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Latinoamérica

14 de septiembre del 2002

Pobreza, caciquismo, opresion
Paraguay, una injusticia cronica

Jorge Zárate, Argenpress

En Paraguay, como en otras naciones latinoamericanas, se han vivido en los últimos tiempos, insurrecciones campesinas y urbanas. La nota que sigue describe la grave situación social de ese país hermano a través de un informe de la ONU.
En Paraguay pudo comprobarse uno de los hechos más significativos que dejó el año 2001. La elaboración por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de un informe global de derechos humanos en todos y cada uno de los 150 países que conforman la organización.
Así, la ONU salió a dar las cifras de sus estudios en una conferencia de prensa, buscando audiencia pública para sus informes que años anteriores se quedaban a descansar en las cajoneras de los burócratas.
Las conclusiones del caso de Paraguay son contundentes "se caracteriza por una estructura productiva inadecuada para enfrentar cambios en el orden económico, relacionados con los procesos de globalización e integral regional; por la desigualdad de oportunidades entre la población para acceder a los recursos productivos y a los servicios sociales y por un limitado alcance del Estado democrático de derecho que se refleja, entre otras cosas en una gestión ineficiente, en un uso deficitario de los recursos y capacidades del estado para respetar y garantizar los derechos humanos y en una participación social débil y desarticulada. A ello se suma una gestión inadecuada de los recursos naturales y el descuido del medio ambiente".
Ejemplifica con datos de 1999 que un 33,7% de la población, es decir 1,9 millones de personas, vive con ingresos per capita por debajo de la línea de la pobreza. Lo más triste, el 42% de los que tienen entre 0 y 14 años están bajo la línea de la pobreza. La desigualdad en la distribución del ingreso sigue siendo la razón principal. El 10% más rico recibe el 40% de la renta anual del país, en tanto que el 40% más pobre sólo percibe el 10% de dicha renta.
El estancamiento económico se refleja en la participación per cápita en el Producto Bruto interno. De U$S 1.641 en 1982 a U$S 1.535 del 2000 medidos en términos constantes. En el continente, Paraguay ocupa uno de los últimos lugares en gasto básico de salud y agua potable. Once de cada cien chicos estaban desnutridos, según datos de 1998 y el 20,5% de los niños estaban en riesgo de sufrir desnutrición. Explica también que tiene la economía más agraria del continente, donde alrededor del 27% del PBI surge del agro. También el campo es el productor del 65% de las exportaciones. Y vuelven a insistir en la contradicción básica del país. El 29,7% de la población rural no tiene tierras. El 60% de la población con menos tierras tiene el 6,6%, en tanto que el 10% de la población con más tierras tiene el 66,4% del total.
Destaca también el documento la necesidad de descentralizar el Estado dando mayor participación a municipios y gobernaciones. Nada que no se supiera puertas adentro, es cierto. Pero son datos que no se suelen recordar a la hora de analizar la realidad del país, de parte de voluntariosos comentaristas que se enredan en trampas retóricas a la hora de explicar porque crece la pobreza y la exclusión en un país lo suficientemente grande y rico como para seis millones de habitantes.