El candidato presidencial independiente, Alvaro Uribe, resultó ileso este domingo de un atentado con un autobús bomba en la ciudad colombiana de Barranquilla, en un hecho en el que murieron tres personas y 20 resultaron heridas, y del que aún no sabe quienes fueron los autores.
El autobús cargado con explosivos estalló al paso del vehículo blindado en el que iba el candidato de derecha al frente de una caravana, y destruyó parcialmente el automóvil, de acuerdo con las primeras informaciones del ejército y la policía.
Simultáneamente a la explosión, varias personas dispararon contra el vehículo del aspirante presidencial, favorito en las encuestas de intención de votos para las elecciones del 25 de mayo próximo, señalaron fuentes oficiales, que aseguraron que los agresores lograron escapar.
La policía señaló que dos de los fallecidos se encontraban en el autobús, y aún buscan establecer sus identidades; también se desconoce el nombre de la otra víctima, quien estaba cerca del lugar al momento del ataque. Entre los heridos están civiles, escoltas del candidato y miembros de la policía.
Al comentar el atentado, Uribe, quien es acusado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de estar vinculado con el paramilitarismo de extrema derecha, se expresó preocupado por la suerte de los heridos, pero aseguró que va seguir su campaña.
"Hay que salvar la democracia. No podemos seguir cediendo espacio a los violentos. Vamos a continuar la campaña con celeridad pero con toda la firmeza del caso", dijo, y aseguró que Colombia necesita un gobierno con autoridad que frene este tipo de acciones.
Por otra parte, un presunto comando de las FARC se apoderó de un helicóptero comercial, que las autoridades temen pueda ser utilizado por los rebeldes para perpetrar acciones terroristas.