RESUMEN

En dos días, hubo enfrentamientos en los que participaron cívicos, la Unión Juvenil Cruceñista y otras instituciones. Hay cuatro heridos, un detenido, y varios contusos. El racismo forma parte del conflicto, aseguran los dirigentes campesinos.
Una tensa calma reina en Buena Vista. Un segundo enfrentamiento se produjo ayer cerca del mediodía entre la Policía y los campesinos -unos 150 aproximadamente- de comunidades aledañas, que se movilizaron en una marcha de protesta hacia la plaza principal intentando tomar las oficinas de la Alcaldía y la Subprefectura.
Cuatro heridos entre campesinos y gente del pueblo, dos detenidos (de los cuales uno ya fue liberado) y varios lesionados, es el resultado de ese conflicto que ha interrumpido la habitual tranquilidad de ese municipio distante a 100 kilómetros de Santa Cruz.
Actualmente existen 30 policías que custodian la Alcaldía Municipal, pero ayer había el doble de uniformados. Un primer choque se realizó la noche del miércoles, cuando los campesinos -algunos de ellos miembros del Comité de Vigilancia- quemaron llantas y protestaron en la plaza, y fueron dispersados con gases lacrimógenos.
El origen del conflicto que ha sacudido a la capital de la provincia Ichilo aún es contradictorio. Por un lado, el grupo de campesinos provenientes de las comunidades de Huaitú, Espejitos, y la población de Yapacaní, aseguran que el objetivo de la movilización es cuestionar la gestión del alcalde David Steimbach (MNR), de quien dicen se resiste a presentar un informe económico, y reclaman además por la falta de obras en favor de las comunidades que también pertenecen al municipio y viven en condiciones de miseria. Pero por otro lado, la autoridad municipal niega tales aseveraciones y considera que todo es un pretexto camuflado, que lo único que busca son intereses políticos del Movimiento al Socialismo, con el afán de "desestabilizar la administración municipal y ganar espacio a los campesinos del oriente". El Alcalde dice que Teodoro Acuña y Freddy Ramos, dirigentes del Comité de Vigilancia, pertenecen a dicho partido. Steimbach afirma que esos campesinos estuvieron involucrados en el robo de madera de las oficinas del parque Amboró, y también estarían interesados en avasallar tierras.
Tales afirmaciones fueron desvirtuadas por el representante de la Federación Unica de Trabajadores Campesinos de las provincias del Norte, Freddy Ramos, quien rechazó que la movilización tenga trasfondo político y protestó porque se está desencadenando reacciones racistas contra la gente del interior debido al "discurso" del alcalde.
El conflicto está latente. Una asamblea pública se realizó ayer en la tarde en la plaza, en la que participaron representantes del Comité Cívico, de la Unión Juvenil Cruceñista (filial Buena Vista), de la agrupación de Mujeres Emprendedoras del Turismo, y otras instituciones de la derecha racista santacruceña. Se resolvió repudiar y rechazar públicamente los "avasallamientos de los campesinos".
Derechos Humanos protesta El representante de la Asamblea Departamental de Derechos Humanos, Adalberto Rojas condenó la actuación de la Policía que reprimió con gases lacrimógenos al grupo de campesinos que se movilizó en Buena Vista. Dijo que se actuó de forma abusiva, por lo que planteará una demanda contra los responsables. Y es que hubieron golpes y patadas en el enfrentamiento. Así lo afirmó ayer, durante la visita que hizo a ese municipio para verificar el estado de las personas heridas. Ciriaco Copa es uno de los afectados con golpes en los brazos y piernas producto del impacto de una granada de gas lacrimógeno lanzada por la Policía y actualmente se encuentra en el hospital de Buena Vista. Según el informe de Derechos Humanos, hay 50 lesionados leves y cuatro heridos graves en recuperación entre pobladores de ese municipio y campesinos.
Rojas, indicó que pedirá un informe al Comandante de la Policía y hará un requerimiento ante la Contraloría Departamental para iniciar una auditoría a la Alcaldía de Buena Vista.