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Latinoamérica

Activistas pro derechos humanos protestan por la creciente violencia paramilitar en Chiapas

Envían mensajes urgentes a Fox y empieza la recepción de quejas en embajadas

"El mundo entero está mirando", advierten con inusitada severidad ambientalistas de EU
Hermann Bellinghausen Enviado / La Jornada
San Cristobal de las Casas, Chis. 31 de agosto. A raíz de los recientes ataques contra los municipios autónomos de Chiapas (con saldo de cuatro muertos, más de 20 heridos, familias desplazadas y fuerte tensión en las comunidades indígenas), grupos civiles, tanto de derechos humanos como ecologistas o comités de solidaridad, personajes de la cultura y académicos especializados han dirigido mensajes urgentes al Presidente mexicano, y las embajadas empiezan a recibir protestas por la violencia paramilitar en Chiapas.
En un tono de inusitada severidad, una importante coalición estadunidense de activistas ambientales dirigió al presidente Fox la siguiente misiva: "Activistas de derechos humanos y ciudadanos comprometidos en todo el mundo hemos esperado largamente a que usted asuma el control del Ejército Mexicano, y también de los paramilitares. Como Comandante y Jefe de las Fuerzas Armadas, tiene usted la obligación de hacerlo. No toleraremos las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el Ejército y los paramilitares en Chiapas, Guerrero y otros estados.
"Estamos al tanto de la indignante escalada de abusos, incluidos asesinatos, que han ocurrido impunemente en Chiapas este mes", agregan los activistas, y anuncian que enviarán a Chiapas un grupo de observadores para ayudar a "des-escalar" la situación y dar testimonio de la brutalidad que se practica contra los indígenas.
La organización que emplea ese tono, Save the Redwoods/Boycott the Gap, (SRGB) es una coalición ambientalista con sede en Estados Unidos, y una red de apoyo de mil 500 grupos en todo el mundo. Si bien su meta principal es proteger los bosques y las fuentes de agua, local y globalmente, SRGB también trabaja en coalición con grupos humanitarios para proteger los derechos de los pueblos indígenas, "que con frecuencia va de la mano con la protección y restauración del medio ambiente". Así se presentan al Presidente de México, a quien urgen "dar reconocimiento a los pueblos indios como parte integral de la verdadera paz".
"El mundo entero está mirando", agregan, antes de anunciar que "en breve hablarán con el Departamento de Estado estadunidense acerca de esta intolerable situación". También anuncian que harán "una expresión formal" de su "indignación" ante la embajada mexicana en Washington.
Los embajadores mexicanos del foxismo se están estrenando apenas en lo que significa representar a México en París, Madrid, Washington, Roma, Barcelona, Brasilia y otras ciudades, a la hora de reprimir a los indígenas rebeldes de Chiapas que, como todo el mundo sabe, siguen esperando. En sus comunidades en resistencia, en condiciones cada día más dif

íciles, sobre terreno minado.
Claude Heller, embajador mexicano en Francia, ha sido ya cuestionado por grupos civiles de ese país a causa del "tremendo aumento de los operativos de los grupos paramilitares que siguen hostigando de manera permanente las poblaciones indígenas".
Por su parte, la Fundación France Libertés, que preside Danielle Mitterrand, manifestó esta semana al mismo embajador Heller su "preocupación ante el recrudecimiento de las confrontaciones, amenazas y asesinatos en las comunidades indígenas de Chiapas durante este mes de agosto", y le solicitó transmitir esa preocupación al gobierno mexicano.
"Esta escalada de la violencia es inaceptable en un estado de derecho democrático", expresa France Libertés, que asegura haber constatado "que las condiciones de vida diaria de las poblaciones indígenas chiapanecas se deterioran dramáticamente aún más cada día; que la presencia paramilitar aumentó, y sus miembros acosan, llegan hasta el asesinato y causan el desplazamiento forzado de familias enteras".
La fundación pide al gobierno mexicano "poner todos los medios necesarios para que cese este clima de violencia e impunidad, que se establezca toda la verdad sobre estos acontecimientos, y que los responsables respondan de sus actos ante un tribunal".
El sociólogo canadiense Gilles Cormier envió al presidente Vicente Fox Quesada la siguiente misiva, con copia al primer ministro de su país, Jean Chrétien, en la que expresa su preocupación por la "situación precaria" de miembros de municipios autónomos en Chiapas: "Paramilitares del grupo OPDIC, dirigidos por el diputado priísta Pedro Chulín Jiménez, hicieron una operación armada el 25 de agosto. Este día los paramilitares mataron a dos personas: Lorenzo Martínez Espinosa y Jacinto Hernández Gutiérrez. Y varias otras fueron heridas. La única culpa de estas personas, miembros de municipios autónomos, es organizarse.
"Yo sé que usted quiere establecer el estado de derecho en México. Conozco la situación de los indígenas en Chiapas por haber hecho mi doctorado sobre este asunto. Sobre todo, estoy seguro que varias comunidades indígenas llevan adelante el proceso de democratización en México. Estas comunidades deben ser apoyadas, en vez de detener sus esfuerzos.
"Quiero agredecerle, señor Presidente, sus esfuerzos en ese proceso y pedirle que haga todo lo posible para buscar a los culpables del acontecimiento del 25 de agosto en el municipio Ricardo Flores Magón (y los de los crímines contra miembros de municipios autónomos), desmantelar los grupos paramilitares en Chiapas y apoyar las organizaciones autónomas de los indígenas. Esa tarea no es fácil, pero usted ya aceptó el desafío."
Se han expresado estos días protestas provenientes de Barcelona, Ginebra, París, Madrid, y de organizaciones diversas en Argentina, País Vasco, Canadá, Estados Unidos. Un desplegado con firmas numerosas y notables apareció esta semana, dirigido al gobierno de México y emplazándolo también a atendeder por fin las demandas indígenas, y darle una oportunidad a la paz.
En otra carta al embajador Claude Heller, la agrupación de solidaridad con los zapatistas Ya Basta, de Francia, pidió al gobierno mexicano "que tome todas las medidas necesarias para acabar de una vez con este clima de violencia y de impunidad, y que los responsables y autores respondan de sus actos.
"Le pedimos que desmantele los grupos paramilitares, que castigue a los responsables y que retire el Ejército federal, según el deseo de la poblaciones indigenas."
La organización brasileña Avante Zapatista manifestó al presidente Fox su "indignación" por las "constantes persecusiones a los pueblos indígenas de Chiapas". El escenario en que plantean los acontecimientos, dice la organización de Sao Paulo, "nos hace pensar que su gobierno tiene complicidad con los grupos paramilitares (...) protegidos por el silencio de las instancias gubernamentales.
"Recuerde, señor Fox, que usted fue electo por el pueblo mexicano para respetar y hacer valer los derechos de todos los mexicanos, y en especial los de los que siempre fueron despreciados."
La agrupación paulista exigió al presidente Fox "el castigo para el capitán Alfredo Alvarado R., de la base militar de Altamirano, y a todos sus cómplices, por organizar un grupo paramilitar contra las pueblos en resistencia del municipio autónomo 17 de Noviembre".