelí, por lo que no se trata de dar apoyo o no darlo, y que tales acciones no se pueden comparar con los atentados terroristas en Washington y Nueva York.