"Las FFAA hoy se sienten aisladas"
El presidente del Círculo Militar, el ex comandante en jefe del Ejército teniente general (r) Raúl Mermot, llamó a las Fuerzas Armadas a romper el silencio que se habían autoimpuesto y a "esclarecer los hechos con sus luces y sus sombras". Denunció una "campaña creciente" en contra de las Fuerzas Armadas y aseguró que éstas "se sienten aisladas" entre una "manifiesta tibieza política" y "una prensa generalmente indiferente, y en algún caso tan agresiva como tendenciosa que agravia y ofende sistemáticamente".

También señaló que la denominada "Concertación Programática", cometió un "error histórico e irreversible" al no impedir "a título expreso" que ex guerrilleros puedan ocupar cargos en la administración pública y agregó que, más adelante, actitudes asumidas incluso desde el Poder Ejecutivo, "fueron lastimando a las Fuerzas Armadas, precisamente, en donde más les duele, en el honor y en su vinculación jerárquica".
Mermot hizo uso de la palabra ayer en el homenaje que el Círculo Militar tributó a "los caídos en la lucha contra la sedición", ante una nutrida concurrencia que colmó la sede social castrense de la avenida 18 de Julio y Juan Paullier. Entre los presentes, se encontraban familiares de los militares abatidos hace treinta años en enfrentamientos con la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros. También asistieron varios ex comandantes en jefe del Ejército, la viuda del ex presidente Jorge Pacheco Areco, así como el ex presidente de facto Gregorio Alvarez, cuyo hermano murió en un atentado tupamaro. El teniente coronel (r) José Nino Gavazzo también formó parte del numeroso público.
Hoy proseguirán los actos, con una ceremonia en el Centro Militar, a las 17 horas. Por la mañana, a las 11 horas, el Poder Ejecutivo rendirá honor a los "caídos en defensa de las instituciones" con un acto en la Plaza de la Democracia.
"Una parte del pueblo nos condena"
En su discurso, Mermot destacó que las FFAA cumplieron "con éxito irrefutable" la misión asignada por el Poder Ejecutivo, en 1972, "como último recurso para contener a las organizaciones subversivas que marcaban el desarrollo de poderosos grupos terroristas dentro de nuestras fronteras".
"Nuestro país había sido elegido como víctima por quienes elaboraron en teoría y en hechos, una planificada estrategia de penetración dentro del continente. Los cobardes atentados formaban parte de una operación desatada para atemorizar a las Fuerzas Armadas, empero, sus efectos fueron los directamente contrarios, pues, como en tantos ejemplos de nuestra historia, la situación adversa sumada a la crueldad y alevosía con que se concretaban tales atentados, sólo sirvieron para acentuar aun más su determinación de continuar la lucha hasta desarticular militarmente a la organización insurgente", expresó.
Sin embargo, dijo que "una parte del pueblo nos condena sistemáticamente, adjudicándonos o presumiendo determinadas responsabilidades y excesos durante la guerra antisediciosa".
"Las FFAA hoy se sienten aisladas, entre una manifiesta tibieza política que, salvo valiosas excepciones no intenta defenderlas y una prensa generalmente indiferente y en algún caso tan agresiva como tendenciosa, que agravia y ofende sistemáticamente", afirmó.
También advirtió que "jamás se repara en quienes atentaron contra la patria en procura de alcanzar el poder por medio de las armas y que en aquella recordada 'Concertación Programática' obtuvieron la amnistía, que no solamente los liberó de cumplir los muchos años que les hubiera correspondido como condena por sus actos de traición a la patria, sino que además, por una incomprensible negligencia política que hoy constituye un error histórico e irreversible, no se les impidió a título expreso, que en razón de sus peligrosos e irrevocables antecedentes, pudieran ocupar cualquier cargo dentro de la administración pública".
Agregó que más adelante "otras actitudes que se asumieron, a través de la promulgación de resoluciones del Poder Ejecutivo, inmersas en una avasallante actitud política, fueron lastimando a las Fuerzas Armadas, precisamente en donde más les duele, en el honor y en su vinculación jerárquica, disposiciones éstas que además, las fueron relegando, lesionando su moral en forma paulatina pero constante e hiriendo el sentimiento militar, tal vez por resabios de odios guardados y revanchas inconclusas que salieron a relucir para ofender a ese sentimiento".
No obstante, Mermot aseguró que "hoy más que nunca podemos asegurar que las Fuerzas Armadas están de pie, orgullosas de ser quienes son y más orgullosas aun de haber intervenido activamente, obligadas por irrenunciables razones de bien público, en salvaguardia de los más altos valores y tradiciones nacionales, para evitar la segura ruina a que una sedición bien pertrechada y una irresponsable demagogia, amenazaban precipitar a la República, instancia en la cual el Poder Ejecutivo le encomendara su actuación".
También dijo que "mientras la nación disponga de esas Fuerzas Armadas, a cuyos oficiales tenemos como socios, se les encontrará siempre unidas, instruidas, entrenadas, desinteresadas, honestas, disciplinadas y encuadradas en el marco legal que les corresponde y así podemos confiar todos juntos, a pesar de quienes nos menosprecian sistemáticamente, que las Fuerzas Armadas de la República Oriental del Uruguay continuarán como siempre, en defensa de la integridad y soberanía de la Nación Oriental".
"Busquemos otra fecha"
Mermot llamó a elegir "otra fecha" y "otro lugar" para reverenciar a los militares caídos y "para expresar nuestra verdad", al sostener que el día 14 de abril, "genera insultos" en contra de quienes se recuerda, en el marco de una "campaña creciente y orquestada para desgastar en la forma que sea, las fuerzas morales de la institución armada".
"Luego de un profundo análisis, hemos entendido que no debemos utilizar cada 14 de abril para expresar nuestra verdad, porque ello genera inexorablemente insultos que en definitiva reciben aquellos a quienes hoy precisamente estamos recordando, dentro de una campaña creciente y orquestada para desgastar en la forma que sea, las fuerzas morales de la institución armada".
Por eso, agregó, "cada 14 de abril rememoraremos solemnemente la memoria de nuestros queridos muertos, evitando que, dado el estilo de los que nos ofenden, no caiga sobre aquellos el agravio y el odio de los sectores que comulgan con quienes pretendieron destruir nuestra patria, sus tradiciones y su propio estilo de vida, respondiendo a un mandato revolucionario internacional y también para impedir al mismo tiempo la reconocida reacción impetuosa que pueda empañar nuestro más sentido homenaje de exaltación y recordación".
Pidió, por tanto, reverenciar cada año, "a quienes realmente dieron sus vidas en defensa de la patria y no permitamos que se les pretenda ubicar en el mismo plano de sacrificio con quienes murieron precisamente pretendiendo arremeter por las armas, en procura del poder".
"Busquemos otra oportunidad, otra fecha, otro lugar, para defender el legítimo orgullo que sentimos por haber pertenecido a los cuadros activos de nuestras fuerzas, cuando fuera derrotada la subversión por parte de ellas y en consecuencia por haber salvado a la patria de la locura sediciosa al intentar la conquista del poder en forma violenta".
"Esclarecer los hechos con sus luces y sus sombras"
También llamó a difundir "por todos los medios posibles, en cada oportunidad que tengamos, de manera constante y activa nuestra verdad, tal como se difunden las prédicas que en nuestra contra se vienen cumpliendo, por sectores radicales de nuestra población, para que particularmente los jóvenes de este país reciban la información ajustada a los documentos de la época y no las versiones tergiversadas que se propagan en forma tendenciosa, falseando los hechos y confundiendo, al amparo de un silencio al que se han sometido voluntariamente las Fuerzas Armadas".
Refiriéndose a un editorial de su autoría escrito en el último "Boletín Artiguista", Mermot dijo estar seguro de que "persistiendo adecuadamente en ese intento que señalamos, lograremos esclarecer los hechos, con sus luces y sus sombras, pero con certeza y convicción, de tal forma que su análisis profundo y desapasionado, nos brinde una convivencia en paz como todos anhelamos". *