Adriana Closs Corrent, Adital
Movimiento de Objeción de Conciencia
El Movimiento por la Objeción de Conciencia de Paraguay (MOC-PY) constituye un paso más de la juventud en la lucha en favor de los valores democráticos de la libertad y la no violencia. Pese al poderío de las FF.AA, el MOC resiste y lucha: la objeción de conciencia posee cada día mayor legitimidad y apoyo de los sectores populares.
Todos los años miles de jóvenes paraguayos se niegan a hacer el Servicio Militar Obligatorio (SMO) y a formar parte de la Fuerzas Armadas. La lucha del Movimiento por la Objeción de Conciencia-Paraguay va más allá: los casi noventa mil objetores de conciencia declarados en nuestro país desde 1993 no sólo se han rehusado a prestar el servicio militar obligatorio; también cuestionan la inutilidad del militarismo, las estructuras militarizadas, los gastos y preparativos militares y los propios ejércitos.
Conforme a su declaración ideológica, el MOC-PY rechaza el militarismo y sus instituciones, por considerar negativos los valores que los sustentan, tales como el culto a la violencia, la sumisión, el autoritarismo, el falso nacionalismo, el machismo, la intolerancia racial y el imperialismo Los objetores entienden el concepto de defensa nacional como la defensa de los Derechos Humanos y las condiciones de vida digna, factores que -señalan- son amenazados más que garantizados por las F.F.A.A .
Servicio militar, muertes y torturas
Desde el golpe militar de 1989, 107 jóvenes han muerto en los cuarteles, muchos de ellos todavía niños (más de un 30% de los conscriptos tiene 15 años o menos). Además, muchos jóvenes son sometidos a torturas y sufren las graves consecuencias el resto de sus vidas, según consta en numerosas denuncias de las organizaciones de Derechos Humanos del Paraguay, algunas incluso radicadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Muchos conscriptos también denuncian la falta de comidas en los cuarteles. Algunos reconocen que deben matar animales de la las zonas aledañas a los cuarteles para comer. Mientras, sus superiores venden las provisiones del ejército a distintas tiendas, y se quedan con el dinero en los bolsillos.
La historia
El MOC-PY tiene su primer antecedente en 1991, año en que se conforma la CONOSMO (Coordinadora No al Servicio Militar Obligatorio). Dicha coordinadora, integrada por distintas organizaciones juveniles, tuvo como principal propósito introducir la propuesta de eliminación del SMO en la Convención Nacional Constituyente que se realizó un año después. En 1992, ayudados por el hijo del entonces Ministro de Justicia y Trabajo, la CONOSMO presentó sorpresivamente el proyecto. La bancada del Partido Colorado (en el poder desde hace más de 50 años), constituida en amplia mayoría de la Convención, apoyó por unanimidad el proyecto a razón de que el hijo de un ministro colorado lo había presentado. De más está decir que ni el ministro ni el presidente de esa época estaban en conocimiento del proyecto. Con la Constitución de su lado, el MOC comienza su campaña para legislar el derecho constitucional a la objeción. En septiembre de 1993 se presentan los primeros 5 objetores de conciencia. Hoy día, son 86.168 objetores. En ese sentido, llama la atención el número de objetores declarados sólo en el año 2001: 45.719.
A lo largo de estos años el MOC-PY ha trabajado en la difusión y consolidación de la Objeción de Conciencia, la denuncia de violaciones a los DD.HH en las Fuerzas Armadas y la disminución y posterior supresión del Gasto Militar.
La campaña "Desarmemos el Presupuesto" se realiza desde hace varios años en forma conjunta con numerosas organizaciones sociales y ciudadanas. El gran logro obtenido hasta el momento ha sido la concienciación de la ciudadanía sobre el excesivo gasto militar, en detrimento de áreas tan sensibles como la salud y la educación de los paraguayos y paraguayas.
"El significado político de la Objeción de Conciencia es la crítica a un sistema económico impuesto por el brazo armado del Estado -las Fuerzas Armadas- y el mantenimiento de la pobreza, en términos de la inequidad en la distribución de la riqueza por medio del presupuesto de gastos de la Nación, así como desde el punto de vista de que son los jóvenes de familias pobres los que hacen el servicio militar y -por sobre todo- el hecho de que los jefes de las Fuerzas Armadas son una casta privilegiada", refiere Orlando Castillo, uno de los primeros 5 objetores de conciencia declarados.
En definitiva, el servicio militar obligatorio en Paraguay ha entrado en una crisis de legitimidad que crece a consecuencia de los propios excesos de las Fuerzas Armadas y la lucha de distintos sectores de la sociedad paraguaya.
Cuadro de objetores de conciencia declarados y soldados. Años 1993 - 2001